
febrero 2020
Grito de guerra, síntesis superior de la conciencia popular, un 5 de febrero de 1971 se estampaba en el papel lo que amplios sectores populares de la sociedad venían expresando en la lucha concreta de todos los días. Grito de guerra que levantó aquella novel fuerza política y que puso los pelos de punta a los dueños del poder porque entendieron, que un pueblo consciente de su fuerza, es imparable.
Disculpe el señor si le interrumpo, pero en el recibidor
hay un par de pobres que preguntan insistentemente por usted…
Han pasado 49 años desde aquél histórico día donde se abría una luz de esperanza para nuestro pueblo sometido por las políticas regresivas de las clases dominantes. Su creación, es una construcción social y como tal, si no la regamos con una visión crítica permanente, se corre el riesgo de perder el tren de la historia. Otras con más años y orígenes heroicos se derrumbaron por los errores cometidos; un pensamiento acrítico, administrativo y burocrático que impuso la cultura del inmovilismo.
“No piden limosnas, no…Ni venden alfombras de lana,
tampoco elefantes de ébano. Son pobres que no tienen nada de nada”…
Sus 49 años de lucha, de profundo vínculo con las ideas artiguistas, antiimperialista y de raíces democráticas, demostraron en los hechos y no en las palabras su arraigo a ese pensamiento cuando tocó enfrentar al Golpe de Estado.
Liber Seregni, nuestro querido compañero, se transformó en figura de la resistencia negándose a dejar el país y corriendo la suerte de nuestro pueblo. Irreductible en su ética y moral, sus enseñanzas siguen estando ahí. Pero al igual que él, fueron miles de compañeras y compañeros que pagaron un alto precio por la reconquista de la democracia. Y esto fue posible por el nivel de conciencia de nuestra fuerza y del pueblo que se sumó a esta gesta histórica. El FA sale de la dictadura herido pero con un prestigio enorme ante todos los uruguayos por su conducta coherente y combativa ante el Golpe de Estado. Ese valor acuñado junto con un fuerte trabajo en el seno de la sociedad permitió acumular fuerzas para la conquista histórica, primero de Montevideo y luego del Gobierno Nacional.
Disculpe el señor, se nos llenó de pobres el recibidor
y no paran de llegar, desde la retaguardia, por tierra y por mar…
Gobernamos durante 15 años cambiando la realidad del país y de su gente. Entonces ¿porqué perdimos frente a la derecha?
Un hecho histórico al cual debemos prestar mucha atención y ser profundamente autocríticos al respecto. En primer lugar asumimos nuestra cuota de responsabilidad y cada uno sabrá lo que le toca, pero, antes que nada, la responsabilidad es de nuestros dirigentes. Ellos deben dar explicaciones en dónde se equivocaron y afrontarlo. No podemos licuar la responsabilidad individual con la autocrítica colectiva porque lo real e importante son las consecuencias para nuestro pueblo. Serán 5 años difíciles donde la “amabilidad” dará paso al verdadero rostro del sistema capitalista.
El FA gobernó en un mundo unipolar y globalizado en las relaciones económicas y políticas. Con el derrumbe del campo socialista, las certezas desaparecieron creándose un gran vacío ideológico.
El FA avanzó en corregir injusticias de larga data inherentes al sistema, pero fue en esencia funcional a él. Sustituyó la política por la gestión de Gobierno, detuvo el impulso inicial del CAMBIO por REFORMAS sin una activa participación popular, no analizó, a la luz de la realidad de nuestro país y del mundo los nuevos desafíos estratégicos y tácticos.
¿Quiere usted que llame a un guardia
y que revise si tienen en regla sus papeles de pobre…?
¿O mejor les digo como el señor dice:
Bien me quieres, bien te quiero, no me toques el dinero…?
Fuimos ganado por el simple pragmatismo, sin un horizonte claro a donde llegar para saber que cambiar. Lo vimos en las sucesivas elecciones como perdíamos votos. Abandonamos la lucha política, ideológica y lo más importante, la batalla cultural para disputar la hegemonía a las clases dominantes.
¿Donde fue que permitimos que se acumulara tanta violencia y odio al diferente, al pobre, al de gorra de visera, piercing y tatuaje al decir de Gandini?
Ya son muchos que se atreven a hablar directamente que hay que volver a los militares como en la dictadura alentando el gatillo fácil. Esta batalla cultural y las acciones concretas para romper con el círculo vicioso que reproduce la cultura del delito y de la violencia como forma de vida, la perdimos y no es menor.
Es imposible construir una sociedad de los justos con ese “sentido común” existente en la sociedad donde la creencia es que el fuego se combate con fuego. Ese estado de ánimo permite, al decir de Gramsci: “El viejo mundo se muere.
El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”.
Disculpe el señor pero este asunto va de mal en peor. Vienen a millones
y curiosamente, vienen todos hacia aquí…
Hicimos grandes obras y avanzamos en la democratización de la sociedad, en la accesibilidad a los bienes y servicios generados.
Fueron mucho los aciertos y lo conquistado será un espejo donde la derecha tendrá que mirarse. Hoy aprendimos que no basta con una buena gestión, porque nunca se trató de “gestionar” sino de CAMBIAR.
No alcanza con mejoras materiales si estas no tienen la sal del pueblo participando activamente del cambio, así lo vivimos en noviembre, porque nada, absolutamente nada es posible, sin la participación consciente del pueblo en la construcción de su propio destino.
Los hechos en la historia de la humanidad marcan la tendencia de la imposibilidad del sistema capitalista de dar respuesta a las necesidades de las sociedades.
Con el objetivo de alumbrar un nuevo orden social, lucharemos para que mujeres y hombres conscientes de los objetivos colectivos y de su papel individual, se lancen a la batalla política e ideológica disputando la hegemonía cultural dominante donde “el hombre es el lobo del hombre “, creando así nuevos horizontes, donde el valor supremo no sea el individualismo rapaz, sino por el contrario, el amor por el otro, la solidaridad, la justicia y la libertad.
(*)“Disculpe el señor, Pero este asunto va de mal en peor.
Vienen a millones y curiosamente, vienen todos hacia aquí.
Traté de contenerles
pero ya ve, han dado con su paradero.
Estos son los pobres de los que le hablé…”
A pesar de los intentos del capitalismo de convencernos de que su existencia es una creación definitiva y para siempre, los pueblos se mueven y luchan, en el acierto o error, por sacudírselo de encima.
¡Viva el Frente Amplio!
La lucha continúa.
(*) SERRAT/Disculpe el señor
