Del exhorto al garrote
Como un acto de magia, Lacalle Pou muestra una prolífera verborragia de libreto sobre la libertad individual y su importancia del uso responsable de ella en el marco de la pandemia y por otro lado da órdenes a su Ministro del Interior para que reprima o disuelva las posibles “aglomeraciones”.
El viernes de noche un operativo con más de 5 patrulleros y 20 policías armados con escopetas desalojaron el Bar Tundra en Montevideo
El domingo a la noche en la Plaza Seregni en un fuerte operativo policial con motos escudos, balas de goma y palazos.
Hubo varias personas golpeadas y 12 detenidas (que fueron liberadas en la mañana del lunes). El domingo a la noche en el Casino del Parque Rodó, luego de que terminara una cuerda de tambores, un grupo de choque de la Republicana con escudos y escopetas avanzó por Salterain. El domingo a la tarde en El Cuadrado de la Rambla, Plaza de los Bomberos y Plaza Varela fueron desalojados con policías. Hubo situaciones similares el domingo en San Carlos y Punta del Diablo, y una fuerte represión en Juan Lacaze el Sábado.
He aquí que ya es noticia la actuación represiva de la banda de Larrañaga durante este fin de semana, con situaciones graves por la violencia policial utilizada en Plaza Seregni sobre personas que se encontraban escuchando música (principalmente jóvenes afrodescendientes) y tocando el tambor. Se están desplegando violentos operativos policiales para desarmar reuniones y demás actividades al aire libre, sin aviso de ningún tipo, desplegando y usando la fuerza desmedidamente
Como ciudadanos uruguayos y como frenteamplistas repudiamos la violencia policial y cualquier accionar represivo desde el Estado sobre la población indefensa. Ya tuvimos dictadura en este país y no queremos volver a vivirla. Queda claro la contradicción entre lo dicho y lo hecho por el gobierno, ya que por un lado se abre la actividad laboral y comercial (Shopping, etc.), educativas con presencialidad de profesores y estudiantes, y por otro lado se da palo a gente que se junta en un bar o en una plaza a tocar el tambor.
Bajo la excusa de la pandemia, entendemos que esta represión policial se inscribe en el objetivo de instalar el miedo a ocupar los espacios públicos bajo el concepto de la criminalización de la acción social. No importa para qué te juntás, lo que importa es dejar claro que hacerlo es un acto criminal y por lo tanto amerita ser reprimido. Se pretende establecer en la sociedad la necesidad de los cuerpos represivos y particularmente la represión violenta como método para controlar a aquellas personas que no entienden que no pueden juntarse en una plaza, en un bar o dónde sea. Justificar la represión y un Estado Policial se relaciona directamente con la intención de consolidar y naturalizar en la sociedad ese accionar para enfrentar lo que será la lucha por derogar la LUC. Se busca instalar una falsa contradicción entre “quienes van a la rambla a patinar” y quienes no lo hacen. Construir enemigos para que la sociedad se distraiga de lo fundamental. Pero, por otro lado debemos señalar que en un contexto de pandemia y agotamiento social, este accionar implica rociar de gasolina y lanzar un fósforo prendido.
El Chasque 