El Chasque Nº 53 -TABARÉ ES HIJO DEL FRENTE AMPLIO

11/12/2020

Por múltiples razones no podemos eludir el hecho irreversible que implica la muerte del compañero Tabaré Vázquez. Por lo tanto y sin pretensión alguna queremos destacar en forma somera algunos puntos referidos al significado y a los relatos hechos sobre el rol de nuestro querido compañero. Más que su vida y sus cualidades personales, nos interesa señalar algunos aspectos que se quieren instalar por parte de determinados operadores políticos y por supuesto por parte de los medios hegemónicos.

Da la idea, según comentarios vertidos en varios medios, que Tabaré llegó a donde llegó por el hecho de alejarse del frenteamplismo, de moderar los discursos “radicales”, por mérito propio exclusivamente o por haber creado el “encuentro progresista” como forma de poder ganar las elecciones a nivel nacional. Seamos claros, más allá del debate que se instaló en el FA por la creación del “encuentro progresista”, su confirmación fue posible por el acuerdo del conjunto de las fuerzas que la integran, de lo contrario no hubiera tenido ninguna oportunidad. En muchas opiniones hay evidentemente una intención de vaciarlo de contenido frenteamplista, de construir una imagen aséptica cuyos valores humanísticos, de justicia social, fueron dados por obra y gracia del espíritu santo.

Los teóricos burgueses, o bien reducen la historia a la actividad consciente de las “personalidades notables” sin ver ninguna ley que rija esa actividad, o bien disminuyen el alcance de la actividad humana, no viendo en el hombre más que el instrumento de una necesidad ciega, de una voluntad divina, de un destino impenetrable. En oposición a los idealistas y a los materialistas vulgares, el marxismo estima que los hombres crean ellos mismos su historia, pero siempre en función de condiciones materiales históricamente determinadas. Actuar sobre las condiciones objetivas para cambiarlas por parte de las clases subalternas conlleva a que los grandes hombres pueden realmente llegar a ser grandes, cuando sus ideas y sus deseos traducen acertadamente las necesidades del desarrollo económico de la sociedad y por ende las de la clase populares.

Es innegable que su condición de médico oncólogo o el haber sido presidente de Progreso fue resultado exclusivo del esfuerzo personal, y como máximo, del apoyo familiar. Sin embargo, en el plano político, Tabaré tuvo que recorrer un largo camino desde su candidatura y triunfo del Frente Amplio a la IMM en 1989 hasta el 2004 cuando fue electo presidente de Uruguay. Y en ese proceso se ganó un lugar dentro del FA porque siempre existió una relación determinante del FA y su gente con Tabaré. Sería ilusorio suponer su existencia sin el Frente Amplio. Imposible que un Tabaré Vázquez naciera y se proyectara como figura política en el seno de los partidos tradicionales por la sencilla razón que estos partidos representan a la oligarquía.

No es un caudillo, como se lo quiere mostrar, no tendría oportunidad de serlo en una fuerza de izquierda. Evidentemente no le quitamos méritos a su persona, ni negamos las cualidades naturales para interactuar con la gente, que amalgamada con la fuerza política, hizo posible que fuera el primer intendente de Montevideo por la izquierda y dos veces presidente de los uruguayos. Entonces, mostrar o explicar a Tabaré independientemente del FA es claramente con la pretendida intención de borrar la participación del pueblo en la lucha por construir un destino más justo. Lo han hecho con Artigas y la revolución oriental, instalando la figura del “caudillo” como único gestor de ese proceso, cuando en realidad lo que hacen es ocultar el papel del pueblo oriental alzado en armas en su lucha revolucionaria independentista. Con Tabaré buscan exactamente lo mismo; destacar exclusivamente el papel del individuo por encima del colectivo, proyectando a su vez un relato subjetivo idealista del surgimiento de los “lideres” negando el peso decisivo de las circunstancias históricas. Señalaba Plejanov: “Los individuos pueden influir en los destinos de la sociedad. … El carácter del individuo constituye un ‘factor’ del desarrollo social solo allí, solo entonces y exclusivamente en el grado en que lo permiten las relaciones sociales”.

Mal que les pese a la derecha, el aporte y el legado de Tabaré a la sociedad uruguaya en el terreno político es, ni más ni menos, el legado del Frente Amplio.

En una palabra, Tabaré es hijo del Frente Amplio.

El Frente Amplio es hijo del pueblo trabajador, de los humildes. Es expresión política de los desheredados y explotados por un sistema capitalista totalmente caduco y retrógrado. Hoy nos encontramos ante una etapa no resuelta en forma definitiva. De ahí que el FA está llamado a continuar en la lucha ya que sigue siendo la única esperanza para las grandes mayorías contra los oligarcas y las élites del capital financiero. Este gobierno es el gobierno del gran capital y de los terratenientes de riñón cubierto. El pueblo uruguayo probará nuevamente el veneno del neoliberalismo anunciado en el Presupuesto y en la LUC. Es responsabilidad nuestra, más allá de los resultados, hacer carne las palabras de Tabaré: “NO TE RINDAS”

En su sepultura las banderas que lo acompañaron fueron la de Otorgues y la de Progreso y eso, no es casualidad.

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