22/01/2021
El nuevo «borrador de trabajo» de Balance y autocrítica del FA, de diciembre de 2020, como el anterior comienza con las definiciones clásicas: «La unidad popular …se apoyó en una definición esencial por un proyecto antimperialista y antioligárquico. El FA es producto de las luchas de nuestro pueblo…».
Nos dice:«durante 15 años …llenos de logros, hubo errores… pero que sólo pueden valorarse ..como parte de las restricciones de los momentos históricos»
“…como nunca antes la necesidad de generar…, a nivel global, la superación de las actuales relaciones sociales de producción. …que no tienen por sujeto al ser humano…»
Nos habla de cambios estructurales a nivel internacional, a la vez que se afirma:
«Con más de un siglo de prácticas imperialistas, EEUU no acepta que nadie cuestione su hegemonía y pretende mantener América Latina como su “patio trasero”»
Coincidimos, los procesos latinoamericanos, incluido el nuestro, tuvieron:
«…incapacidad para avanzar en las reformas estructurales imprescindibles, de generar niveles de unidad y organización popular que permitieran a los pueblos empoderarse de los cambios…»
Coincidimos también que hubo logros:
«…quince años después, el FA deja una sociedad que disfruta de un mejor nivel de vida, que goza de mayores derechos y que puede acudir a instituciones más abiertas, democráticas y plurales.»
Pero en el resultado: «Hay un retroceso ideológico y político.«
….«En los gobiernos del FA se hizo para la gente, pero no siempre con la gente.»
…»si bien hubo alguna mejora en los ingresos no logramos transformaciones estructurales en términos de inclusión social, territorial, habitacional y educativa.»
Reconoce que hubo «inconsistencia estratégica», es decir, no se encaró un proyecto de país alternativo al capitalismo…«para acelerar una transformación productiva que redujera la dependencia» y que no se vió «el papel del imperialismo norteamericano como enemigo de las democracias en el continente»
Pero, hay un aspecto que no analiza, pues la política económica, base de la estrategia del gobierno para resolver los problemas de la gente, puso la economía de mercado, acudir al capital y la exoneración fiscal a la inversión como el único camino aceptable para «dar trabajo» a los uruguayos. No se puso ninguna condición que contemplara una estrategia de país, atención a sectores para un desarrollo sustentable a mediano y largo plazo. Tampoco se impulsó la inversión pública para depender en un futuro, menos de los impuestos y más de nuestros propios recursos, y como forma de proteger la soberanía nacional. No se utilizó la capacidad de las Empresas Públicas y las compras del Estado para la promoción de las micro, pequeñas y medianas empresas, cooperativas o privadas, en conglomerados (clusters), para darles capacidad de competir con las multinacionales impulsando el desarrollo, la inversión, la innovación y el trabajo nacional. A ello habría agregar la complementación productiva que esta cadena nacional podría plasmar con productores de otros países, para beneficio mutuo, fortaleciendo una corriente de comercio duradera, que permita planificación y seguridad.
No estamos diciendo nada extraño, es la planificación estratégica que, desde hace décadas, realizan las multinacionales, explotando a trabajadores de todo el mundo y hundiendo a los productores que se mantienen de forma solitaria, con lo que terminan en la quiebra o al servicio de esos capitales.
No se analizó ni se analiza, como decíamos, los límites que impone el sistema por sus propias contradicciones, al desarrollo de políticas inclusivas que prometen los programas tanto de la derecha como de la socialdemocracia, bienintencionados pero utópicos, que la realidad deshecha en poco tiempo. El gran capital, y lo vemos en informes de organismos internacionales, sigue acumulando riqueza, más basado en la especulación que en la producción. Pues como dice M. Roberts, al descender la tasa de ganancia, hay «una huelga de capitales», huyen de la inversión productiva, de la innovación, hacia la especulación que les resulta más rentable. Ahí van los billones de dólares que los bancos centrales de USA y Europa inyectan desde la crisis de 2008 con tasas cero e incluso negativas.
Por tanto, la cuestión no es seguir apostando a los grandes inversores para proporcionar trabajo. Si lo único que persiguen es el lucro, aumentar sus ganancias y acumular más capital, sólo estaremos fortaleciendo al enemigo, a los que presionan para bajar los salarios e impuestos -los países se pelean por atraerlos con todo tipo de exoneraciones y franquicias, como lo vimos con UPM- pero al final es poco lo que dejan, en cambio aumenta su poder para presionar sobre la sociedad y los Estados en proporción al aumento de su riqueza.
Siguiendo con el Borrador, lamenta que: «la gente no se empoderó de los logros alcanzados»
Mal puede «apoderarse» la gente, de algo que nunca estuvo a su alcance, de lo que nadie le preguntó, en lo que no tuvo la mínima participación, donde ante cualquier crítica se replicaba, «nunca hubo una conducción económica más exitosa en la historia del país, en años de crecimiento continuo, en distribución del ingreso, etc.» y Astori repetía que «no se había presentado ninguna propuesta diferente». Claro, cuando no se escucha, no se puede oír. No fueron una sino mil ideas que surgieron de múltiples voces, dentro del propio FA.
Según palabras del propio Astori, quien dirigió la economía en los gobiernos del FA, «se fijaba el escenario para que los distintos actores se movieran en él». Ese escenario fue el libre mercado, la exoneración de inversiones para atraer el capital privado, acumular reservas internacionales, una mínima inversión pública, asistencia a los sectores más desprotegidos de la sociedad.
Como ejemplo podemos poner la política de vivienda, en vez de subsidiar (palabra odiosa para los neoliberales) a la población, se subsidió a los capitalistas. Un gran negocio para un sector del capital, que además realiza buena parte de su inversión con préstamos.
El borrador sigue:
«La descentralización y la participación ciudadana siguen siendo temas en los que enfrentamos enormes desafíos. Una parte de esos problemas se relacionan con que la fuerza política no ha sido capaz de implementar procesos sistemáticos de escucha activa…«
Nos habla de «escucha activa», pero de lo que se trata es de la participación activa, de reconocer y rectificar, para promover esa participación desde la dirección. Promover, planificar el crecimiento de los comités, más comités, más adherentes, más cotizantes, más militantes, más cuadros, más formación, más movilización, más participación en las decisiones, más metidos en la comunidad. El Comité de Base en la Comunidad, a la cabeza en la solución de los problemas, trabajo, salud, educación, vivienda, cuidados, que cada uno tenga un plato de comida, etc.
El Borrador hace planteos compartibles, enumera los principios fundadores, criticas acertadas tras 15 años de gobierno, pero cuando trata de definir las perspectivas, los olvida, cae en generalidades, habla de dos proyectos de país atacando al que defiende y aplica la derecha, pero nada dice sobre el otro proyecto.
No pretendemos un programa acabado, pero si pautas que se opongan con claridad al proyecto regresivo del Gran Capital. Sólo plantea: la erradicación de la pobreza y un Plan de vivienda que a la vez de resolver un problema, tiene la virtud de ocupar mucha mano de obra.
Estos dos temas fueron planteados por la derecha en su campaña electoral y como propósitos del gobierno «en la medida de los posible». Sabemos que no lo pueden llevar a cabo porque no tienen posibilidad dentro del sistema capitalista que defienden. Están limitados por la necesidad, como señaló el Presidente Lacalle, de proteger a los «malla oro», es decir promover la acumulación de capital para que puedan invertir, crear fuentes de trabajo, pagar salarios, pero el final es siempre el mismo: acumular más plusvalía.
¿Nuestro proyecto de país no tendrá que ver con los planteos del FA en su nacimiento?
“…desplazar a la oligarquía del poder y llevar el pueblo a gobernar…»
Para así si:
Eliminar la pobreza, en especial la infantil
Resolver o comenzar a resolver la vivienda
Poner la tierra al servicio de los intereses generales.
Trabajo claro. ¿Como resolver la pobreza si no es con fuentes de trabajo?
Salud, Educación, Cultura, Deporte, Cuidados, etc.
¿Como resolver todo esto?
¿De donde salen los recursos?
Recordemos que la coalición multicolor nos acusó de no resolver los problemas del país y de haber malgastado enormes recursos.
Ellos plantearon el ahorro de USD 900 millones para poner el país de pie -dinero que el FA dilapidaba- sólo con gestionar bien. Ahora sabemos que sus «ahorros», su «eficiencia» proviene de los bolsillos de los trabajadores, que perderán salarios -seguro por dos años- y dios sabe por cuantos más, por el mismo camino van los jubilados, más el recorte de «gastos del Estado» que reducen prestaciones sociales, cayendo sobre «los más necesitados».
Así, mientras recortan los gastos sociales, multiplican las exoneraciones al capital (subsidios), cuanto más grande la empresa más capacidad de acogerse a ellas, las micro, pequeñas y medianas empresas poco podrán rescatar, aunque pierdan, igual deben aportar sobre una renta que no tuvieron.
Pero, digresión aparte, el otro proyecto de país tiene que apoyarse en el pueblo trabajador, incluyendo a pequeñas y medianas empresas de la ciudad y del campo, que en su gran mayoría sufrió y sufre las consecuencias de la brutal acumulación de riqueza, de la competencia de los grandes capitales que nada logra saciar su sed de ganancias y amenazan la propia existencia de los más pequeños,
El Borrador plantea generalidades:
“…preparar la nueva era progresista … construir escenarios de desarrollo e igualdad nunca antes conocidos … incorporar un progresivo cambio cultural en la sociedad.»
“…construirse sobre una base programática amplia pero transformadora capaz de concitar grandes mayorías y consenso…»
“…programa nacional y popular que tenga como objetivo estratégico el desarrollo humano y la erradicación de la pobreza, no sólo el espanto al modelo conservador…»
Mientras la Declaración Constitutiva del 5 de febrero de 1971 del FA decía:
«Un programa de contenido democrático y antiimperialista que establezca el control y la dirección planificada y nacionalizada de los puntos claves del sistema económico para sacar al país de su estancamiento, redistribuir de modo equitativo el ingreso, aniquilar el predominio de la oligarquía de intermediarios, banqueros y latifundistas y realizar una política de efectiva libertad y bienestar, basada en el esfuerzo productivo de todos los habitantes de la República.»
Con la participación irrenunciable del pueblo frenteamplista:
“Cada militante frentista es un político”
“el Frente encarna una nueva concepción de la vida política: porque los militantes populares, los miles de combatientes contra la dictadura, no participaban en modo alguno de esa concepción que proclama la derecha, según la cual el único acto político del ciudadano debe ser el voto,según la cual, después de votar cada uno debe irse a atender sus asuntos personales, dejando a los representantes políticos el manejo de los asuntos nacionales. No; ninguno de los millares de militantes que antes del 5 de febrero de 1971 ya habían integrado el Frente, ninguno de esos militantes estaba dispuesto a abandonar sus banderas, a entregarlas a representantes para que estos actuaran separados del pueblo. (Germán Wettstein López. Liber Seregni. La autoridad del Pueblo. Mayo 1982. Pag. 56 – )
Para enfrentar la actual coyuntura necesitamos una estrategia, tener claridad de pensamiento, pero también acción. Tarea central hoy es reunir las firmas para anular la LUC:
Hoy enfrentamos una agudización de la crisis del capitalismo y por ende de la lucha de clases, el gran capital no resigna sus ganancias ni la posibilidad de acumular. En ese marco, a nivel nacional hay una tarea central, vital para el proceso de acumulación de fuerzas, que es reunir las firmas contra la LUC. Esta tarea no es un fin en sí mismo, sino una herramienta más para desarrollar la lucha y ganar en la conciencia de nuestro pueblo. Una gran batalla política e ideológica para demostrar que la LUC, el Presupuesto, la caída de salarios y jubilaciones son una parte de la contraofensiva reaccionaria para expropiar a trabajadores, jubilados, pequeñas y medianas empresas en favor del gran capital.
Crear conciencia para comprender que una mayor plusvalía la logran también a través del recorte de libertades, de derechos, al cercenar la posibilidad de protestar, de movilizare, de unirse, pues los trabajadores, la única forma de responder a los recortes, es con lucha, movilización.
Por antonomasia, por definición, pueblo es multitud, siendo ésta su única fuerza, más la organización. A eso temen las minorías privilegiadas y usan todos los medios, hoy inclusive la pandemia es utilizada a esos efectos, a través de los medios de comunicación o de la represión directamente.
Pero, en medio de tantas dificultades, la recolección de firmas ofrece una excelente oportunidad para la organización de las fuerzas populares. En especial los Comités de Base del FA, con su organización territorial, aparte de las mesas en ferias y locales, puede tensar sus fuerzas para llegar a todos los frenteamplistas en cada barrio. Es posible organizar en cada cuadra a los adherentes para recoger su firma y la de los vecinos, cuadra a cuadra, casa por casa para debatir por que no a la LUC, pero también para saber cuales son las necesidades, los temas que preocupan: la vivienda, el trabajo, la salud, los cuidados, la educación, el deporte y el esparcimiento, si a alguien le falta alimento, etc.
Discutir cada semana, cada mes, la situación política, la problemática de la Comunidad, la necesidad de organizarse, cobrar al adherente.
Impulsar en cada barrio, cada cuadra una verdadera participación ciudadana en la comunidad, con los trabajadores de la zona, los sindicatos, en las múltiples actividades que se desarrollan en cada barrio, Clubes sociales, deportivos, culturales, organizaciones sociales.
Promover, apoyar, impulsar la organización de la Comunidad, profundizar la democracia, la participación, para ir directamente a resolver las necesidades locales, producción de alimentos, fuentes de trabajo, cooperativas de consumo de las familias, detectar problemas de vecinos, desocupación, situaciones de calle, desalojos, resolver ollas o alimentos, solidaridad con la participación de los interesados en tareas comunitarias, etc.
Parte de ese proyecto reaccionario que mencionamos y que hay que enfrentar, es la Reforma Jubilatoria. Nos han convencido que «los viejos» son un peligro para la humanidad. Mientras los mil millonarios del mundo reúnen cada día más millones no porque inviertan demasiado, sino por los billones de dólares que le proporcionan los Estados, mientras cada día ganan más porque gracias a la ciencia, la técnica y la productividad ganada, se desprenden de fuerza de trabajo, multiplicando la miseria. Estos mismos señores y los mercenarios que cobran por demostrar lo indemostrable, sostienen que no se pueden sostener las pensiones, hay que trabajar más años, aportar más, a pesar que cada día se produce más con menos trabajadores, con menores costos en todos los terrenos. Cómo explican esto? dicen que los estados no resistirán las erogaciones por seguridad social, porque lo que se cobra a los activos no dará.
Por qué? Habrá menos trabajadores activos por pasivo y seguramente ganarán menos pues las máquinas desplazan al trabajo vivo.
Por qué? Esto no lo van responder ellos, pero es la realidad. Porque unos pocos, cada vez menos acumulan, miles de millones, dentro de poco billones de dólares, y dejando a la gente sin trabajo, la producción que podría crecer mucho no lo hace. No hay demanda porque la población del mundo es tan pobre que no puede comprar. Hay muchas necesidades insatisfechas, hay mucha producción que se pierde y hay mucha producción que se deja de hacer, porque esa población necesitada no tiene capacidad de compra, no tiene dinero, porque no tiene trabajo.
Ahora la pregunta es: Habiendo fuerza de trabajo libre, habiendo máquinas y equipos disponibles para producir productos de consumo y más máquinas y equipos, ¿por qué no se pone a andar ese proceso?
Reflexionemos el momento con palabras de Brecht:
«Entonces, ¿de qué sirve decir la verdad sobre el fascismo -que se condena- si no se dice nada contra el capitalismo que lo origina? Una verdad de este género no reporta ninguna utilidad práctica.
Estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo.
Los demócratas burgueses condenan con énfasis los métodos bárbaros de sus vecinos, y sus acusaciones impresionan tanto a sus auditorios que éstos olvidan que tales métodos se practican también en sus propios países.”
Estas palabras se ajustan a lo que expresara el FA desde su fundación: el capitalismo no es el camino a la Democracia, sino el lugar donde una Oligarquía -dueña de la riqueza- realiza sus negocios a expensas del pueblo. Y el fascismo, como ya ha sucedido, podrá renacer con su barbarie.
