EEUU: la economía con Biden

Michael Roberts
23/01/2021

Es el día de la inauguración. Hay un nuevo presidente en los EE UU, la economía y el estado capitalistas más poderosos del mundo. El mandato de cuatro años de Joe Biden comienza hoy, mientras Donald Trump se escabulle a su complejo golfistico en Florida, después de asegurar que su “movimiento acaba de empezar”.

¿Cuál es la situación en los Estados Unidos al hacerse cargo del país Biden? La pandemia de COVID-19 ha causado enormes daños en la vida y los medios de subsistencia de millones de estadounidenses. Su impacto ha sido mucho peor de lo que podría haber sido por varias razones. Primero, el gobierno de los Estados Unidos, al igual que los otros gobiernos, no había hecho nada para prepararse para la pandemia de COVID-19. Como se ha explicado en artículos anteriores, se había advertido a los gobiernos que los patógenos peligrosos para la vida humana para los que no había inmunidad se estaban volviendo más frecuentes, lo que había provocado ya una ola de epidemias antes del COVID-19. Pero la mayoría de los gobiernos no gastaron en prevención (investigación sobre vacunas), ni en protección (recursos sanitarios sólidos y sistemas de pruebas y rastreo). Por el contrario, los gobiernos habían recortado el gasto en salud, privatizándolo y subcontratándolo, y en el caso de Estados Unidos, aplicando un sistema de seguro médico privado que dejó a una minoría considerable de estadounidenses sin protección alguna, y el resto pagó enormes primas por su cobertura sanitaria.
Y en los EEUU y otros países, como el Reino Unido, Suecia y Brasil, hubo una abierta negativa de los gobiernos a reconocer la naturaleza letal del virus y a tomar medidas para salvar vidas. Para estos gobiernos, mantener las empresas funcionando, especialmente las grandes, era más importante. Esta actitud llevó a cierres tardíos y medidas de aislamiento social, luego a confinamientos «light», que no suprimieron la propagación del virus, y más tarde a relajaciones demasiado tempranas que llevaron a una reactivación de la pandemia.
Así que mientras Biden presta juramento en la ceremonia de inauguración, los estadounidenses todavía enfrentan niveles casi récord de casos y muertes causados por el COVID. Al mismo tiempo, la actividad económica y la movilidad de las personas se mantienen muy por debajo de los niveles anteriores a la pandemia. Según el último informe de movilidad de Google, la actividad económica de EEUU sigue estando entre un 20% y un 25% por debajo de la del año pasado.

De hecho, el coste económico de la pandemia durante 2020 ha sido equivalente al 80% de la producción del PIB real de EEUU de 2020, si se tiene en cuenta el PIB perdido, las muertes prematuras, el deterioro de la salud a largo plazo y la salud mental.

De modo que el gobierno estadounidense saliente (como muchos otros) no pudo salvar vidas y tampoco pudo salvar los medios de subsistencia. Y este es particularmente en el caso de los peor pagados, que a menudo no pueden trabajar desde casa, se ven obligados a trabajar en condiciones peligrosas o son despedidos; y eso significa ante todo negros y otras minorías étnicas, mujeres y jóvenes.
En general, la economía de EEUU se ha contraído aproximadamente un 4-5% en 2020. Es la mayor contracción desde principios de la década de 1930, ¡hace 90 años! Se han perdido más de 25 millones de empleos, y millones de trabajadores están recibiendo ayudas de emergencia, prestaciones por desempleo o han abandonado toda esperanza. Grupos enteros de empresas estadounidenses han cerrado, principalmente en el sector de servicios, pero no solo, pero no reabrirán cuando la economía se recupere (cuando se haya vacunado a suficientes estadounidenses).

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