El Chasque 94
14/07/2023
Ricardo Daher
El gobierno y la prensa sueca agitan campanas de alegría porque el gobierno de Turquía aceptó que Suecia ingrese a la Organización del Atlántico Norte (OTAN)rompiendo 200 años de “neutralidad”.
Las condiciones turcas impondrán a Suecia volcarse del lado más reaccionario de la política europea, y confirma que tras 200 años de supuesta neutralidad, que le valieron no ingresar en ninguna guerra oficialmente, ahora tendrán la posibilidad de sumarse a un lado beligerante.
El abandono de la “neutralidad” no debería sorprender ya que Suecia ha estado trabajando de una u otra manera para uno de los bandos en los grandes conflictos internacionales. De Suecia salió el concepto de raza superior, de extender el espacio vital de Europa Occidental hacia el este, además de que la familia real, con más poder en la antigüedad, ha estado siempre vinculada a Alemania.
Existe un interesante libro, “Heder och samvete, Sverige och Andra Världskriget” (Honor y conciencia: Suecia y la Segunda Guerra Mundial) de María-Pia Boethuis, que revela los vínculos de Suecia con la Alemania nazi hasta unos días antes del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Tampoco es intrascendente que en el servicio militar sueco se utilizaron siluetas de soldados soviéticos para sus prácticas de tiros, entre otras cosas.
De todas maneras, antes del ingreso a la OTAN, y desde hace algunos años, Suecia ha trabajado en conjunto con esa organización, por ejemplo, en los bombardeos de Serbia en los 90, en ejercicios militares conjuntos, en patrullas en el Mediterráneo para frenar el ingreso de inmigrantes y ha participado en otras operaciones impulsadas por la OTAN en países árabes y del Medio Oriente. Suecia ha enviado tropas a Afganistán e Irak después de la invasión norteamericana.
Durante esa invasión, Suecia entregó armamento y barcos y transporte e Estados Unidos aunque la legislación prohibía vender armas a países beligerantes.
Recientemente el ministro de Defensa sueco dijo que no habría instalación de armas nucleares de la OTAN en su territorio, aunque en los estatutos de esa organización admite que podrían exigir instalar esas armas allí.
Como sostenía el asesinado primer ministro sueco *Olof Palme, la escalada armamentista no asegura la paz, sino al contrario, acerca la guerra.
*El 28 de febrero de 1986, en pleno ejercicio de su cargo de primer ministro, Palme fue asesinado por un desconocido mientras paseaba en compañía de su esposa. Ejerció como primer ministro de Suecia durante 10 años en dos etapas: desde 1969 hasta 1976, y de nuevo desde 1982 hasta su asesinato. Fue además líder del Partido Socialdemócrata Sueco (SAP) desde 1969 hasta 1986, y vicepresidente de la Internacional Socialista desde 1973.
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