Seregni, febrero de1973, dos épocas, una sola estrategia

9 de febrero de 1973. Discurso de Seregni
a 51años de los comunicados 4 y 7
Ruben López
El Chasque 124
9/02/2024

1973. Ante los hechos, el enfrentamiento de las FFAA con el Poder Ejecutivo, el Comunicado 4/73 del mismo día 9/02, el acuartelamiento de la Armada en la Ciudad Vieja, la soledad de Bordaberry, una profunda crisis económica, social e institucional instalaba uno de sus últimos capítulos antes del Golpe. Desde que la Oligarquía tomó, bajo la presidencia de Pacheco Areco, el aparato del Estado para defender a sangre y fuego sus intereses, que sería a cuenta de los trabajadores y el pueblo, se profundizó la crisis, la lucha de clases.

Este discurso del General Seregni, así como otros de los años 1971 y 1972, ayudan a comprender una época, así como diferencias y continuidades con el presente, amén del apego a principios muy caros para los fundadores del FA, como eran en primer lugar la solución a los verdaderos problemas de la gente y su participación protagónica en la forja de su destino. Las diferencias con aquella época, que nos ofrece el mundo y son exaltadas por muchos “renovadores”, no pueden ocultar que el imperialismo sigue más vivo que nunca, la desigualdad es infinitamente mayor que hace 5 décadas, los sectores oligárquicos mantienen el poder económico y en una medida mucho mayor que en 1973, la masa salarial y los salarios reales son menores, la pobreza y la indigencia de mayor magnitud que entonces, el capital extranjero tiene una mayor participación en la economía como muestran estudios recientes, los organismos internacionales pesan más aún atentando contra la soberanía nacional, vía organismos internacionales, tratados de inversiones, calificadoras de riesgo y los grandes capitales, que cercenan la libertad de los uruguayos.

Bien. Estas palabras del General son una lección de un pensamiento soberano, un legado a las nuevas generaciones, de real preocupación por los más débiles, de cómo reaccionar en los momentos difíciles, de como analizar “el momento”, no dejarse llevar por movimientos tácticos pasajeros, sino desde una mirada estratégica, siempre atentos, al enemigo principal: la Oligarquía.

Así encabezamos, cuando publicamos hace unos meses, este histórico discurso.

Hoy, a los 51 años de los hechos queremos remarcar algunos aspectos del mismo, pues poco se habla del contenido, de las ideas, de los principios, de la capacidad estratégica del General para analizar hasta las situaciones más difíciles.

¿Se quiere construir un Seregnismo sin Seregni?

De ahí la necesidad de rescatar su legado, para las nuevas generaciones, pero fundamentalmente para navegar por las tormentosas aguas del capitalismo contemporáneo y sortear las dificultades -que sin ser tan dramáticas como las de 1973- son vitales para la mayoría de nuestro pueblo que se debate entre la miseria y la pobreza, asombrados, como al mismo tiempo unos pocos gozan de la riqueza y un lujo desenfrenado (los mismos que nos hablan de no agrandar la grieta)..

************* Del Discurso de Seregni 9/02/1973

Extraemos conceptos que a pesar de los años, no sólo sirvieron a una situación especial de crisis, expresan un valor universal, la esencia del hombre de nuestro tiempo y nos dan hoy una pista para analizar la realidad:

…..”La libertad —el don más precioso del hombre— ya no puede entenderse como la simple posibilidad de que los ciudadanos opinen, se reúnan, se desplacen, se agremien, se comuniquen o simplemente vivan sin la amenaza de los acosos, los apremios o los vetos arbitrarios de los organismos represivos. Con ser ello un avance gigantesco con respecto a la situación presente, no alcanza para configurar el sentido fecundo y creador que nosotros, desde nuestra concepción del hombre y del mundo, le damos a ese bien. La libertad es, en definitiva y la síntesis final de todos los otros bienes que el hombre tiene derecho a disfrutar en una sociedad justa. Porque sólo en la justicia se es libre.

…..no queremos para los orientales la libertad de morirse de hambre, la libertad de envejecer en ruinas, la libertad de ser analfabetos, la libertad de enfermarse sin atención adecuada, la libertad de vivir en rancheríos y cantegriles, la libertad de emigrar en busca del trabajo que aquí no encuentran.

…En el hambre y en la miseria no hay libertad. No la hay cuando los brazos de los trabajadores crean las riquezas que disfrutan otros; no puede hablarse de libertad allí donde reina el privilegio, la injusta distribución del ingreso. ¿Es que ello significa que no deben preocuparnos las violaciones de los derechos y las libertades que comprobamos diariamente? ¿Acaso debemos olvidar a los detenidos sin proceso, a los centenares de compatriotas confinados en condiciones infrahumanas y sometidos a vejaciones indignas en esta sociedad civilizada? ¿Es que habremos de diferir nuestras angustias y nuestro dolor hasta que se haya configurado el Uruguay que soñamos?

Ciertamente no, compañeros. La libertad es una vocación incondicionada, y su ejercicio debe ser tarea de cada minuto. Sólo es digno de la libertad, se ha dicho, quien es capaz de conquistarla día a día. Y sólo tienen títulos legítimos para reclamarla —agregamos— quienes, como los integrantes del Frente Amplio, han luchado por ella desde los puestos más diversos de su militancia: en el parlamento, a través de la infatigable denuncia de nuestros legisladores, pero también en la calle, en la oficina, en la fábrica, en el taller, mediante el trabajo esclarecedor de nuestras bases, nucleadas en los comités y proyectadas hacia los barrios o los lugares de trabajo.”

Estos conceptos que rescatamos no son propiedad de nadie, son patrimonio de quienes lucharon y luchan junto a su pueblo, en el Africa Occidental, en Palestina o en Nuestra América, vistan de overol, traje y corbata o uniforme. La única diferencia es de que lado de la historia se ubican: con la clase obrera o la burguesía, con el pueblo o la oligarquía.

Estábamos en febrero de 1973, bajo la presidencia de Bordaberry, sucesor de Pacheco Areco, ambos gobernaron al borde de la Constitución, utilizando todo el poder del Estado para favorecer al gran capital, reprimiendo al movimiento obrero y popular.

Seguía el General:

…..”Una opresión que trata de ocultar la injusticia bajo la engañosa consigna de la defensa del orden. Dijimos, el 26 de marzo de 1971: “El régimen actual no es el orden, sino el «desorden establecido». Nosotros sí queremos cambios radicales en la vida económica y social del país.
Son los que no quieren cambiar las cosas, los agentes de la violencia y los agentes del desorden.”

….Nunca el país, aunque cueste creerlo, ha tenido mejores posibilidades de recuperación y de desarrollo genuino. Nunca como ahora, la lana y la carne han alcanzado tan elevados precios en el mercado internacional. Se trata de una riqueza nunca vista antes en nuestro país. Y al mismo tiempo, el pueblo nunca ha vivido con una pobreza mayor. ¿Es que no es esto subversión? ¿A dónde va a parar toda esta riqueza que generan los peones rurales, los productores, los obreros de los frigoríficos? Va a engrosar las cuentas que los malos orientales tienen en Las Bahamas, en Suiza, en los Estados Unidos. ¿Es que no es esto subversión, desorden establecido, tolerado, fomentado por el régimen?”

Vemos, que con matices, la situación económica y social no es muy diferente a la actual, y si miramos las estadísticas, los niveles de desigualdad, de miseria y pobreza son hoy mucho peores que ayer. La oligarquía se enriquece mientras los trabajadores trabajan mas y ganan menos. ¡¡¡Eso no cambió!!!

¿Por qué hoy no proponemos «cambios radicales en la vida económica y social del país”?
Esta es una enseñanza que nos dejó aquella crisis (que no comenzó ni terminó en 1973) y las propuestas de Seregni. La libertad y la democracia sin justicia social no puede ser soportada, la riqueza de unos y la miseria de los más (que aumentó) debe ser combatida.

Sobre el final de aquel discurso, dada la ineptitud del gobierno y la grave situación ante la posición de las FFAA, pide la renuncia del Presidente.

…..”Y es por eso, porque los hechos que han sucedido en los últimos días son el producto de toda una gestión, que no creemos que el simple cambio de gabinete solucione estos problemas de fondo.
Por todas estas razones, entendemos que el señor presidente debería renunciar. Y entendemos que esta decisión que le sugerimos va más allá del simple acto político. Es un imprescindible gesto patriótico, idóneo, necesario para insinuar un camino que conduzca a la reunificación de todos los orientales honestos.
La presencia del señor Bordaberry entorpece las posibilidades de diálogo. La renuncia, del señor Bordaberry abriría una perspectiva de dialogo.
Y solamente a partir de ese diálogo restablecido es viable la interacción fecunda, entre pueblo, gobierno y Fuerzas Armadas, para comenzar la reconstrucción de la patria en decadencia.
«

«La militancia frenteamplista está preparada, como siempre, para el diálogo sincero y fecundo; y también está preparada para la acción. Hoy más que nunca debe estar preparada para la acción. Por eso militancia y dirigencia del Frente Amplio están prontos a conceder su apoyo crítico a todas las instancias políticas, económicas y sociales que vayan en defensa de la causa popular.«

«...Sólo las soluciones de fondo, soluciones como las incluidas en el programa de nuestro Frente, pueden terminar con los padecimientos nacionales.
…No puede haber soluciones nacionales sin que el pueblo organizado participe y decida.
«

«Nada de falsos dilemas, de opciones falsas.«

«Nada de dogmatismos ni de los prejuicios y falsas oposiciones con que intentan defenderse los oligarcas y políticos corrompidos, una vez más la cuestión es sólo entre la oligarquía y el pueblo, entre los que comercian con nuestra soberanía y los que saben honrar la memoria de Artigas.
La consigna de la hora es un alerta general a todos los militantes frenteamplistas. Cada uno debe ocupar su puesto de combate en el sindicato, en la fábrica, en el comité barrial.»

«¡En alto nuestras banderas! ¡En alto la enseña patria, la bandera que hemos jurado defender hasta la muerte! ¡En alto la bandera de Otorgues, nuestra enseña de combate, la que simboliza nuestros principios y nuestro programa!»

«¡Una sola voz: a continuar la lucha, compañeros, que la lucha es hermosa y la empresa es grande!”

———
Aquí, resaltan su firmeza en los principios y la flexibilidad, tratar de conjugar todas las fuerzas patrióticas y democráticas para enfrentar al enemigo jurado del pueblo, a la oligarquía apátrida aliada a los intereses foráneos. Y como siempre, el llamado a la movilización, a la lucha, al protagonismo popular, “un alerta general a los frenteamplistas… a ocupar su puesto de combate”.

Este es su legado, y repetimos, no nos engañemos, hay voces que dicen que todo ha cambiado, y es cierto, pero para los trabajadores y el pueblo la situación es de mayor penuria, y las fuerzas apátridas, oligárquicas, el gran capital y el imperialismo, los mismos hoy que ayer.

Si quitamos la grave crisis institucional de aquel momento, debemos plantear con mayor fuerza la necesidad de terminar con las grandes carencias de los uruguayos, más de 300 000 por debajo de la linea de pobreza entre ellos 130.000 niños y niñas, 600.000 con salarios menores a 25.000 pesos, viviendas indecorosas, bajo acceso a la enseñanza, carencias en salud, etc.

Sólo soluciones de fondo …pueden terminar con los padecimientos nacionales. Soluciones que sólo pueden venir con el pueblo participando y decidiendo.

La desideologización como instrumento de la derecha:
“La democracia liberal y la cultura dominante ha construido la idea de que la disputa electoral es entre personas con cierta ambición de poder y no entre programas e ideas que expresan intereses de clases.”
“Negar la acción concreta y colectiva de los pueblos como factor esencial de los cambios, es ingresar en un proceso de vaciamiento de la fuerza de izquierda y en una caída cada vez más pronunciada hacia lo que tanto dijimos que no íbamos a ser. Un partido tradicional más.”

(Julio Castillo El Chasque 124)

En estos momentos, de abuso de la palabra Libertad, decimos con Seregni:

Discurso completo

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