(Abordando eso gris, que parece la teoría).
Jorge Aniceto Molinari.
El Chasque 133
12/04/2024
Allá por la década del 50 del siglo pasado, la humanidad salía de la segunda guerra mundial, una escuela de economía, en EE.UU.: Paul A. Baran y Paul Sweezy, La Monthly Review y la llamada formación de la teoría marxista de la dependencia, y si la memoria y los apuntes no me fallan trataba de explicar que en las zonas donde el capitalismo no se desarrollaba la pobreza también engendraba pobreza.
Lenin, uno de nuestros maestros, explicaba que el gobierno de la economía en el mundo iba a pasar en pugna, inexorablemente de los Estados a los complejos empresariales multinacionales.
¿Qué ha venido ocurriendo?, que China y Vietnam, que sufrieron acciones trágicas en su población de parte de las fuerzas imperialistas, salieron de ese infierno, estatizando la economía –capitalismo de Estado- pero abriendo la actividad económica al desarrollo de los complejos empresariales multinacionales, que venían de ahogos en sus centros iníciales de desarrollo, antes había ocurrido cuando el centro del capitalismo se desplazó del Reino Unido a EE.UU. hoy forman parte de la zona de libre comercio más grande en la historia económica de la humanidad.
Seguramente compañeros que han leído y estudiado a esta escuela económica a la que hago referencia inicial me podrán refrescar y aportar conocimiento.
EE.UU. no aportó a un desarrollo programado de la economía de los países que han estado en su esfera de influencia, por el contrario trató por medio de la infiltración en los ejércitos, justicia, partidos, organizaciones sociales, habló y habla de la guerra fría, en la que trata de incluirnos a todos los que vivimos estas latitudes.
Fidel, no tuvo opción, aceptaba el apoyo del campo socialista, para el desarrollo de su propio programa de avance social, o caía en la forma de explotación a que han sido sometidas las naciones bajo la acción del otrora imperialismo yanqui, que ha condenado a la pobreza a la inmensa mayoría de la población de este rico continente.
Chávez, revelando al ejército de raíz bolivariana, intentó un sueño de socialismo del siglo XXI sobre la base de la riqueza petrolera, quedó a mitad de camino, siendo hasta hoy bloqueado y sometido a la presión del democratísimo burgués a que nos condena la acción imperial.
¿Pudo ser de otra manera? Si, Lenin lo pensó de otra manera, pero sus fuerzas fueron consumidas por la burocracia y el apetito por el poder.
Sin embargo los comunistas chinos y vietnamitas han retomado esta posibilidad.
Está faltando el programa que posibilite el pasaje anárquico de la economía que siempre ha estimulado el capitalismo al control consciente y organizado de la misma.
De la etapa de retroceso estalinista, ha quedado la teoría de que socialismo es propiedad estatizada y que la suma de Estados estatizados hará posible el socialismo, y esto no solo que es falso sino que implica el desconocimiento a la obra gigantesca de los maestros.
El capitalismo ha significado una etapa de una enorme importancia en el desarrollo de la humanidad, lo hemos señalado, nada nos demuestra que no hubiera sido posible de otra manera, pero ha sido así, y nos cabe señalar los enormes esfuerzos que se han hecho para que la humanidad supere finalmente esta etapa y pase a controlar conscientemente el desarrollo económico. A ello ha pertenecido la escuela de economía que nombrábamos al principio de esta columna.
Las campañas electorales del continente ignoran esta realidad y nos duele porque son múltiples esfuerzos que se desaprovechan.
Acá en el Uruguay, la estupidez se concentra en el análisis de las diferencias monetarias y entonces los sesudos análisis giran en torno a la que se ha llamado el atraso cambiario que no es otra cosa que cosificar la existencia de una moneda para los dueños de las mercancías y otra para el resto. Hasta ahí teorías sobre el bimonetarismo.
Hay quienes dicen en plena campaña: eso es para “entendidos”, como si el llenar la olla no nos comprendiera a todos.
Montevideo, 5 de abril de 2024.
