Laos: Construyendo el socialismo desde cero tras el colonialismo y la guerra imperialista

People’s World 2023

Por Michael Christopher (nacido y criado en el suroeste de Virginia, fue secretario del distrito de Virginia, miembro del Partido Comunista de Estados Unidos. Estudió en China Taipéi en 2016 y en China continental en 2017. En 2022 pasó a ser editor de Mount Tai Press. Actualmente radicado en la República Democrática Popular de Lao)

Traducción al español: Gonzalo Scarpa Landoni

El Chasque 134
19/04/2024

Cuando se trata de países asiáticos construyendo el socialismo, lugares como China y Vietnam son los que se nos vienen a la mente, pero no muchos piensan en Laos. Rodeado por Vietnam, Camboya, Tailandia, Myanmar y China, este montañoso país se encuentra en el centro del sudeste de Asia y ha resistido el colonialismo francés y japonés, la guerra civil y años de ataques militares estadounidenses.

Durante la Guerra estadounidense de Indochina, dos millones de toneladas de bombas fueron lanzadas sobre Laos, casi lo misma cantidad que todas las bombas lanzadas en Europa y Asia por el ejército de Estados Unidos durante toda la Segunda Guerra Mundial─cerca de una tonelada de explosivos por cada persona que vivía en Laos en ese momento.

Desde el derrocamiento de la monarquía apoyada por Estados Unidos y el establecimiento de la República Democrática Popular de Laos en 1975, el pueblo de Laos ha hecho un gran esfuerzo para desarrollar su economía y preparar las bases para un futuro socialista moderno.

Michael Christopher, un corresponsal de People’s World radicado en Vientiane, capital de Laos, escribió el siguiente artículo como una introducción al proceso revolucionario de este país y de la política económica del socialismo laosiano.

La Revolución Democrática Nacional

El 2 de diciembre de 1975, el rey Sisavang Vatthana apoyado por Estados Unidos, abdicó formalmente a pesar de la consternación, aunque no de la sorpresa, de sus aliados en Washington. Con la caída de Phnom Penh en Kampuchea (Camboya) y Saigón en el sudeste de Vietnam antes ese mismo año, las protestas antimonárquicas arrasaron en Laos también. La fuerzas de resistencia popular de base del Pathet Lao─el Ejército de Liberación Popular de Laos─entró pacíficamente en Vientiane pero armado. El rey entendió lo que sucedería si intentaba mantener el poder, y así, terminó con sus 16 años de reinado voluntariamente.

De un plumazo, más de 20 años de lucha y guerra contra el colonialismo, imperialismo y explotación finalmente se terminaron. El poder político fue formalmente entregado al Partido Popular Revolucionario de Laos (PPRL) sin derramamiento de sangre. Cuando la bandera roja, blanca y azul de la nación libre de Laos se izó sobre Vientiane, la capital, junto a la bandera escarlata del socialismo, nació la República Democrática Popular de Laos (RDPL).

La jóven RDPL heredó lo que muchos hubieran considerado una situación insostenible: alrededor de 10% de la población había sido asesinada como resultado directo de de las guerras colonialistas francesa y estadounidense; más de un 20% había sido lesionado o permanentemente discapacitado; alrededor de un 10% eran refugiados en el extranjero; y por lo menos un 50% habían sido desplazados de sus pueblos natales de alguna u otra forma. La esperanza de vida apenas llegaba a los 46 años, la alfabetización estaba por debajo del 25% y millones de bombas estadounidenses sin detonar cubrían el campo.

A consecuencia del período de explotación colonial, la capacidad productiva del país era casi inexistente; la poca infraestructura que quedaba estaba muy dañada o había sido destruida en las guerras de liberación─la lucha contra el colonialismo francés, y la “guerra secreta” llevada a cabo por el imperialismo estadounidense.

Durante el periodo inicial de la lucha revolucionaria del Partido Comunista de China, existía un debate entre los miembros que creían que la falta de

capacidad productiva de China requería pasar primero por un periodo de capitalismo para establecer la base productiva necesaria para el socialismo y aquellos que abogaban por un enfoque de adaptación: en lugar de apoyarse principalmente en trabajadores industriales como la fuerza dirigente, como había sido el caso de los revolucionarios rusos, era necesaria una gran alianza obrero-campesina.

Casi dos décadas después, de los 19 representantes registrados como participantes del primer congreso del Partido Popular de Laos (ahora el PPRL) celebrado en la provincia de Houaphan, sólo 2 fueron registrados como obreros, 13 eran campesinos y los 4 restantes pertenecientes a la pequeña burguesía. Por lo que, observando la realidad material del país y siguiendo el enfoque de los partidos comunistas de China y Vietnam, el PPRL determinó que era necesario apoyarse en la alianza obrero-campesina.

Sobre esta cuestión había realmente poco lugar para el debate. Mientras que China y Vietnam al menos tenían bases industriales pequeñas, Laos no tenía prácticamente nada. La característica distintiva de la economía laosiana─condiciones rurales dominadas por los trabajadores agrícolas─dieron forma a las políticas de desarrollo previas a la fundación de la RDPL.

Las Tres Campañas Revolucionarias

I. La Revolución de las Fuerzas Productivas

Después de 1975, el PPRL y su secretario general, Kaysone Phomvihane, dirigió programas revolucionarios en todos los sectores de la sociedad:las fuerzas productivas, la revolución tecnocientífica y la revolución ideológico-cultural. Comenzando en 1979, empezó a desarrollarse una reevaluación de la realidad económica de Laos la cual alcanzaría su clímax en el congreso del partido de 1986.

Formalmente conocido como Nuevo Mecanismo Económico (NME), las reformas de este periodo fueron modeladas tras la Nueva Política Económica (NEP) formulada por V. I. Lenin en la década de 1920 en la Unión Soviética, y también fueron utilizadas las lecciones aprendidas de las experiencias de los países vecinos Camboya, China y Vietnam.

El PPRL aceptó la realidad económica de que el socialismo avanzado no podía construirse sobre una base preindustrial. Era necesario desarrollar la capacidad industrial del país, apartándose de la economía de guerra hacia una economía productiva basada en el mercado, capaz de elevar a todo el país. En su libro de 2015 El Partido y el Pueblo de Laos Elige y Adhiere al Socialismo, Mounkeo Oraboun, exministro de gobierno escribió:

“La economía en el régimen democrático del pueblo laosiano es una economía de materias primas con muchas partes funcionando de acuerdo al «mecanismo de mercado con gestión estatal», que es la visión correcta y adecuada para las condiciones actuales de Laos”.

Esta revolución de las fuerzas productivas combinó la creación de empresas estatales y puso un mayor énfasis en el desarrollo de la infraestructura local con el desarrollo de nuevas políticas agrícolas y sociales.

Como mencioné anteriormente, por lo menos un 50% de la población laosiana había sido desplazada de alguna manera durante la guerra. Y con una población de tan sólo alrededor de tres millones de personas en 1975 pero una superficie total de 236.800 km², Laos tenía una densidad poblacional de tan sólo 12,6 km² aproximadamente. Esto significaba que la RDPL tenía una oportunidad única para reubicar a su población y llevar adelante amplias reformas agrarias.

Con una gran cantidad de territorios poco poblados, el gobierno fue capaz de reubicar aldeas enteras en nuevas áreas con tierras en mejores condiciones para la agricultura y el desarrollo industrial. Para comunidades como la de Khmu y otras llamadas “tribus de las colinas”, que habían migrado a la región recientemente y se habían establecido en las alturas más inhóspitas de las montañas, esto significó bajar a donde el suelo estaba en mejores condiciones para el cultivo.

Contrariamente al desastroso “vaciamiento de las ciudades” llevado adelante por el régimen de Pol Pot en Kampuchea (Camboya), el PPRL alentó activamente el desarrollo de los centros más poblados y la fusión de aldeas, haciendo que muchas ciudades y pueblos a lo largo de la RDPL se formarán recién luego de 1975. Esto facilitó el desarrollo de proyectos de infraestructura; en lugar de intentar llegar a comunidades aisladas en las alturas de las montañas, podían más fácilmente traer a esas comunidades a las zonas bajas, crear un fácil acceso a través de la construcción de rutas y de esa manera mejorar enormemente los medios de vida de la gente mediante la introducción de asistencia médica, educación, administración centralizada y más.

II. La Revolución Científico-técnica

Al aplicar los principios del marxismo-leninismo en las condiciones de posguerra, el PPRL inició una evolución en Laos que hubiese parecido totalmente imposible hacía cinco décadas. De hecho, el PPRL tuvo éxito en transformar la nación de una colonia oprimida semifeudal en un Estado socialista en desarrollo sin un periodo de capitalismo pleno.

La población se ha más que duplicado, casi a 7 millones y medio, aumentando la densidad poblacional a 31,3 km² aproximadamente. La recuperación de la población y su densificación urbana es un indicador de desarrollo, pero de ninguna manera es el único. Aunque la educación todavía no es gratuita para todos, la tasa de alfabetización ha explotado de menos del 25% en 1975 a 87,1% en 2015─es decir, que la alfabetización en Laos ha alcanzado o incluso superado a Estados Unidos, dependiendo de la fuente estadística que se consulte.

Leal a su fundación, el PPRL busca mejorar la educación y promueve la formación de la clase trabajadora laosiana en profesionales con una fuerte base de conocimiento y un conjunto de habilidades altamente desarrolladas. El primer paso en esta revolución científico-técnica ha sido maximizar el acceso a la educación, mejorar enormemente la alfabetización y comenzar un proceso de atracción de los profesionales expertos de la diáspora laosiana mientras al mismo tiempo se desarrollan las primeras generaciones de nuevos trabajadores laosianos en el país.

Según una entrevista realizada por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA por su sigla en inglés), en 2016, la RDPL contaba con 5 hospitales principales, 17 hospitales provinciales, 134 hospitales de distrito y 983 centros de salud, totalizando alrededor de 1139 centros, o un centro cada más o menos 6.000 habitantes. Incluso más centros han sido construidos desde que se hizo la encuesta. En cambio, Estados Unidos cuenta con un centro cada 50.000 habitantes aproximadamente.

Aunque el Estado tiene un programa de salud que subsidia los costos para muchas personas y el acceso se ha expandido desde la fundación del PPRL, la calidad de la atención y el costo sigue siendo un tema de continuas reformas políticas y desarrollo. De la misma manera, debido a los programas de reubicación posteriores a la guerra, las áreas de poco acceso que todavía quedan son mayoritariamente aquellas comunidades que optaron por permanecer en zonas de más difícil acceso en las montañas o eligieron regresar a las montañas en lugar de permanecer en sus nuevos asentamientos.

Con respecto a la dependencia de la ayuda exterior, de acuerdo a una investigación publicada por el Instituto Mekong en 2014, la Asistencia

Oficial para el Desarrollo (ODA por su sigla en inglés) representa sólo un 4% del PBI de Laos entre los años fiscales 2000-01 y 2008-09 aproximadamente. Esta fue utilizada principalmente para cubrir la deficiencia de financiación de los programas gubernamentales de desarrollo agrícola, la salud y la educación. El PBI que representa la ODA ha disminuido a medida que el desarrollo socioeconómico de Laos continua, lo que indica el desarrollo general del país y su creciente autosuficiencia.

Y el costo de la guerra continúa absorbiendo recursos nacionales. Por ejemplo, una parte de la ayuda exterior todavía se destina cada año a la desactivación y remoción de explosivos sin detonar lanzados por Estados Unidos durante la guerra; en total, alrededor de 8.000 km² del país permanecen contaminados por estos.

III. La Revolución Ideológico-cultural

El Phra Lak Ram, la adaptación tradicional laosiana del Ramayana─la historia de un Bodhisattva llamado Rama, una de las vidas anteriores de Buda Gautama─es considerada la historia mítica del origen de Laos. Aunque es probable que el budismo llegará antes a la región, la leyenda local dice que la gran historia fue traída a Laos por el rey Fa Ngum, quien estableció el primer Reino de Laos de Lan Xang en el siglo XIV.

La religión budista ha sido y sigue siendo inmensamente mayoritaria en Laos, cada pueblo ( apenas equivalente a un barrio) tiene por lo menos un templo. Sin embargo, el supuesto nacionalismo budista tal como ha surgido en el país vecino Myanmar, no está presente, y el PPRL marxista mantiene una política de armonía religiosa en lugar del ateísmo forzado.

Las prácticas religiosas y culturales tradicionales budistas y animistas conviven tan estrechamente que suelen entrecruzarse, como sucede con la prevalencia de la llamada “casa de los espíritus”. Se cree que estos pequeños santuarios con formas de casa colocadas sobre pedestales atraen buenos espíritus que espantan a los malos. Son tan populares que incluso muchos templos budistas y muchas casas de familias tienen.

En lugar de la persecución atea, que suele asociarse equivocadamente con los gobiernos socialistas, la RDPL mantiene una política de libertad de culto y promueve activamente el robusto florecimiento de la diversidad religiosa y cultural en el país. No hay mayor ejemplo de esto que la reconstrucción del Hai Hin Mixayaram en Phonsavan. El lugar fue destruido por bombas estadounidenses durante la guerra y fue reconstruido gracias a la cooperación local entre budistas y autoridades del Partido.

Tras la reconstrucción del templo en 2015, se le añadió el inmenso Buda de Hai Hin Mixarayam, cuidando la ciudad de Phonsavan y la meseta Xieng Khouang. Simboliza una promesa de protección y prosperidad y la determinación de nunca permitir que el terror indiscriminado de la guerra lastime al pueblo de nuevo.

En su esencia, la revolución ideológico-cultural es el reflejo social de la evolución en la economía política de Laos. Mientras la construcción del socialismo trae prosperidad común, también brinda igualdad para las personas, sin importar el género, grupo étnico o afiliación religiosa.

Al ser una sociedad predominantemente agrícola─la agricultura todavía representa el 51% del PBI de la RDPL y cerca del 80% de la población se dedica a la agricultura─la cultura tradicional laosiana permanece fuertemente orientada en torno a la familia y la aldea. En la época colonial, esto significaba desigualdad de derechos entre hombres y mujeres, la enemistad entre varias tribus y grupos étnicos, etc. Hoy, la Constitución de la RDPL garantiza la libertad de culto y la igualdad para todos, independientemente del género o del origen étnico.

Al mantener una relación lo más estrecha posible entre el gobierno y el pueblo, desarrollando una democracia popular que es directa y que responde a los intereses de toda la sociedad, el PPRL continúa fortaleciendo su relación directa con la gente. Al igual que en los países vecinos, China y Vietnam, las campañas anticorrupción y los esfuerzos por garantizar una representación lo más amplia posible de todo el pueblo dentro del sistema democrático ha sido uno de los principales objetivos de las recientes reformas políticas.

Laos mira al futuro

La provincia Xieng Khouang quizás sea la que mejor representa el progreso y el desarrollo acumulado consecuencia de estas políticas individuales y del continuo desarrollo de Laos. Como se mencionó en informes anteriores sobre la RDPL, la provincia de Xieng Khouang y su meseta de vital importancia geográfica fueron escenario de algunos de los combates más feroces entre las fuerzas independentistas del Pathet laosiano y el Ejército Real laosiano apoyado por Estados Unidos.

Para 1975, gran parte de la provincia, incluida su antigua capital, Khoune, estaba completamente en ruinas, con enormes cráteres de bombas y explosivos no detonados esparcidos por lo que alguna vez había sido un paisaje próspero. Casi todos los habitantes de Xieng Khouang fueron evacuados durante el curso de la guerra para evitar el bombardeo indiscriminado. Al limpiar las zonas de explosivos no detonados y comenzar la reconstrucción posterior a la guerra, la reubicación llevada adelante por el gobierno trajo de vuelta a muchas viejas familias y también a muchas nuevas.

Hoy, la nueva capital de la provincia Xieng Khouang es la ciudad Phonsavan, establecida después de la guerra. Los explosivos sin detonar desactivados son algo común, utilizados para todo, desde la decoración hasta la construcción, y la diversa población de la zona incluye una gran comunidad hmong.

Los hmong, una de las “tribus de las colinas”, viven tradicionalmente en lo alto de las montañas. Son tan numerosos que miles de ellos vienen a Phonsavan de todas partes del mundo para celebrar el año nuevo hmong, uno de los acontecimientos más importantes en la cultura hmong.

Cerca del centro de la ciudad hay una cooperativa agrícola, mientras a su alrededor se cultiva la tierra. Los habitantes de una de las aldeas visitadas por People’s World, Ban Na Pia, cerca de la Llanura de las Jarras, son granjeros, pero también han desarrollado una industria propia de artesanías única: fundir explosivos sin detonar desactivados y convertirlos en baratijas para vender. Esto le ha dado el apodo local de “aldea de la cuchara”. Los casi 40.000 habitantes cuentan con cuatro hospitales e innumerables clínicas más pequeñas.

La RDPL, como país en desarrollo, aún tiene un largo camino que recorrer en su persecución del socialismo. Sin embargo, al hacerlo sin entrar en un periodo de capitalismo puro, construyendo el Nuevo Mecanismo Económico de orientación socialista y continuando con el desarrollo de reformas económicas sobre las bases del marxismo-leninismo, la RDPL, con el PPRL al timón, en las últimas décadas ha logrado más de lo que hubiera parecido posible en 1975.

https://www.peoplesworld.org/article/laos-building-socialism-from-scratch-after-coloni alism-and-imperialist-war/

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