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Reflexiones acerca del artículo: Transformar el Estado para que el Estado no nos transforme.
Reynaldo Rosati *
El Chasque 140
31/05/2024

Es un buen análisis ambientado quizás en una Unión Europea que ya no existe, de Stathis Kouvélakis publicado en El Chasque 139

Ya en los años 70, viviendo estudiando y trabajando en Suecia, leí a Nicos Poulatzas especialmente su obra Poder Político y Clases Sociales, cuando estudiaba Historia Económica en la Universidad de Lund-Suecia. Un muy buen marxista como Charles Bettelheim sobre la URSS y sobre China o India Independiente y Georg Lukács sobre Historia y Conciencia de Clases.

El artículo es bien documentado por Stathis ligado al PC griego “Interior” que devino en un partido “eurocomunista” a diferencia del PC griego “exoteriko” que era el PC pro-soviético. Yo empecé a estudiar Historia Económica por influencias de mi camarada griego Nikos Apostoulu que era justamente del partido “exoteriko”.

Los partidos llamados eurocomunistas fueron derivando en una suerte de partidos socialdemócratas. La experiencia del PC sueco nos ilustra este desarrollo. Que en los años 70 se llamaba VPK (partido comunista de izquierda) que en los años 90 vino a llamarse VP o sea partido comunista y del 2010 para acá, se llama V o sea (“de izquierda”). La socialdemocracia europea se transformó en la nueva derecha europea como lo ejemplificó Ignacio Ramonet ya a finales de los años ’90. Ignacio Ramonet, escritor, geopolítico y Director de Le Monde Diplomatique, fue formado en la École des Hautes Études en Sciences Sociales, París.

Luego de esta introducción, pasemos al artículo en sí. No podemos analizar hoy a La Unión Europea/Europa sin no tomar conciencia de la realidad imperante en Europa. Una Europa que descollaba en desarrollo, en ciencias, tecnología, en las letras y demás, con una situación de cierta independencia. Fue siendo “domesticada” por el imperio anglosajón yankeesionista. Convirtiendo a los líderes políticos y las élites “gobernantes” europeas en meros vasallos de los designios hegemónicos netamente imperiales, que poco y nada tienen que ver con el desarrollo de una Europa independiente. Hoy día no tiene la UE una política exterior soberana, sino es vasalla servil de la OTAN/Washington. Estos líderes políticos europeos cumplen al pie de la letra las instrucciones imperiales atlantistas aun cuando vayan en detrimento de sus propias poblaciones.

La “saga maligna” del FMI que afectaba a los países emergentes de Asia, África y América Latina, comenzó a tallar en Europa avasallando las economías europeas. Paladín y Jefa del FMI, es la impresentable agente imperial: Cristine Lagarde, que cumplió metódicamente la tarea encomendada del avasallamiento europeo. Luego esta agente imperial fue premiada por Washington y ahora por designios imperiales, es la Jefa del Banco Central Europeo.

El aislamiento económico-político impuesto por Washington a la UE, afecta inclusive al vasallo más fiel del imperio que es Gran Bretaña, con el encarecimiento del petróleo y gas, del encarecimiento de los alimentos, las rentas e intereses bancarios con la consiguiente pérdida de hogares propios a lo largo y ancho de toda Europa. Esta política imperial en contra de la Federación Rusa tenía un propósito bicéfalo y era destruir a Rusia y destruir a Europa como competidor de Washington. Solamente está logrando el segundo propósito con la fiel ayuda de los propios políticos europeos. Alemania es la más afectada, otrora la “locomotora europea”, ahora hasta las grandes empresas se vieron obligadas a emigrar y una gran parte contrariamente a lo que se esperaba, emigraron a la cuna del imperio al otro lado del atlántico.

El imperio no tiene ni aliados, ni amigos solo intereses propios, nosotros en América Latina lo sabemos en muchos de nuestros países, pero los europeos lo están ahora experimentando en carne propia.

Respecto de América Latina, no concuerdo con Stathis de que no es importante la reforma de la constitución. Es imperante en los países nuestros en reformar la constitución. Llamar a una Asamblea Constituyente y poner como meta la nacionalización de los medios primarios de producción, nacionalización de caminos/rutas, puertos, aeropuertos, la provisión de agua potable, la distribución de combustibles para calefacción de hogares y provisión de electricidad que sean a precios accesibles para las grandes mayorías.

Concuerdo con el articulista que al conquistar el poder político no se conquista el poder económico. Justamente en nuestros países el poder económico está en manos de las oligarquías, los grandes capitales nacionales e internacionales. A la vez hay que democratizar las FFAA y las Policías para que estén al servicio del pueblo y no del poder económico de turno. Es por eso que vimos que los gobiernos de la “década ganada” fueron derrocados por el poder económico nacional e imperial como fue el caso de Ecuador, Argentina, Paraguay, Brasil, Honduras. El único país que realizó una Asamblea Constituyente y reformó las FFAA y las Policías fue Venezuela con el triunfo de Hugo Chávez. Por eso con sus pros y sus contras, asediado por el imperio con decenas de sanciones unilaterales hace ya más de 24 años que se mantiene el sistema del llamado socialismo bolivariano.

Con excepción de Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia y en parte con Honduras, que son los países que tienen una soberanía relativa y mantienen su cabeza alta y tratan de pertenecer a los BRICS y mantener relaciones comerciales, políticas y militares con China, Rusia e Irán especialmente, aunque en grado ascendente con la India también para contribuir al nuevo mundo multipolar que se está afianzando.

El resto de los países latinoamericanos siguen siendo vasallos del imperio anglosajón yankeesionista con la excepción de una turbulenta Colombia aún.

* Reynaldo Rosati, periodista económico-político 27 de mayo 2024

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