Ruben López
El Chasqque 143
21/06/2024
Se ha escrito y hablado mucho en torno al golpe de estado de 1973, pero poco se ha dicho sobre la huelga general y su significado como respuesta de los trabajadores organizados y conscientes junto a los estudiantes y sectores del pueblo. Este “acto” siempre ha quedado oculto o minimizado. La huelga general contra el golpe de estado fue de carácter político, expresión del más alto nivel de madurez de los trabajadores marcando la lucha de resistencia durante los 12 años siguientes que duró la dictadura.
El Golpe de Estado no fue la obra de un reaccionario, fascista, como el Presidente Bordaberry, ni de algunos generales con ansias de poder.
No.
Fue la voluntad libremente elegida de los hombres fuertes de la economía nacional e internacional, del capital monopólico, en su desmedida y despiadada ambición que no conoce límites, la Oligarquía local que esperaba su oportunidad, se preparó desde por años para el ajuste de cuentas con la clase obrera y el pueblo, con los que se resistían al saqueo de su salario y sus condiciones de vida.
Esos señores, querían toda la bolsa, aquí y allá, en momentos que llegaban a su fin los “30 años dorados” (1945 – 1975) de los centros de poder mundiales (USA, Europa y Japón) y se disponían a hacer pagar al resto del mundo para sostener su tasa de ganancia.
Agotada la posibilidad del Estado de Bienestar -donde aumentaron salarios y ganancias- el Gran capital debía tomar la iniciativa en la disputa por el excedente económico (plusvalía o salarios). Eso significaba conflicto, agudización de la lucha de clases, represión, debilitar a los sectores populares, en primer lugar a los trabajadores organizados, aniquilarlos si fuera posible.
Y así fue, cárcel, exilio, tortura, muerte, desaparición forzada, en manos de esbirros bien pagos, transformaron a las Fuerzas Armadas, en fuerzas de ocupación de su propio país.
Hay que responder al cinismo del ex-presidente Sanguinetti, cuando pretende dar clases de democracia. Acusando a los comunistas, dijo:
“El Partido Colorado puede sentirse tranquilo que desde el 9 de febrero (de 1973) fue el único partido que, como partido, se pronunció en contra. Hubo otros partidos, el Partido Comunista por ejemplo, que se adhirieron a los comunicados militares soñando con un gobierno civil y militar.» (Subrayado)
Miente descaradamente, quizás quiera esconder la vergüenza. Mientras en los años del terror, su Partido Colorado, puso funcionarios para ministros, miembros del Consejo de Estado, cargos rentados de la Dictadura, mientras defendieron (y todavía lo hacen) el terrorismo de Estado, los Comunistas pusieron los torturados, los presos, los exiliados, los desaparecidos y los muertos, luchando en la primera linea -junto a otras fuerzas de izquierda y democráticas como Wilson del Partido Nacional-, en defensa de la Patria, de la Democracia, transformándose el Partido Comunista, en el Partido de la Resistencia como lo definiera Gerardo Caetano, tras un concienzudo estudio de los 12 años de terrorismo de Estado.
El Partido Colorado «se pronunció», y buena parte de sus militantes colaboró con la Dictadura, mientras los Comunistas la enfrentaron desde el primer momento, junto a los trabajadores y el pueblo.
Esa es la diferencia, pues además, se sabe bien que los comunistas nunca plantearon un gobierno militar, como si lo hizo el Partido Colorado, con Pacheco al frente, dándole a las FF.AA. en 1971, el mando total y vía libre para la represión al MLN, cuando él mismo en toda su gestión (como después la Dictadura) utilizó el aparato del Estado y la violencia para reprimir a los trabajadores en favor de la oligarquía.
No. No defendían la Democracia sino los intereses de los grandes capitales, tanto nacionales como internacionales. Esta es la batalla inconclusa, hasta que los trabajadores y el pueblo comprendan dónde está el enemigo y que sólo su participación protagónica traerá la Democracia y la Libertad por la cual han luchado sin descanso, por “la pública felicidad”.
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El Golpe. La Huelga General

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