La resistencia prolongada contra la dictadura

Gonzalo Alsina
El Chasque 144
28/06/2024

Cada país tiene sus características. Somos el único país que respondió con una huelga general con ocupación de los lugares de trabajo -durante 15 días-, en repudio de un golpe de Estado. Somos el único que le ganamos un plebiscito a una dictadura –en 1980- y que terminamos con una dictadura de tipo fascista, sin tirar un solo tiro.

La dictadura fue derrotada. El objetivo estratégico se cumplió. Y se pudo cumplir porque la estrategia era justa, la táctica flexible y los niveles operativos concordaron con ambos aspectos. En el estrado del Obelisco los únicos que faltaban eran los banqueros y los militares fascistas.

Si la dictadura, fue la dictadura terrorista del capital financiero, que restructuró el país y terminó siendo derrotada, lo fue porque se formó, fruto de la acumulación de muchos años, la Intersectorial, que fue una expresión de la máxima unidad posible, de todos los que terminaron imponiendo una salida democrática, a los que decían que iba a estar 50 años.

No se puede entender lo que pasó entre mayo de 1983 y junio de 1984, sin el 1º de Mayo de 1983 y el Paro Cívico Nacional del 27 de junio de 1984.

Desde el primer día – el 27 de junio de 1973- con la huelga general con ocupación de los lugares de trabajo contra el golpe de Estado fascista, no se le dió un solo minuto de tregua a la dictadura.

Por ejemplo, desde que nació el PIT y su bautismo de masas el 1º de mayo de 1983 – inicio de la Contraofensiva Popular contra la dictadura- las luchas del PIT nunca se detuvieron. Se podrían hacer varios libros analizando en este período el accionar de los distintos sindicatos.

La acumulación de las luchas de los años anteriores y en especial el año 1983, permitieron dar un salto en calidad, al realizarse el primer paro general en una década de dictadura el 18 de enero de 1984. La dictadura ilegalizó al PIT. Lo que quedaba a la vista que seguíamos bajo una dictadura que por lo menos mostraba, una vez más, su talante fascista.

Pero había cambiado, fruto de la lucha popular, la correlación de fuerzas y no pudo detener durante 1984 la lucha de los trabajadores organizados en el PIT, que en el 1º de Mayo de ese año pasó a llamarse PIT-CNT.

E 1º de abril de 1984 bajo lluvia se movilizaron 50.000 personas. Un mes después el 1º de mayo de ese año, se hizo el acto, organizado por el PIT-CNT, donde habló el Pepe D´Elía, considerado como el más grande realizado hasta ese momento. Ayudó a movilizar las fuerzas que luego coadyuvaron al determinante Paro Cívico del 27 de junio de 1984, impulsado por “la nueva” Intersectorial, integrada por el PIT-CNT, ASCEEP, FUCVAM, SERPAJ (Intersocial), Frente Amplio, Partido Nacional y Partido Colorado (Interpartidaria). Incluso el paro fue apoyado por algunos sectores empresariales. No lo apoyó la ABU (Asociación de Bancos del Uruguay).

La idea de hacer el Paro Cívico venía desde fines del año 1983, empujado por diversas fuerzas sociales y políticas; el PIT ilegalizado, propone desde el mes de marzo realizar el paro cívico nacional con fecha a confirmar. El Partido Colorado que no estuvo de acuerdo con el paro general del 18 de enero de 1984 estuvo reticente hasta que al final se sumó, porque si no quedaba afuera.

Finalmente el Paro Cívico se realizó el 27 de junio de 1984 coincidiendo con el aniversario del golpe de Estado y la Huelga General de junio de 1973. Fue convocado por la Intersocial y la Multipartidaria.

Desde el 1º de Mayo de 1983 al 27 de junio de 1984 se produjo la denominada Contra ofensiva popular. Período histórico bajo la dictadura que se caracterizó porque la lucha contra la dictadura alcanzó la calle y la iniciativa estratégica pasó a manos de los sectores populares.

Al frente de esas movilizaciones estuvieron el PIT, ASCEEP; FUCVAM y SERPAJ, que formaron la Intersocial. Trabajadores, estudiantes, cooperativistas y defensores de los derechos humanos luchando coordinadamente.

Estas luchas fueron determinantes para la caída de la dictadura. Pone en evidencia lo falso de la teoría de los dos demonios. En Uruguay hubo un solo demonio: una dictadura fascista sangrienta al servicio del gran capital local e internacional, una dictadura terrorista que aplicó una represión abierta y generalizada contra el pueblo desarmado.

Los fascistas civiles y militares perdieron esa “guerra” sin que nadie del pueblo haya tirado un tiro.

En Uruguay lo que hubo fue una resistencia prolongada del pueblo que pasó por distintas etapas, hasta que a partir de 1983, fruto de la lucha permanente y justa terminó aislando a la dictadura, obligándola a negociar una salida, que si bien no fue todo lo que queríamos permitió el retorno a la vida democrática.

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