Pablo Reveca
El Chasque 154
6/09/2024
A dos años y media de la intervención militar especial de Rusia en Ucrania se hace necesario insistir en las razones de la misma.
La OTAN en su plan estratégico de expandirse hacia el este, con el objetivo de destruir a Rusia, buscó un punto “débil”: Ucrania. El objetivo frustrado que se venía preparando desde fines del siglo pasado, era poner misiles atómicos en la frontera entre Ucrania y Rusia. Paso previo había que derribar al gobierno ucraniano, como hicieron, en el golpe de Estado del Maidan de 2014 que inició un proceso de persecución de las poblaciones de habla y cultura rusa del Donbás y otras regiones, sobretodo del este de Ucrania.
Esta política fue ocultada durante años en todos los medios occidentales. Mientras en la ONU muchos países europeos y EE.UU, no condenaban más el nazismo, en Ucrania se hizo una política deliberada, que fue incorporando batallones neonazis en la FF.AA. en Ucrania como lo reconoció el mimo Zelenski. Una política que cambió los símbolos de la Gran Guerra Patria de la URSS contra los nazis, por aquellos personajes ucranianos que formaron parte de las SS alemanes y participaron abiertamente del genocidio contra judíos y soviéticos -6.000.000 de ucranianos asesinados-.
Los acuerdos de Minsk para parar el exterminio étnico en el Donbás, fue incumplido por Francia y Alemania, que por boca de su ex canciller Merkel reconoció que fue para ganar tiempo para una futura guerra.
El tema de fondo es el problema de que haya un equilibrio de seguridad para todas las partes. Cosa que no quiso el llamado occidente colectivo.
Las repúblicas del Donbás pidieron, previo referéndum, el ingreso a Rusia, cansados del hostigamiento y la guerra llevada a cabo por Kiev, que había prohibido a las familias y en las escuelas hablar el ruso, persecución religiosa y política, además de cometer asesinatos de todo tipo contra civiles.
Ante el anuncio del gobierno de Zelenski de que iba a entrar en la OTAN; el Parlamento y el Ejecutivo de Rusia, dieron inicio a la operación militar especial para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania y evitar que ingresen a la OTAN.
Insisto en lo de operación especial. Cualquiera que siga los acontecimientos se dará cuenta, que el frente principal de las operaciones militares es en el propio Donbás que pertenece a Rusia. Casi no hubo durante meses bombardeos contra Kiev y la parte occidental de Ucrania. Incluso a comienzos del año 2022 hubo negociaciones entre Ucrania y Rusia y por integrantes ucranianos de las mismas, se supo que no condujeron a buen puerto porque el primer ministro Británico dio la orden de seguir los enfrentamientos, que siguieron y se fueron agudizando, hasta transformarse en una guerra proxi contra Rusia con armas de EE.UU y la OTAN, usando como carne de cañón a los ucranianos, donde hay servicio militar obligatorio y tenía una infraestructura militar importante como herencia de la Guerra Fría y los vínculos posteriores con países integrantes de la OTAN.
Hoy nadie duda que hay tropas de la OTAN camufladas como mercenarios de empresas privadas. La penetración en Kursk dejó en evidencia esto, para alertar a más de un ingenuo.
Lo dicen abiertamente los principales representantes de la UE y OTAN, como el español Borrel que abiertamente dice que hay que destruir a Rusia. Se sigue jugando con fuego, porque si siguen escalando, puede incluso estallar una guerra nuclear.
La OTAN en una acción desesperada se ha involucrado abiertamente en Kursk.
Buscaron una estrategia de desgaste con una doctrina que es antítesis de la misma. Los países imperialistas que controlan la OTAN buscan ganar rápidamente una guerra. Pero esta se ha alargado en el tiempo. Erróneamente piensan que conquistar territorios a cualquier costo –como en Kursk- les iba a resultar porque pensaban que Rusia iba a abandonar posiciones en el Donbás.
El problema es, que los que están llevando una guerra de desgaste, y con muchos recursos humanos y materiales es Rusia contra Ucrania-OTAN. Porque el que administra mejor los recursos bélicos termina ganando.
Hay un exceso de absorción de energía y un desgaste de recursos de Ucrania –OTAN que conduce a un punto de ruptura o cercano al colapso. En los próximos días veremos la toma de dos o tres ciudades en el Donbás, que van a producir la ruptura del frente y llevará a que Ucrania-OTAN pierdan la guerra, con todas las consecuencias que implicará. Por ejemplo, puede llevar ante el avance indetenible de los ejércitos rusos, a pedir un armisticio y salvar lo que se pueda.
Hay tres puntos críticos en tres ciudades del Donbás que hacen que el frente de guerra se duplique en los próximos días, que se diversifiquen los flancos para evitar ataques por el norte y sur de las ultimas 5 brigadas de reserva ucranianas. Al crecer la longitud de ese frente, todo hace presumir que las fuerzas ucranianas, salvo que se retiren, van a quedar partidas y van a ser rodeadas por las tropas rusas.
Dicho de otra manera, estamos cerca del punto de ruptura. Si esto ocurre el colapso se acerca, y las tropas rusas llegaran indefectiblemente a orillas del rio Dniéper
Si tenemos en cuenta, -sacando el marketing para elevar una moral en caída libre de los ejércitos ucranianos-, que la incursión en Kursk no logró el objetivo del avance imparable en el Donbás. Así como en Bajmut fueron derrotados y empezó el derrumbe ucraniano, hoy éste se profundiza en Kursk y en toda la línea del frente.
Mientras Ucrania y la OTAN se niegan a negociar, con un presidente ilegitimo, con la prohibición de hacerlo por ley y con la aventura impulsada por la OTAN en Kursk; Rusia no va a negociar y va a seguir avanzando con el ritmo que quiera imponer, para evitar bajas propias y aumentar las del enemigo.
Se les está terminado la energía, la logística, los recursos humanos y materiales, mientras Rusia aumenta los suyos. Le han ganado a la OTAN en planificación estratégica. Hay que enseñarles a los planificadores de la OTAN matrices matemáticas. Y si las saben, los políticos que quieren seguir a toda costa el conflicto, están llevando a la propia OTAN a la humillación y eso los hace muy peligrosos.
Aumentan las migraciones de ucranianos, En pocos meses sean han ido 500.000 en edad de combatir. No olvidar que Ucrania, es considerada uno de los países más corruptos de Europa.
Esto no quita la valentía con que han peleado los ucranianos, que los mismos rusos dicen que se nota que son “rusos” los ucranianos por la resistencia que han ofrecido. Por estas características es que la OTAN hizo la guerra con los ucranianos para desgastar a los rusos y el resultado ha salido al revés.
Ningún país de la OTAN estaría dispuesto a perder más de medio millón de soldados.
Si no negocian a tiempo van a terminar perdiendo la perla del Mar Negro: ODESSA. Además de Nicolaiev. Ucrania se quedaría sin salida al mar.
Si no hay voluntad de negociar un tratado de seguridad europeo, que de ciertas garantías a Rusia, no va haber ninguna negociación. Este fue el problema de fondo. Si no aceptan que Ucrania no integre la OTAN, no habrá negociación.
La salida es un equilibrio estratégico para OTAN y Rusia.
Si tienen que abandonar el teatro de operaciones de Ucrania los países rectores de la OTAN, porque existen otros teatros o posibles teatros, es probable que lo hagan. Han dado tanta manija, que es difícil que lo hagan, a su vez. Siguen escalando una guerra con derivaciones complejas para toda la humanidad.
Esta el conflicto en Cercano Oriente, en varios lugares de África. Hay elecciones en distintos países de Europa con resultados inciertos y de fuerzas distintas que no quieren seguir la guerra. Y está el problema económico. Y ahí con el G2 y los Brics plus no tienen chance. La rivalidad económica, la caída del dólar respecto al oro, etc, etc; es parte de esta Guerra Mundial Hibrida.
