Seguridad Social: La vida al servicio de la vida

La seguridad social como un derecho humano fundamental
La vida debe estar al servicio de la vida.

El Chasque 155
13/09/2024

María Luisa Battegazzore reflexiona sobre el “momento” profundizando en las verdaderas causas que hoy confunden a los trabajadores y al pueblo, la falta de estrategia de la izquierda a pesar de la profunda crisis del sistema capitalista y la necesidad de un apoyo contundente al SI.

“Actualmente, está sobre la mesa (de votación) el plebiscito contra la reforma de la seguridad social pergeñada por este gobierno. Se consiguieron más de 400.000 firmas, luchando, no sólo contra el gobierno, la derecha y los medios, sino contra la “confusión” o “crisis de la subjetividad” de la mayor parte del FA.

Los biempensantes progresistas conciliadores no solamente no lo apoyan, sino que produjeron una patética declaración de 111 economistas que, usando símbolos frenteamplistas, machacan con los mismos argumentos terroristas del gobierno en contra del plebiscito.

Los supuestos izquierdistas en ningún momento se plantean cosas bien sencillas (de pensar, no de hacer) como eliminar o disminuir las exoneraciones fiscales que se otorgan a las transnacionales y a las zonas francas. Pronostican que serán los trabajadores los que inevitablemente deberán pagar la contrarreforma. Claro que también deben pagar la reforma.»
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«La izquierda renovada, después de declamar incansables loas a la democracia participativa allá por los años ’90, se muestra bastante renuente al ejercicio de la democracia directa. Tampoco hubo un apoyo unánime ni decidido a anteriores pronunciamientos como los plebiscitos de 2009 contra la Ley de Caducidad y a favor del derecho de voto en el exterior. Algunos grupos frenteamplistas, a conciencia pura, no ensobraron las papeletas.»
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«Los movimientos sociales y los trabajadores organizados son los únicos que en estas elecciones tienen una propuesta antisistémica, aunque sea parcial y limitada. Se podría decir que no les corresponde otra cosa, porque no compiten por el gobierno. Son capaces de movilizarse activa y organizadamente por sus objetivos, que son políticos en el más alto sentido de la palabra pero, si miro la historia, podría aspirar a más: el programa original del FA recogía en lo esencial las propuestas del I Congreso del Pueblo de 1965, en el que participaron 707 organizaciones sociales.

Voy al título: hay que votar SI y tratar de convencer a otros para que apoyen el plebiscito. Hay que obligar al progresismo, si llega al gobierno, a obedecer una decisión concreta y clasista. Con más razón si gana la derecha. Mal que les pese a todos ellos. “

[IR]
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Publicamos también Documento del PIT CNT, donde se dice:

«El reconocimiento constitucional de la seguridad social con rango de derecho fundamental equivale a ubicarla como un fin en sí mismo, por lo que no puede estar sometida, en sus aspectos esenciales, a otros propósitos que los del interés común.

Esta iniciativa, en tal sentido, conecta de modo directo y consistente con la definición basal de la OIT establecida en la declaración de Filadelfia de 1944 y en su recomendación número 67 sobre la seguridad de los medios de vida.

No hay fundamento más preciado para concebir la seguridad social y su forma de gestión y prestaciones que como herramienta al servicio de la dignidad humana.

La seguridad social no puede ser objeto de lucro niestar opacada por intereses ajenos a su rol social superior.

La seguridad social, en tanto derecho humano fundamental, es un deber y una responsabilidad del Estado.

En esencia, lo que propugna la reforma del artículo 67 de la Constitución es garantizar jurídicamente cambios para avanzar socialmente en clave humanista y humanizadora.

La Constitución no está escrita en piedra ni está por encima de la voluntad democrática del pueblo. Los cambios constitucionales son y serán posibles cada vez que su conciencia y voluntad así lo determinen.

En este sentido, vale consignar los artículos 4 y 82 de la propia Constitución.
«La soberanía en toda su plenitud existe radicalmente en la Nación…” Así comienza el artículo 4.

Esta enmienda constitucional, por tanto, no es una reforma del sistema de seguridad social; es la base para esa impostergable tarea.

Impulsamos esta propuesta democrática sin alarmismo ni otra urgencia que superar un régimen de jubilaciones que dejó de estar centrado en las personas para restringirse exclusivamente a los mandatos de las variables financieras, alejadas cada vez más del derecho de todas las personas a una vida digna.

Siguiendo el precepto establecido en el numeral 20 del artículo 85 del texto constitucional, es la institución parlamentaria la que tiene por mandato interpretar, dilucidar y precisar el alcance de los designios de la propia Constitución.

Como se infiere nítidamente, el propio documento del BPS afirma de modo inequívoco que solo luego de la reglamentación legal podrá concluirse si son ciertos o no muchos de los supuestos impactos que hoy se dan como verdades inmaculadas en las profecías catastrofistas, que buscan infundir un miedo irracional en la opinión pública.»

[IR]

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