Gonzalo Alsina
El Chasque 165
6/12/2024
Este viernes nos visita el presidente de Argentina.
Entre sus frases más célebres está, ésta: “Entre el Estado y la mafia, me quedo con la mafia. Si yo tuviera que elegir entre el Estado y la mafia, me quedo con la mafia, ¡porque la mafia tiene códigos, la mafia cumple, la mafia no miente y, sobre todas las cosas, la mafia compite!”.
Ni Al Capone, ni Don Corleone, ni Pablo Escobar, ni Marset se animaron o animarían a decir tanto.
La mafia con un presidente así, de parabienes. Milei según sus expresiones vino a destruir el Estado desde adentro. En eso está. Hambreando al pueblo argentino a niveles jamás vistos. Desarticulando las riquezas argentinas. Violando la soberanía nacional y permitiendo un saqueo de los recursos.
¿Es libertario?
Él se define como anarco capitalista. Los anarquistas están contra el Estado pero al mismo tiempo contra el capitalismo. Defienden los intereses de los trabajadores y apoyan la actividad sindical clasista.
Milei no solo está con el capitalismo sino que justifica el poder de las multinacionales. Tiene un odio visceral con los sindicatos y rebaja el salario y las jubilaciones.
Sería el primer presidente en el mundo paleolibertario. Es un nuevo tipo de libertario. Es una forma más radical de un nuevo anti estatismo, reflota un nuevo tipo de anticomunismo que no es de su exclusividad. Caen bajo esa dominación desde el teatro, el cine, hasta los sindicatos y los sectores progresistas, e incluso los gobiernos socialdemócratas capitalistas europeos. En Davos no dejó títere sin cabeza.
Con un discurso anti corrección política, fríamente calculado para ganar adherentes entre los diferentes tipos de inconformismo. Por supuesto que tiene punto de contactos con las derechas, como Patricia Bulrich y Mauricio Macri.
Milei no tiene problema en definirse como de derecha e incluso derecha radical. De ahí su afinidad con Bolsonaro, Trump o Vox. El triunfo de Trump en 2016 estimuló este tipo de discurso.
Este discurso ha tenido sobre todo apoyos en los jóvenes argentinos descreídos de la política, fundamentalmente entre los varones.
¿De dónde viene este paleolibertarismo de derecha? De EE.UU.
¿Por qué los libertarios se vuelcan a la extrema derecha?
Se está produciendo un combo complejo. Convergen libertarios y reaccionarios, entre antiestatistas y autoritarios, que incluso llegan al racismo. Hay un degradé que va desde liberales clásicos hasta anarcocapitalistas o anarquistas de mercado.
Este nuevo tipo de libertarios se diferencia del libertario de izquierda, porque abrazan el capitalismo y aspiran a una sociedad donde solo exista el mercado.
En el caso de Milei, están potenciados todo lo peor de dicha corriente de pensamiento. Incluso Milei está de acuerdo con el libre mercado de órganos. Tiene similitudes con el paleolibertarismo más puro yanqui, porque hace alianzas con otros sectores de derecha. En USA el Partido Libertario no apoyó a Donald Trump.
¿Qué tienen en común las distintas expresiones de ultraderecha? Tanto los libertarios como los reaccionarios odian la igualdad, están contra lo políticamente correcto, sueñan con formas post-democráticas, están contra la “demagogia de los políticos” al que llama Milei la casta y odian el estatismo de las masas populares.
Si te consideras progresista, para ellos sos comunista. Si sos racista dicen que podés expresar tus ideas. Detrás del uso peyorativo de “Zurdos” están rechazando la justicia social. Dicen que donde hay una carencia no tiene por qué haber un derecho. Son antifeministas, niegan los derechos civiles y el multiculturalismo.
Aunque no solamente, uno de los sustentos teóricos relativos, se apoyan en la Escuela Austriaca de economía de Mises y Hayek. Niegan la justicia social, porque rechazan al Estado y el cobro de impuestos y la redistribución de la riqueza.
Desde el mayo de 1968, hasta Ronald Reagan en 1981, fue la época dorada de los libertarios en EE.UU.
En ese período surge una serie de publicaciones y de centros de influencia, como el Partido Libertario en 1971, el instituto Cato en 1977, en 1973 el manifiesto Libertario de Murray Rothbard, entre otras expresiones.
Daría para varios artículos analizar la evolución negativa de algunos de los exponentes, desde un libertarismo de izquierdas a otro de derecha.
El paradigma del panqueque fue Murray Rothbard, en quien se basa, en gran parte, Milei.
Rothbard abandonó a finales de los 70 el Partido Libertario que había ayudado a fundar y unió principios libertarios y conservadores. Hizo una síntesis entre las ideas de la Escuela Austríaca de economía, la tradición libertaria, los postulados teóricos de la old right que dio como resultado un pensamiento reaccionario radical. Este radicalismo proclamaba volver a los EE.UU. anteriores de 1910, en el cual el Estado tenía pocas funciones, impuestos muy bajos, moneda fuerte y el país vivía aislado del resto del mundo.
Milei proclama volver al siglo XIX argentino donde se da algo parecido, en el sentido, además y sobre todo con total falta de derechos para los trabajadores.
El que inventa el término paleolibertario fue Rothbard, como una articulación entre libertarismo y valores conservadores y autoritarios.
Los paleolibertarios tiene la meta de acabar con el Estado y sustituirlo por la familia, las iglesias y las empresas.
Las diferencias entre libertarios y paleolibertarios: los últimos considera que hay dos tipos de autoridad; la natural y la antinatural. Esta última sería el Estado, que quieren eliminar. Los libertarios mezclan el significado de la libertad frente a la opresión del Estado con la libertad frente a las normas culturales. En esto último está la diferencia con los paleolibertarios. Éstos consideran que los libertarios son propensos al libertinaje tipo Woodstock. Defender la legalización de las drogas o la prostitución como defendían los libertarios los pone por fuera de los estadounidenses “normales”.
El ateísmo militante de muchos libertarios iría contra la mayoría de los estadunidenses. Para un paleolibertario el problema no es creer o no, sino de defender la cultura occidental como la base ética del futuro orden post-estatal.
Milei considera como los paleolibertarios, que si se fortalecen los sindicatos se debilita el poder empresarial. Las leyes sobre drogas, apoyar la salud publica y las escuelas públicas debilitan la autoridad de la familia. De ahí el recorte salvaje contra la salud y educación pública.
Las ideas fuerzas del paleolibertarismo son: el Estado es el mal a eliminar; el mercado libre es un imperativo moral y práctico y el Estado de bienestar es un robo organizado. Milei aplica estas tres ideas a fondo, todo lo que pueda o lo dejen.
La igualdad la condena porque va contra la propiedad privada capitalista y contra la autoridad social, que sería el contrapeso de la autoridad estatal. Los valores judeo cristianos son esenciales para mantener el orden libre y civilizado. De ahí todas las actitudes pro judías e israelíes de Milei. Apoya el genocidio en Gaza.
La veta racista paleolibertaria yanqui no puede reproducirla calcada en Argentina. Para los yanquis lo inmoral no son las creencias racistas, más allá de su falsedad o veracidad, sino el reconocimiento estatal de esas creencias.
En 1992 Rothbard da un paso clave hacia posturas de ultraderecha. Propone abrazar el llamado populismo de derecha como estrategia política de los paleolibertarios. Defiende al Ku Klux Klan y luego termina apoyando a D. Trump a pesar de algunos matices.
Trump en su discurso en parte demagógico, plantea que son un país estatista dominado por una élite gobernante de la que resulta una coalición entre un Estado que lo abarca todo y las grandes empresas. Dije demagógico. Busca ganar votos y apoyos populares pero no termina gobernando para la pymes. Critica a la clase de los tecnócratas e intelectuales, a los académicos y a los dueños de los grandes medios. Parte de esto último también lo hace Milei, que últimamente se ha enfrentado con algunos medios que al principio lo apoyaron. De su agresividad, la dejo por cuenta de los lectores.
Algo muy importante en este nuevo tipo de libertarios derechistas es que pretenden ganar a las masas. Rothbard propone un programa de ocho puntos: 1-reducir drásticamente los impuestos, 2-desmantelar el Estado de bienestar; 3-abolir diversos privilegios; 4-recuperar las calles con movilizaciones; 5-aplastar a los criminales; 6-deshacerse de los vagos y gente que vive en la calle; 7-cerrar la Reserva Federal – el equivalente al Banco Central que plantea Milei- y 8-primero EE.UU y defender los valores tradicionales.
El programa de Milei adaptado a la Argentina es casi el mismo.
La idea de Milei de inspiración yanqui, es que está en una transición donde participa del Estado, pero con la finalidad de realizar una privatización total y definitiva.
Esta nueva ultraderecha usa un lenguaje similar a otras derechas y ultraderechas. Se ve más claro en los distintos simposios en los que últimamente ha hablado Milei, tanto en USA como en España. Una cosa que une esos discursos –que tienen matices e incluso diferencias, según los países- es lo de darle la batalla cultural a los progresistas, socialistas, comunistas. Donde para Milei es todo lo mismo. En el caso argentino es la declaración de “guerra” al Kirchnerismo, donde además su líder es mujer –una de los apoyo de Milei son los jóvenes desengañados de la política, y sobretodo varones machistas-.
Milei discípulo de Rothbard
Se hizo libertario en la versión paleo, por Rothbard. Lo dice el mismo, que cuando leyó al economista neoyorkino Murray Rothbard se le “partió” la cabeza. El artículo trataba de “monopolio y competencia”. Se dio cuenta que los argumentos neoclásicos contra los monopolios no tenían sustento y que la competencia perfecta no existe. Coincide a partir de ese momento con su maestro, que los monopolios no son malos en sí mismos –salvo que sean del Estado-, que son buenos si son fruto de la acción emprendedora – de ahí su admiración de Elon Musk-. A los emprendedores los considera héroes y benefactores sociales, siguiendo las ideas Ayn Randy. Los malla oro argentinos están seguros y haciéndola a balde.
Cuando Milei habla de la casta política- la cual integra, aunque la ataque- ataca a los políticos corruptos o ladrones como él dice, que se ponen de acuerdo con empresarios coimeros que perjudican a los consumidores y trabajadores –cuando las políticas del gobierno de Milei precisamente han sido inflacionarias y los trabajadores y jubilados están pagando el precio del brutal ajuste, y en realidad la austeridad gubernamental brilla por su ausencia.
Es raro que algunos políticos argentinos recién ahora descubrieran al verdadero Milei, cuando ya en 2019 participó del festival de otakus, disfrazado de superhéroe y donde dijo que su misión era cagar a patadas en el culo a keynesianos y colectivistas. Este siniestro personaje, a quienes en realidad esta superexplotando con sus políticas es a la inmensa mayoría del pueblo argentino.
Tan discípulo de Rothbard, que hasta la idea de privatizar las calles, es una idea de su mentor gringo. Los libertarios no soportan nada público, ni siquiera las calles. Lo primero que hizo fue suspender toda la obra pública en Argentina con las consecuencias desastrosas que trajo.
Para entender el fenómeno Milei hay que leer a Rothbard, donde encontraran las claves del giro del libertarismo hacia la extrema derecha.
Es muy peligroso, entre otras cosas, porque son hostiles a la democracia. Porque ésta es un obstáculo para llevar hasta el final su proyecto destructor de lo público y concentrador del poder en un puñadito de multimillonarios.
Este representante de estas ideas y políticas es quien viene este viernes probablemente a provocar en la cumbre de Montevideo.
Un personaje que dice que entre la mafia y el Estado se queda con la mafia.
