Mauro Rivero
El Chasque
10/12/2024
El 27 de noviembre, milicias yihadistas se levantaron contra el gobierno de Al Assad en Siria. Primero comenzaron sus acciones en Alepo, la ciudad más importante del país, y continuaron por otras grandes ciudades como Homs y Hama de camino a la capital, Damasco.
En esas primeras horas de ataques de los terroristas hubo una muestra de resistencia por parte del Ejército Arabe Sirio, quien tambien tuvo el apoyo de la Fuerza Aérea Rusa, que bombardeó posiciones de los atacantes y causó miles de bajas en esos primeros movimientos.
Las fuerzas yihadistas tenían su base en la ciudad de Idlib, en el noroeste de Siria, lugar en el que se refugiaron luego de su intento fallido, en la última década, de derrocar al gobierno sirio. Son conocidas las atrocidades que realizaron grupos como Isis, Al Qaeda o el Frente Al Nusra. Recorrieron el mundo entero imágenes de estos grupos decapitando personas por el simple hecho de no compartir su religión y matando indiscriminamente a lo largo del conflicto que inició en 2011.
Después de los primeros días de enfrentamientos, los yihadistas lograron avanzar sobre la toma de Alepo, donde ya se pudo evidenciar una mucho menor resistencia por parte de las fuerzas gubernamentales. En ninguna de las ciudades que están entre Alepo y Damasco, los «rebeldes» financiados y apoyados por Turquía, EEUU e Israel tuvieron resistencia, ni de las Fuerzas Armadas, ni de la población Siria.
En 13 días estos grupos lograron tomar las ciudades más importantes del país y entraron a la capital sin resistencia alguna. Algo que no habían logrado durante la pasada guerra. Este domingo 8 de diciembre se terminó por consumar la caída del gobierno de Bashar Al Assad, que se fue del país y solicito asilo político en Rusia.
El manejo del conflicto por los medios de comunicación alineados al imperialismo, por ejemplo, le llaman «rebeldes» a los terroristas y realizan un lavado de imagen de la organización HTS, que es una franquicia de Al Qaeda y del Isis. De hecho su líder más importante que fue entrevistado por la CNN Al Jolani es un terrorista reconocido y con pedido de captura hasta por los EEUU.
¿Por qué Siria es tan importante en la geopolitica?
Siria hasta hoy, era un país gobernado por musulmanes Chiíes, con una gran afinidad política e ideológica con la Revolución Islámica de Irán, que era su aliado regional principal. Por ende es un país antiimperialista, que apoya a la causa Palestina y a Hezbolla en el Líbano. Un país que EEUU ha buscado destruir durante mucho tiempo por no seguir los lineamientos de defensa de los intereses norteamericanos.
Geográficamente tiene un rol muy importante, ya que tiene frontera con el Líbano, por donde el Eje de la Resistencia puede asistir a Hezbolla en la lucha por la defensa del pueblo palestino y la autodeterminación de los pueblos.
Siria es un eslabón fundamental en la lucha de liberación nacional que lleva adelante Palestina contra los colonizadores israelíes que, auspiciados y cubiertos por la Casa Blanca y el Pentágono, llevan adelante un genocidio en tiempo real.
En los momentos más duros de la pasada guerra Siria contra los terroristas, el gobierno solicitó la ayuda de las Fuerzas Armadas Rusas, y con esa colaboración pudo revertir su situación crítica, haciéndo retroceder hasta Idlib a los grupos terroristas. Esto motivó a EEUU a aumentar los recursos destinados a esos grupos, con el objetivo de que se organicen y hagan caer al gobierno sirio, sin importar que esos grupos representen ideas como las que pregonan.
Los EEUU tienen en Siria más de 1.000 soldados, que entraron al país sin autorización del gobierno, con la excusa de combatir al Estado Islamico, ocupando territorio y operando en defensa de sus intereses estratégicos.
Actualmente a Siria le roban recursos desde diferentes regiones ocupadas del país, que terminan en Turquía para posteriormente venderse a Europa. Esto dificulta gravemente su crecimiento económico, sumado a un bloqueo económico impulsado por las potencias imperialistas.
La lucha antiimperialista continúa
Nadie en el mundo entero puede acusar al pueblo sirio de no luchar contra el imperialismo, el más feroz, el que recurre al terrorismo para lograr sus fines. Una nación en la que en los últimos 13 años murieron 600.000 personas, con 7 millones de desplazados internos y casi 6 millones de refugiados. Siria es un bastión de la lucha antiimperialista, un país agredido por todos los frentes, que supo resistir, pero que hoy su pueblo decidió mantenerse al margen de este nuevo ataque.
Los pueblos del mundo hacemos síntesis con este proceso, que no terminó, y esperamos que la ofensiva antiimperialista pueda comenzar, como ya lo ha hecho en otros momentos.
EEUU como gendarme del mundo busca nuevas víctimas con similares métodos, y en su lista hay países latinoamericanos. Todos los pueblos latinoamericanos tenemos que tener nuestra vista en Venezuela, epicentro de la lucha antiimperialista. Defender los procesos revolucionarios es una obligación y no podemos esperar por nadie.
