El antimperialismo de la República Popular China puesto a prueba….

Gonzalo Alsina
El Chasque 172
31/01/2025

La recién nacida República Popular China, desde su inicio promovió una nueva democracia popular. La primera sesión plenaria de la Conferencia Consultiva Popular se realizó en diciembre de 1949 en Beijing – hasta hoy funciona como la principal forma organizativa de cooperación multipartidista y consulta política del Estado, conformada por el Partido Comunista y ocho partidos democráticos que funcionan en China, más los demócratas sin partido, las organizaciones populares, representaciones de las distintas minorías étnicas, de instituciones sociales y de los chinos de Macao, Hong Kong y Taiwán, así como personalidades especialmente invitadas-.

En esa primera reunión asistieron dirigentes del Partido Comunista, de otros partidos menores, los miembros del EPL, distintas organizaciones populares y sociales, asociaciones civiles, representantes de los chinos en el exterior y minorías.

La Conferencia aprobó varias leyes, eligió su primer Comité Nacional precedido por Mao Zedong. Fijó la capital en Beijing, adoptó el calendario gregoriano occidental y decretó el nuevo himno y bandera nacional. Además, declaró que el gobierno de la República Popular China era el único legítimo en el país y manifestó el deseo de tener relaciones con todos los países del mundo sobre la base del respeto a los principios de igualdad entre los estados, el bienestar social y la soberanía nacional.

La herencia era terrible. China era el país con más pobreza en todo el mundo. Con una renta anual de 40 dólares. Sin trasportes adecuados y con permanentes hambrunas. Con jornadas laborales de 12 horas donde la mitad de la mano de obra eran niños y mujeres sin seguridad social. ¡Ese era el punto de partida! Agregar que el 90 % eran analfabetos para los cuales hubo que empezar a enseñar el chino vernáculo, porque el clásico era imposible que se pudiera aprender por millones de chinos a la vez.

En el plano internacional China estaba aislada. EE.UU bloqueó su ingreso a la ONU. Y por si faltaba algo más, el primer reto en materia de política exterior fue asumir el internacionalismo, y apoyar a la República Popular de Corea que se había independizado antes que la propia China.

El 27 de junio de 1950 el presidente de EE.UU ordenó a la 7ª Flota ubicarse en el estrecho de Taiwán para impedir el paso de fuerzas del EPL, mientras en el sur de Corea se desplegaban 50.000 soldados y oficiales  de 15 países. La RPCH entendió este despliegue como una amenaza a su seguridad y ante la solicitud del gobierno de Corea del Norte envió un contingente de 200.000 combatientes que fueron voluntariamente.

En una guerra desventajosa de todo punto de vista, donde murieron decenas de miles de chinos y millones de coreanos durante dos años y nueve meses, en junio de 1951 se habían obtenido importantes triunfos militares que obligaron a los EE.UU y aliados a retroceder hasta el paralelo 38. La ofensiva sino-coreana obligó a EE.UU a negociar, firmando el 27 de julio de 1953 el Armisticio  de Panmunjom.

China retiró su ejército con muchas bajas, pero su actuación en dicho conflicto señaló muy temprano, que no iba a aceptar intervenciones militares imperialistas en su entorno y que quería ser un actor importante y protagónico en los asuntos de Asia.

La participación China en la Guerra de Corea reafirmó las tradiciones antiimperialistas que siguen vigentes. Pese a las dificultades heredadas anteriores al triunfo de la revolución, a las dificultes de la guerra de Corea, apenas 8 meses del nacimiento del país y al bloqueo asesino yanqui de su economía, el heroico pueblo chino conducido por el Partido Comunista no solo salió adelante, sino que hoy protagoniza uno de los avances históricos jamás visto en la humanidad, de un país que pasó de ser el más pobre del mundo a una potencia mundial, en un lapso de tiempo tan corto, que es un ejemplo de hermandad con otros pueblos.

La RPCH construye el socialismo con características chinas, que no pretende imponer al resto del mundo. Es una potencia, pero no es imperialista.

Además su antiimperialismo se volvió a poner de manifiesto en abril de 1955, en la Conferencia de Bandung, con destacada actuación en la primera conferencia realizada sin participación de países de occidente desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

La RPCH siempre trató de vincularse con los países  y pueblos de Asia y África.

En Bandung la RPCH expuso por primera vez los cinco principios básicos de su política exterior que siguen vigentes hasta hoy:

1-China decide de manera independiente y por si misma su actitud y política en cuanto a los problemas internacionales. No forma alianzas ni establece relaciones estratégicas con algún país grande o grupo de países. Se opone al hegemonismo y a la política de fuerza.

2-El objetivo de la diplomacia de China radica en defender la paz mundial y crear un ambiente internacional pacífico para la construcción moderna del país.

3-China quiere desarrollar la relaciones con todos los países basándose en los cinco principios, a saber, respeto a la soberanía y la integridad territorial, no agresión, no intervención en los asuntos internos de un país por parte de otro, igualdad y beneficio recíproco, y coexistencia pacífica.

4-Fortalecer la unidad y la cooperación con los países en vías de desarrollo del tercer mundo y fomentar las relaciones amistosas de buena vecindad con los países de alrededor, constituyen la piedra angular de la política exterior china.

5-China propone que se establezcan las relaciones internacionales y un nuevo orden económico-político internacional sobre la base de los Cinco Principios  de Coexistencia Pacífica.

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