El domingo 9 de febrero Ecuador realiza elecciones presidenciales

Gerardo Suarez
El Chasque 172
31/01/2025

En una pareja disputa electoral, 13 millones de ecuatorianos definirán presidente y parlamento para los próximos 4 años. Si bien se presentaron 16 candidatos, la elección se definirá entre el neoliberal y actual presidente Daniel Noboa, y la candidata de la Revolución Ciudadana, Luisa González.

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Esta elección es una reedición de la elección presidencial realizada en el año 2023. En la misma obtuvo la victoria el actual presidente Daniel Noboa, quien venció en ballotage a Luisa González por un margen del 3% del electorado. La razón por la cual se realizan nuevamente elecciones presidenciales, es porque las del 2023 fueron elecciones anticipadas, que tenían por fin elegir un presidente que culmine el mandato del neoliberal Guillermo Lasso. En ese entonces Lasso atravesaba un juicio político por corrupción, y para evitar el juicio decretó lo que se conoce como “muerte cruzada”, un mecanismo que disuelve la Asamblea Nacional y convoca a elecciones.

Daniel Roy Gilchrist Noboa Azín -nacido en Miami en el año 1987- es un político y empresario que pertenece a una de las familias más ricas de Ecuador, con empresas en el rubro bananero, naviero, e inmobiliario. Fue además uno de los pocos presidentes latinoamericanos presente en la asunción de Donald Trump, el 20 de enero pasado.

Por su parte, Luisa González -nacida en la ciudad de Quito en el año 1977- es una abogada que ha desempeñado responsabilidades de gestión en los gobiernos de Rafael Correa. En el año 2021 fue elegida como asambleísta de la Asamblea Nacional, y en noviembre de 2023 fue elegida presidenta del Movimiento Revolución Ciudadana.

Desigualdad estructural

Esta elección se da en el marco de una crisis económica, política y social muy fuerte. Con una economía estancada, y una proyección de crecimiento que según el mismo FMI no superará el 0,5% (uno de los más bajos del continente), Ecuador enfrenta un fuerte crecimiento del desempleo y la pobreza. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en Ecuador existe un 58% de informalidad laboral, y 5,2 millones de personas viven en la pobreza, con ingresos menores a los U$S 91,43 mensuales.

A su vez, el aumento del IVA y la liberalización de los precios del combustible, hizo que los precios se dispararan. Por otro lado, son frecuentes los apagones, según palabras del ex presidente Rafael Correa en una entrevista para Canal Red, Ecuador pasó de tener una de las 5 matrices energéticas más seguras del mundo a tener cortes de luz de 12 horas e importar energía. Hay barrios en los que la situación es insostenible.  

Violencia y terrorismo de Estado

Otro hecho por el que se hace grave la situación del país es el aumento de la violencia. Desde el 9 de enero está vigente el Estado de excepción por 60 días, situación que se repite cada poco tiempo desde la llegada de Noboa a la presidencia. Para entender mejor la situación es importante conocer algunos números. Cuando Rafael Correa asumió la presidencia en el año 2007, Ecuador tenía una tasa de 18 homicidios cada 100.000 habitantes. Cuando dejó el gobierno ese índice estaba en 5,6 homicidios. Al día de hoy es de 47, la tasa más alta de América Latina, y 3 ciudades ecuatorianas se encuentran entras las 10 más peligrosas del mundo. A esto se le debe sumar los altos niveles de corrupción que se viven en las esferas del gobierno, el sistema judicial, la policía y el ejército.

Telesur informa que según datos de la fiscalía general, en el período que va de 2014 a 2024, se produjeron 146 desapariciones forzadas a manos de las fuerzas estatales, y sucedieron 22 mil desapariciones involuntarias (nombre que se le da a los casos en los que no se conoce ni el paradero ni la causa de la desaparición). 

Como muestra de lo que se vive en el hermano país, Ecuador cerró el año 2024 con un hecho terrible sucedido en la ciudad de Guayaquil. Un comando de militares secuestró a 4 niños de entre 11 y 15 años que jugaban al futbol. El video del momento en que los niños son obligados a subir a la camioneta militar fue viralizado en las redes sociales. A los pocos días de la desaparición, fueron encontrados sin vida los cuerpos de los 4 niños, quemados y con signos de haber sido torturados.

Persecución política

Uno de los casos de persecución política más conocidos es el de Jorge Glas, vicepresidente del gobierno de Lenin Moreno en el año 2017. La fórmula presidencial, que se presentó por Alianza País y era continuadora del proyecto comenzado por Rafael Correa, tuvo desde el primer día serias diferencias por las posiciones que vislumbraba su presidente, Moreno. El presidente, que fue elegido para profundizar el proyecto popular pero implementó políticas neoliberales alineadas a los intereses de EEUU y las oligarquías nacionales, vio en Jorge Glas un obstáculo para sus ambiciones personales. A los pocos meses de asumir y luego de varias diferencias destituyó a Jorge Glas de su cargo de vicepresidente, y tras unos audios filtrados a un empresario de Odebrecht, lo acusó de corrupción. Glas, que atravesó varios juicios cargados de falta de transparencia, solicitó asilo político en la embajada de México. En abril pasado, el mismo día que México oficializó el otorgamiento de asilo a Glas, las fuerzas policiales ecuatorianas invadieron la embajada y arrestaron al ex vicepresidente. Este hecho generó un escándalo internacional grave que llevó a que se rompan relaciones entre ambos países. Al día de hoy Glas se encuentra en la prisión de La Roca, y ha sufrido en la cárcel intentos de asesinato.

Bajo las mismas acusaciones de corrupción se realizó un juicio contra el ex presidente Rafael Correa, quien fue sentenciado a prisión e imposibilitado de participar como candidato presidencial. Hoy se encuentra exiliado en Bélgica.

Si bien esos dos casos son los más paradigmáticos, la persecución e inclusive el asesinato de militantes populares ha sido una característica de los últimos años.

Rol del imperialismo

En política internacional el servilismo del actual presidente a los mandatos de EEUU es notorio. Sumado al alineamiento en política internacional, el hecho de entrega de soberanía más grande y perjudicial para la región, es la instalación de una base militar estadounidense en las Islas Galápagos. Laura Richardson, en su rol de comandante del Comando Sur de EEUU, propuso en una de sus frecuentes visitas al país, la instalación de una base militar para combatir el narcotráfico y la pesca ilegal, excusa habitualmente usada para intervenir naciones. Si bien la Constitución ecuatoriana (desde 2008) prohíbe la instalación de bases militares extranjeras, tanto el gobierno del norte como el presidente ecuatoriano decidieron no respetar la Constitución y seguir adelante con la instalación de la base. Fue así que el día 10 de diciembre pasado y en base a tratados de cooperación militar firmados bajo el gobierno de Lasso, se oficializó la instalación de buques, aeronaves y personal militar en la isla. No es la primera vez que EEUU instala bases militares en ese lugar, lo había hecho también en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.  

Volver a la senda soberana

Revolución Ciudadana, bajo la consigna de “Recuperar la Patria”, se presenta a estas elecciones con una plataforma programática que propone retomar el rumbo iniciado bajo el gobierno de Rafael Correa. Plantea como eje principal impulsar desde el Estado la reactivación económica del país e impulsar fuertes políticas sociales para superar la profunda crisis que atraviesan. 

En la vereda de enfrente tienen a un candidato que cuenta con todo el aparato del gobierno, el apoyo de los sectores de derecha, la embajada de EEUU, la oligarquía, la influencia del sionismo, los grandes medios de comunicación nacionales e internacionales, y un gasto en redes sociales que, según el propio Rafael Correa, supera los 2 millones de dólares mensuales. 

La lucha que se da desde el campo popular no es sencilla, pero si hay algo que deja claro la situación ecuatoriana, es que el modelo neoliberal y de sometimiento a las políticas estadounidenses, es un modelo fallido.