La tradición antiimperialista rusa. De Lenin a… (1)

En Rusia es inevitable empezar esa tradición con Lenin, no solo por el libro “El imperialismo, fase superior del capitalismo”, sino porque antes, fue el dirigente del partido Bolchevique que tuvo más claro que la guerra mundial había que transformarla en revolución. Y fue conductor de pueblos en esa dirección.

La revolución de octubre fue en si misma unos de los actos más antimperialistas que tenemos, en la historia contemporánea. Porque fue la primera vez que se metió la cuchilla  a fondo a los capitalistas imperialistas que explotaban a Rusia. Además la revolución bolchevique, al firmar la Paz con Alemania y retirarse de la guerra, que era el principal reclamo de todo el pueblo ruso, fue en sí mismo una medida antimperialista, porque no hay que olvidar que la Primera Guerra Mundial fue, precisamente, una guerra interimperialista.

Tampoco es casualidad que enseguida del triunfo revolucionario, 14 países y 5 ejércitos mercenarios, invadieron y apoyaron a la contrarrevolución –el ejército blanco de nobles, burgueses y mencheviques-, profundizando los graves problemas que tenía ese inmenso país. Como dijo Churchill intentaron matar al niño en su cuna. Los países que mandaron tropas fueron: el Imperio de Japón, Francia, Gran Bretaña, EE.UU, Reino de Italia, Canadá –faltó Alemania que había firmado la paz con Rusia- (seis de los países que hoy integran en G7); Polonia, Rumania, Reino de Serbia, Checoslovaquia, Finlandia, Reino de Grecia y Republica de China. De los más de 400.000 soldados que enviaron, los mayores aportes, estuvieron por las potencias imperialistas más importantes. ¡Y no pudieron!

Merecería escribirse más de un capitulo, sobre  la guerra imperialista contra Rusia entre 1918 y 1921. Que como tantas cosas de la historia, está ninguneada y deformada por el poder anticomunista mundial.

A los efectos de este artículo fue un acontecimiento histórico que profundizó en las raíces del pueblo ruso su antiimperialismo.

El primer canciller de la Rusia revolucionaria fue Trotsky, pero precisamente por el inicio, en mayo de 1918, de la guerra contrarrevolucionaria –no la empezaron los bolcheviques-  tuvo que dejar de ser el canciller para pasar a ser el ministro de guerra del gobierno de Rusia, dónde jugó un gran papel, en la conducción del Ejército Rojo. El 30 de mayo de ese año,  ocupó su lugar como ministro de Relaciones Exteriores, Gueorgui Chicherin –ocupó el cargo entre 1918-1930-.

De origen noble, con experiencia en el servicio exterior zarista, homosexual, afiliado al Partido Bolchevique, pero luego por diferencias con Lenin estuvo un tiempo con los mencheviques, para a partir de la Primera Guerra Mundial volver a las filas bolcheviques. Su condición sexual no fue impedimento para los cargos que desempeñó, dado que la revolución bolchevique eliminó la criminalización de la homosexualidad y cesó la persecución que venía desde el zarismo. En un Congreso internacional en 1921 los científicos pusieron como ejemplo, la legislación de la Rusia bolchevique donde se habían eliminado las leyes zaristas represivas sobre la homosexualidad por ser contradictorias con la conciencia y la legalidad revolucionaria.

En el llamado “mundo occidental” supuestamente más democrático, recién en 1990, la OMS dejó de tratar la homosexualidad como una enfermedad. 70 años después que los bolcheviques.

Fue detenido en Londres por liderar el movimiento antibélico, lo sueltan por presión del gobierno revolucionario y por intermediación del propio Trotsky que era ministro de relaciones exteriores y para pedir su libertad lo nombró embajador en Gran Bretaña.

Lenin a pesar de las diferencias que había tenido una década antes, siempre lo apoyó. Fue nombrado vice ministro y quedó en lugar de Trotsky, como se explicó antes. Tanto era el apoyo, que era de entera confianza de Lenin, al punto que era uno de los pocos ministros que no formaban parte del politburó del Partido. Después de muerto Lenin en 1924, cuando Stalin consolidó su poder lo apartó del cargo, y falleció muy enfermo en 1936, viviendo en la total austeridad, que era una de sus características, además de su extremada inteligencia, muy valorada por Lenin.

Chicherin siguiendo los lineamientos de Lenin, que compartía realmente, impulsó los movimientos nacionalistas anticolonialistas en Asia desde 1923.

Si se estudia su trabajo y la correspondencia con Lenin, se comprobará su papel, cuando se discutieron los tratados de Rapallo y Lausana que fueron dos batallas concretas contra las potencias imperialistas, siendo un paradigma de la lucha diplomática revolucionaria, desde el ministerio de relaciones exteriores.

Dejo para otro artículo las actitudes prepotentes y chovinistas de Stalin referidas al caso de Georgia en el año 2022. Veremos después las cartas que escribe Lenin desde su estadía en las Colinas de Gorki, donde estaba enfermo. Me refiero al tema de las nacionalidades, escritas en los días 30 y 31 de diciembre de 2022. En la última de ellas, cuando después de las duras críticas por el caso georgiano, hace cuatro propuestas.

En la segunda propuesta dice: “Segundo: hay que mantener la unión de las repúblicas socialistas en cuanto al personal diplomático que, dicho sea de paso, es una excepción  en el conjunto de nuestra administración pública. No hemos dejado entrar en él ni una sola persona algo influyente que proceda de la vieja administración zarista. Todo el personal, teniendo presentes los cargos de alguna importancia, se compone de comunistas. Por eso se ha ganado ya (podemos decirlo sin temor) el título de personal comunista probado, depurado en grado incomparable e inconmensurablemente mayor  de elementos de la vieja administración zarista, burguesa y pequeñoburguesa que esa otra administración a la que nos vemos obligados a recurrir en los restantes comisariados del pueblo.”

Lenin está diciendo que el ejemplo comunista de cómo administrar el nuevo estado es el ministerio o comisariado de Relaciones Exteriores que dirigía Gueorgui Chicherin. El daño que causó el stalinismo tiene sus bemoles  Uno de ellos, fue sustituir a Chicherin por Litvinov, porque en parte rompió con la tradición leninista del antiimperialismo.

Chicherin creía y entendía el papel que debían jugar los pueblos del Oriente Próximo, Asia Oriental y las colonias. Que la posibilidad de la revolución en Europa se alejaba y que el protagonismo lo tendría Asia y que Rusia podía ser un paradigma –como lo fue para los comunistas chinos poco después- para toda el Asia colonial. Fue durante su gestión en 1919 que empezaron los primeros contactos con los persas, afganos, chinos y turcos.

Como lo pensó y escribió Lenin, Chicherin lo compartía. La lucha en las colonias y países dependientes de las potencias coloniales imperialistas, debilitaban al imperialismo.

Lenin vio como nadie el RIC -Rusia, India, China- o sea la amalgama de la Rusia revolucionaria con las luchas de los pueblos coloniales sometidos por el imperialismo, en concreto las luchas en la India y en China.

La seguimos la semana que viene.

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