Gonzalo Alsina
El Chasque 183
18/04/2025
Las guerras de independencia son guerras justas.
La primera guerra mundial fue una guerra interimperialista por un nuevo reparto del mundo que los bolcheviques la transformaron en una revolución anticapitalista y antiimperialista.
A los pocos meses del triunfo bolchevique de octubre de 1917, al año siguiente empezó una guerra imperialista y contrarrevolucionaria, que fue derrotada por el Ejército Rojo bolchevique. Ganaron los justos.
La Segunda Guerra Mundial tiene participación de casi todos los países imperialistas, pero fue también una guerra ideológica, donde el imperialismo nazi alemán fue empujado hacia el este para destruir a la Unión Soviética.
En el desarrollo de la contienda se enfrentaron al nazismo los imperialismos británico y francés, al que se sumó luego, el Japón militarista con los fascistas y EE.UU. con los aliados.
Italia, Alemania y Japón fueron los grandes derrotados.
Después de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, comenzó en los hechos, la luego denominada Guerra Fría, que terminó ganando el imperialismo yanqui con la disolución de la URSS y el Campo Socialista europeo.
Durante la Guerra Fría hubo varias revoluciones triunfantes: la de Corea, China, Vietnam, Cuba, entre otras.
La victoria vietnamita en la guerra contra Japón, luego contra Francia y EE.UU, fueron guerras justas ganadas por el heroico pueblo vietnamita.
¿La guerra civil española, fue una guerra interimperialista? No. Los imperialismos italiano y alemán fueron decisivos para que ganaran los fascistas españoles.
¿Y la guerra chino-japonesa iniciada el 7 de julio de 1937?
Permítaseme basarme para este caso, en León Trotsky, que escribió un artículo el 23 de setiembre de 1937, titulado: “[Sobre la guerra chino-japonesa]
Al comienzo del artículo hace referencia, de que “Lenin calificó las ideas de esta gente de “enfermedades infantiles”. Trotsky hace referencia a tendencias que aparentan ser muy de izquierda, incluso marxistas-leninistas, cuando conceptualizan la guerra civil española y la guerra chino-japonesa.
“En esta carta sólo quiero detenerme en la guerra chino-japonesa. En mi declaración a la prensa burguesa dije que todas las organizaciones obreras chinas tiene el deber de participar activamente en primera fila en la guerra contra Japón, sin abandonar por un instante su programa y actividad independiente. ¡Pero eso es “socialpatriotismo”!, claman los eiffelistas. ¡Es capitular ante Chiang Kai-shek! ¡Es abandonar el principio de la lucha de clases! El bolchevismo predicó el derrotismo revolucionario durante la guerra imperialista. Ahora bien, tanto la guerra española como la guerra chino-japonesa son guerras imperialistas. “Nuestra posición acerca de la guerra en China es la misma. La única salvación de los obreros y campesinos chinos está en la lucha independiente contra los dos ejércitos, el chino al igual que el japonés.”
Estas cuatro frases, tomadas de un documento eiffelista del 10 de setiembre de 1937 nos bastan para afirmar: aquí estamos tratando con verdaderos traidores o con imbéciles totales. Pero la imbecilidad elevada a tamaña potencia equivale a traición.”
Si me permiten, hoy, pasado el tiempo, parece que muchos que se dicen de izquierda, o incluso marxista y hasta leninistas; como verdaderos imbéciles, dicen que la guerra en Ucrania es una guerra interimperialista. O con un dejo de oportunismo deslizan lo de la invasión de Rusia en la Operación Militar Especial, cuando la intervención – no invasión- fue para parar un genocidio en el Donbass, para evitar el ingreso de Ucrania en la OTAN y las dos repúblicas autónomas y los dos oblast ingresaron a Rusia después de varios plebiscitos. ¿O no valen los plebiscitos porque los ganaron los que quieren seguir hablando el ruso y se consideran rusos? Algunos plebiscito son de 2014 y 2022 y otros del 2022, antes del inicio de la Operación Militar Especial.
La Operación Militar Especial devenida en guerra de Rusia contra la OTAN, en Ucrania, es una guerra antiimperialista y justa.
Además el grueso de los combates ha sido en el Donbass desde el comienzo. Y los que invadieron territorio ruso en Kursk fueron los ucranianos apoyados por la OTAN.
Pero volvamos a lo más importante; a lo que venía diciendo León Trotsky:
“No colocamos ni jamás lo hemos hecho a todas las guerras en el mismo plano. Marx y Engels apoyaron la lucha revolucionaria de los irlandeses contra Gran Bretaña, la de los polacos contra el zar, aunque en ambas guerras los dirigentes eran, en su mayor parte, miembros de la burguesía y aun a veces de la aristocracia feudal…en todo caso, católicos reaccionarios. Cuando Abd-el Krim se levantó contra Francia, los demócratas y socialdemócratas hablaron con odio de la lucha del “tirano salvaje” contra la “democracia”. El partido de León Blum apoyó este punto de vista. Pero nosotros, marxistas y bolcheviques, consideramos la lucha del Riff contra la dominación imperialista una guerra progresiva. Lenin dedicó cientos de páginas a demostrar la necesidad básica de hacer la distinción entre naciones imperialistas y naciones coloniales y semicoloniales, que comprenden a la gran mayoría de la humanidad. Hablar de “derrotismo revolucionario” en general, sin distinguir entre países explotadores y explotados, es hacer una caricatura miserable del bolchevismo y poner esa caricatura al servicio del imperialismo.”
Sigue Trotsky: “Lejano Oriente nos proporciona un ejemplo clásico. China es un país semicolonial al que Japón está transformando, ante nuestros propios ojos, en país colonial. La lucha de Japón es imperialista y reaccionaria. La lucha de China es emancipadora y progresiva.
Pero, ¿y Chiang Kai-shek? No tenemos que hacernos ilusiones con Chiang Kai-shek, su partido y toda la clase dominante china así como Marx y Engels no se las hicieron con las clases dominantes de Irlanda y Polonia. Chiang Kai-shek es el verdugo de los obreros y campesinos chinos. Pero hoy se ve obligado, contra su voluntad, a luchar contra Japón por lo que resta de la independencia china. Puede que mañana vuelva a traicionar –fue así como lo previó Trotsky-. Es posible. Es probable. Hasta es inevitable. Pero hoy está luchando. Sólo los cobardes, imbéciles totales o canallas, pueden negarse a participar en esa lucha.”
[…]
“Si Japón es un país imperialista, y si China es víctima del imperialismo, estamos a favor de China. El patriotismo japonés es la máscara odiosa del pillaje mundial. El patriotismo chino es legítimo y progresista. Colocar a ambos en el mismo plano y hablar de “socialpatriotismo” es patrimonio de quienes jamás han leído a Lenin, jamás han entendido la posición de los bolcheviques en la guerra imperialista, y que sólo pueden vender y prostituir las enseñanzas de Marx. Los eiffelistas han oído que los socialpatriotas acusan a los internacionalistas de ser agentes del enemigo y nos dicen: “Ustedes hacen lo mismo” En una guerra entre países imperialistas, no se trata de democracia ni independencia nacional, sino de opresión de pueblos atrasados no imperialistas. En esa guerra, ambos países se encuentran en el mismo, plano histórico. Los ejércitos de ambos ejércitos son derrotistas. Pero Japón y China no están en el mismo plano histórico. La victoria de Japón significaría la esclavización de China, el fin de su desarrollo económico y social, y un tremendo fortalecimiento del imperialismo japonés.”
Traspolando el razonamiento. ¿Cuál es la contradicción actual?
La victoria de la OTAN y del régimen neonazi de Zelenski, es la victoria de los que quieren someter y repartírsela a Rusia. Significa el fortalecimiento del imperialismo en “guerra” declarada contra los BRICS.
La derrota de Rusia sería una derrota para la RPCH. Sería una derrota para Cuba y Venezuela. Sería una derrota del pueblo Palestino y de los Huties. Sería una derrota para toda la humanidad.
La victoria de Rusia, por el contrario es un golpe casi mortal a los peores intereses que quieren seguir sometiendo a toda la humanidad.
¿O mundo unipolar con un hegemón imperialista occidental o mundo multipolar?
Hoy la máscara odiosa del pillaje imperialista es la UE, la OTAN en el plano militar- dirigida por el imperialismo yanqui-. El que es legítimo y progresista es el patriotismo ruso, que lucha por su existencia ante una guerra proxi promovida y financiada por la OTAN en suelo ucraniano.
Patriotas son los rusos del Donbass, de Zaporozhie y Jerson que defienden su soberanía de los ejércitos otanazis. Los patriotas que transformaron Bajmut en Artiomsk, Toretsk en Dzerzhinski o que expulsaron de Kursk a los soldados y oficiales ucranianos y de la OTAN.
Los que contraponen escolásticamente los conceptos de lucha de clases y políticas “nacionalistas y socialpatriota”, no entienden que: “Lenin combatió esta posición abstracta y estéril durante toda su vida. Para él, los intereses del proletariado mundial dictaban el deber de ayudar a los pueblos oprimidos en su lucha nacional y patriótica contra el imperialismo. Quienes no lo hayan comprendido aún, casi cuarto de siglo después de la guerra imperialista y veinte años después de la Revolución de Octubre, deber ser rechazados implacablemente por la vanguardia revolucionaria como los peores enemigos internos.” […]
Si no se tiene claro cuál es la contradicción principal hoy en el mundo, se puede caer en posiciones de derecha, desde un partido de izquierda.
Si no se entiende esa contradicción, le llamamos imperialismo a cualquier cosa.
Decir que fue una invasión lo de Rusia y decir que se viola la autodeterminación, es no querer entender que la que está amenazada es la libre autodeterminación de los los pueblos de las repúblicas del Donbass y de los oblast de Zaporozhie y Jerson, que defendieron su autodeterminación en los respectivos plebiscitos de adhesión a Rusia y después con las armas en la mano.
La guerra de Rusia contra la OTAN en Ucrania, es una guerra contra el imperialismo. Por lo tanto es una guerra justa.
