Fuente: Diario-Red.com
El Chasque
8/05/2025
Estados Unidos y sus aliados occidentales tienen un largo historial de injerencia en los asuntos internos de las naciones africanas bajo el pretexto de la democracia
Durante la Audiencia de las Fuerzas Armadas del Senado, el 3 de abril de 2025, el senador estadounidense Roger Wicker realizó una serie de preguntas al general Michael Langley sobre la (presunta) corrupción y el (presunto) soborno relacionados con el comercio con China y Burkina Faso, a lo que el Langley respondió: “Por supuesto, presidente. Lo veo y no me importa denunciarlo. El capitán [Ibrahim] Traoré en Burkina Faso…. sus reservas de oro están siendo utilizadas para proteger al régimen de la Junta”.
El ministro de Asuntos Exteriores de Burkina Faso, Karamoko Jean Marie Traoré, publicó el 15 de abril de 2025 una declaración en la que expresaba su disconformidad con los comentarios despectivos hechos por el general Michael Langley, comandante del Comando Africano de los Estados Unidos (AFRICOM), sobre el Presidente de Burkina Faso, Ibrahim Traoré: “Al argumentar que los recursos mineros de Burkina Faso, así como ciertos ingresos provenientes de la cooperación con la República Popular China, no benefician a la población, sino que sirven para proteger al ‘régimen en el poder’, el general Langley adopta una postura que niega deliberadamente la nueva dinámica soberanista de Burkina Faso. El Ministerio niega formalmente estas acusaciones”, señala el comunicado.
Los comentarios del general Langley han irritado a muchos activistas panafricanistas en las distintas redes sociales, incluido el partido político sudafricano Luchadores por la Libertad Económica (EFF), que también rechazó enérgicamente, mediante un comunicado en su cuenta de X, las recientes acusaciones estadounidenses de corrupción contra el presidente de Burkina Faso. “Condenamos la continua injerencia de Occidente en los asuntos de las naciones africanas y sus intentos de controlar nuestros recursos. La EFF apoya los esfuerzos del capitán Traoré por recuperar el oro de Burkina Faso en beneficio de su pueblo y resistir las presiones neocoloniales”. Señalaba el comunicado.
El partido político sudafricano ha descrito estas acusaciones como un intento deliberado de las potencias occidentales de desacreditar el liderazgo de Burkina Faso y socavar la soberanía del país. “Estados Unidos y sus aliados occidentales tienen un largo historial de injerencia en los asuntos internos de las naciones africanas bajo el pretexto de la democracia, los derechos humanos y la transparencia; su verdadera intención es desestabilizar a los gobiernos africanos progresistas y recuperar el control de la riqueza del continente”.
La EFF expresó su apoyo a la administración del capitán Ibrahim Traoré, elogiando su valiente liderazgo en la recuperación de los recursos nacionales para el pueblo de Burkina Faso. “Nos solidarizamos con el capitán Traoré y llamamos a todos los movimientos, gobiernos y ciudadanos panafricanos a rechazar el imperialismo estadounidense y a apoyar a Burkina Faso en esta lucha por la soberanía y la justicia económica”. Concluía el comunicado.
El ascenso de Ibrahim Traoré preocupa a Estados Unidos
Occidente siempre ha tenido un papel dominante en la política de los países africanos, interviniendo en su soberanía y extrayendo sus recursos naturales de manera sistemática. Esta interferencia ha llevado a la caída de líderes antiimperialistas que luchaban por la independencia de sus naciones, entre ellos Patrice Émery Lumumba, de la República Democrática del Congo; Thomas Isidore Noël Sankara, de Burkina Faso; Abdirashid Ali Shermarke, de Somalia; Samuel-Kanyon Doe, de Liberia; Mouammar Gaddafi, de Libia; João Bernardo Vieira, de Guinea-Bissau; Mohammed Boudiaf, de Argelia, y un sin fin de líderes africanos en la lista. Tanto Estados Unidos como Francia, este último en particular, han estado detrás de muchos de estos asesinatos, buscando mantener su influencia hegemónica en la región.
Las consecuencias de estas injerencias han sido devastadoras para los países africanos, con sucesivas guerras civiles, corrupción endémica y un empobrecimiento generalizado. Occidente ha utilizado su poder económico y militar para imponer su voluntad en la región, ignorando los derechos y la autodeterminación de los pueblos africanos.
Es importante señalar que desde el año 2020, varios países de África Occidental, en especial países del Sahel, han experimentado levantamientos militares apoyados por la población, tales como Burkina Faso, Malí Y Níger. Estos nuevos gobiernos emergieron adoptando posturas críticas hacia Occidente, incluyendo Estados Unidos y Francia, acusándolos de injerencia y falta de resultados en la lucha contra el terrorismo en la región, como ya contamos en este medio.
¿Por qué Estados Unidos considera preocupante la figura de Ibrahim Traoré?
Desde la llegada al poder en 2022, Ibrahim Traoré ha llevado una política antiimperialista y soberanista, rechazando préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial. Traoré dijo: “África no necesita al Banco Mundial, al FMI, a Europa ni a Estados Unidos”. Redujo los salarios de los ministros y parlamentarios en un 30% y aumentó los salarios de los funcionarios públicos en un 50%. En 2023, inauguró una mina de oro de última generación para mejorar las capacidades de procesamiento locales y detuvo la exportación de oro sin refinar de Burkina Faso a Europa.
Otra de las importantes medidas que adoptó Ibrahim fue priorizar la agricultura, distribuyendo más de 400 tractores, 239 cultivadores, 710 motobombas y 714 motocicletas para impulsar la producción y apoyar a los actores rurales. Estableció dos plantas de procesamiento de tomates, las primeras en Burkina Faso. Abrió el primer Centro Nacional de Apoyo al Procesamiento Artesanal del Algodón para ayudar a los productores locales de algodón.
Brindó acceso a semillas mejoradas y otros insumos agrícolas para maximizar la producción agrícola. La producción de tomates en Burkina Faso aumentó de 315.000 toneladas métricas en 2022 a 360.000 toneladas según datos del 2024.
En 2024, el ministro de Economía burkinés Aboubakar Nacanabo firmó la nacionalización de las minas de oro de Wahgnion y Boungou;
los dos yacimientos habían sido explotados hasta 2023 por las multinacionales mineras Endeavor Mining (Canadá) y Lilium Mining (EEUU), pero el gobierno de Traoré las ha nacionalizado, pagando a sus anteriores concesionarios 90 millones de dólares. En 2023 retiró cuatro permisos de explotación en minas de zinc y oro de multinacionales extranjeras.
Ibrahim Traoré expulsó a las tropas y bases francesas y estadounidense del territorio, prohibiendo a su vez las operaciones militares francesas. El transporte aéreo ha cobrado mayor relevancia para el gobierno de Burkina Faso, por ello, está construyendo un nuevo aeropuerto, el aeropuerto de Uagadugú-Donsin.
La lucha anticolonialista en Burkina Faso ha sido constante a lo largo de los años, con líderes como Thomas Sankara luchando por la independencia y la autodeterminación del país. Sin embargo, la intervención extranjera ha obstaculizado estos esfuerzos y ha perpetuado la dependencia de Burkina Faso de potencias externas.
En este sentido, es crucial que se reconozca la importancia del anticolonialismo en la lucha por la libertad y la autodeterminación de los países africanos. La intervención extranjera solo sirve para perpetuar la injusticia y la opresión en el continente africano.
