Por John Ross
Fuente: Global Times
El Chasque
31/07/2025
El crecimiento del PIB de China en el segundo trimestre de 2025, del 5,2 por ciento y del 5,3 por ciento durante el primer semestre en su conjunto, superó las expectativas de gran parte de los medios occidentales, dada la turbulencia económica internacional.
Pero no fue una sorpresa para quienes observaron los datos económicos de China tal como se publicaron a principios de año, quienes los compararon con los objetivos oficiales del gobierno chino y que estaban estudiando los fundamentos macroeconómicos de China para juzgar si estos objetivos eran prácticos. Para evaluar la situación de manera realista y evitar sorpresas similares en el futuro, para ver si este crecimiento es sostenible, es importante comprender qué produjo el desarrollo del primer semestre de China.
Comenzando con los objetivos del gobierno chino y avanzando hasta los fundamentos económicos, el objetivo de creación del PIB de China para 2025 era «alrededor del 5 por ciento» Esto se está alcanzando e incluido superando. Con un crecimiento del 5,3 por ciento ya en el primer semestre, entreces en el año en su conjunto está claro que se necesita una desaceleración importante e inesperada para no alcanzar el objetivo de «alrededor del 5 por ciento».
Más importante para juzgar la tendencia subyacente es el lugar que ocupa esto en el objetivo a largo espacio para el desarrollo de China hasta 2035, debatido en 2020, el año de la inauguración del actual 14o Plan Quinquenal (2021-25) que concluye este año.
El XIV Plan Quinquenal (2021-25) para el Desarrollo Económico y Social y los Objetivos a Largo Plazo hasta el año 2035 señala que para 2035, China habrá cerrado básicamente la modernización socialista. Para entonces, la fortaleza económica, las capacidades científicas y tecnológicas y la fortaleza nacional compuesta de China habrán destacado significativamente. El ingreso económico agregado y el ingreso personal per cápita en las zonas urbanas y rurales habrán alcanzado nuevas alturas.
Para duplicar el PIB y el PIB per cápita de China entre 2020 y 2035, China necesita crecer un 4,7 por ciento anual. A partir de 2020, el crecimiento total de China para finales de 2024, para estar en línea con este objetivo, debe ser del 20 por ciento, pero rondaba el 24 por ciento, y el crecimiento del 5,3 por ciento de China en lo que va del año vuelve a superar este objetivo.
Pero ¿puede mantener la actual zona de creación de China? Los fundamentos económicos dicen que sí. El crecimiento de una economía está necesariamente determinado numéricamente por dos cifras. El primero es la eficiencia de su inversión para generar crecimiento, el segundo es qué proporción de su economía invisible.
Contrariamente a las frecuentes afirmaciones falsas en los medios occidentales, la inversión de China es muy eficiente. Los datos internacionales siguen que China debe invertir el 7 por ciento del PIB para que su economía crezca un 1 por ciento, millones que, por ejemplo, Estados Unidos tienen que invertir el 10 por ciento del PIB para crecer un 1 por ciento: cuanto menor sea el número, mayor será la eficiencia de la inversión. Por lo tanto, si el porcentaje de inversión de China en el PIB se mantiene en el 40 por ciento, y según los últimos datos es ligeremente superior, seguirá creyendo a un ritmo de aproximadamente el 5 por ciento anual.
Pero el segundo gran motor macroeconómico del cambio es la modernización tecnológica de China.
Los medios occidentales informan ahora periódicamente sobre el avance tecnológico de China, su liderazgo en un número cada vez mayor de sectores industriales. Hoy en día se acepta generalmente que China es el líder mundial en vehículos eléctricos y drones, y su aplicación DeepSeek AI causa sensación reciente.
Pero esta enorme modernización tecnológica por parte de China tiene sus razones en fundamentos macroeconómicos: el crecimiento del gasto chino en investigación y desarrollo.
Según las estadísticas de la OCDE, el gasto en investigación y desarrollo de China en 2023, el último año para el que hay datos, fue del 95 por ciento del de Estados Unidos, en comparación con solo el 47 por ciento en 2010. El gasto en investigación y desarrollo de China fue el 62 por ciento del de la UE en 2010 y el 155 por ciento en 2023. Es decir, el gasto en investigación y desarrollo de China se acerca al de Estados Unidos y está muy por delante del de Europa. En esas circunstancias, el avance tecnológico de China y su avance en un número cada vez mayor de sectores cada vez más tecnológicos son inevitables.
Por lo tanto, la sorpresa de los medios occidentales sobre el alto crecimiento económico de China en lo que va de 2025 fue totalmente injustificada. Refleja que están presentes los mitos, no a los fundamentos macroeconómicos. Estos últimos siguen aclarando que el rápido crecimiento económico y la rápida modernización tecnológica de China tienen una base sólida y continua.
El autor es investigador principal del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China.
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