Por César Barretto Luchini
El Chasque 96
28/07/2023
La reciente cumbre llevada a cabo en Bruselas entre la CELAC y la Unión Europea marca un momento relevante del movimiento geopolítico del mundo actual donde la puja por la hegemonía, la conformación de bloques de poder y la superación de la unipolaridad y la conformación de un panorama mundial multipolar aparecen como grandes temas. América Latina y el Caribe procuran, no sin contradicciones, avanzar en su integración y la obtención de una posición de mayor soberanía que permita mejorar la situación de sus pueblos y economías. Por otra parte la Comisión Europea promueve la estrategia Global Gateway que prevé poner a disposición 300.000 millones de euros de aquí a 2027 para apoyar la financiación de infraestructuras amigables con el medio ambiente y de calidad cuyo destino sería la Unión Africana, los Balcanes occidentales, Ucrania al igual que América Latina y el Caribe.
Obviamente que esto está pensado para contrarrestar el creciente peso de China en el volumen de inversiones en infraestructura e intercambio comercial en este caso en América Latina y el Caribe así como en África y Asia en el marco del BRI (Belt and Road Initiative).
La estrategia Global Gateway apunta a cinco ejes principales:
-El sector digital, acceso a las infraestructuras digitales.
-El clima y la energía, redes energéticas, energías renovables, gestión de minerales estratégicos, sistemas agroalimentarios sustentables, agua, saneamiento , gestión de residuos y preservación de ecosistemas.
-El transporte, redes ferroviarias, portuarias, aeropuertos, carreteras y centros logísticos, plataformas multimodales y convergencias normativas.
-La salud, seguridad de las cadenas de suministro farmacéuticas y desarrollo de las capacidades de producción locales.
-La educación y la investigación, acceso a la educación de calidad, formación profesional, creación de redes académicas y de investigación.
En todas estas áreas el proyecto Global Gateway asigna a las empresas privadas europeas un rol clave.
En particular resulta claro que todas las actividades mencionadas tienen la característica de ser muy apetecibles para el capital financiero. En este sentido hay que mencionar que según autores como Giovanni Arrighi hay una constante en los períodos históricos de transición entre las potencias que han sido hegemónicas a lo largo de la existencia del sistema capitalista: el auge de la financiarización como aspecto preeminente de la economía. Como ejemplo en los últimos tiempos hemos visto el rol creciente de los grandes grupos de inversión- que operan sobre la lógica del neorentismo- en la economía de nuestro país donde en un caso el grupo francés Casino es propietario de Geant, Disco y Devoto y el grupo Goldman Sachs compró tiempo atrás Tienda Inglesa.
En la etapa de predominio de la financiarización los fondos de inversión apuntan a negocios donde obtengan una ganancia financiera segura y que abarque grandes volúmenes, es decir que hablamos de neorentismo en oposición al capitalismo industrial.
Según ha establecido el economista norteamericano Michael Hudson el mundo asiste hoy a un enfrentamiento de magnitudes colosales entre el capitalismo industrial representado básicamente por los países del acuerdo BRICS -fundamentalmente China- y el capitalismo rentista o financiero encabezado por USA y la UE.
Cabe decir que si bien la UE y sus actuales líderes siguen en general la orientación de política internacional emanada de Washington esto no significa que no existan contradicciones.
La cumbre CELAC -UE expresa las tensiones entre el capitalismo financiero representado por la Comisión Europea y su Global Gateway y la necesidad de desarrollo real, es decir industrial, de nuestra América Latina y el Caribe. Cuando asumió el presidente Lula dejó claro en su histórico discurso de asunción que uno de los objetivos estratégicos de Brasil debe ser la reindustrialización del país para garantizar su soberanía y desarrollo junto con la generación de empleos de calidad.
En cuanto a resultados políticos destaca la declaración conjunta de la UE y la CELAC a favor de poner fin al embargo económico y financiero de USA a Cuba.
Finalmente es importante indicar que esta reunión se da después de ocho años durante los cuales estas reuniones no se habían realizado lo cual es un avance si pensamos en las posibilidades que pueden lograrse para impulsar proyectos de cooperación.
Habrá que ver cómo se desarrollan las negociaciones para la implementación de esta iniciativa que en principio abarca 45.000 millones de euros y más de 135 proyectos. Sin embargo cabe esperar que dadas las incertidumbres geopolíticas que tensionan al mundo hoy, los resultados de estas iniciativas esté sujeto a factores que con el correr del tiempo y al reacomodamiento de las fuerzas en juego podrían cambiar.
