Ruben López
El Chasque 134
19/04/2024
Ante declaraciones del ex-ministro de Defensa Javier García, reiterando la campaña anticomunista -a la que se suma el candidato colorado Andrés Ojeda-, cavernaria como nos tiene acostumbrados la derecha, siempre al servicio de los poderosos. Señala que el problema es el “colectivismo”, que opone a la propiedad privada, mientras su colega Delgado trata de asustar con los impuestos, que promete no aumentar.
Ante la manipulación y la mentira, respondemos: Nosotros, con la vida. Con “los más infelices para que sean los más privilegiados”, con los que trabajan y contra los parásitos que los explotan.
Quieren hacerle creer al pueblo trabajador que sus problemas son el “colectivismo”, que sus necesidades se resuelven con propiedad privada y bajos impuestos. Desgraciadamente algunos compañeros caen en la trampa y les dicen: Si, no vamos a tocar los privilegios.
Antes de seguir, veamos lo que dice un progresista desde el corazón del imperio:
“Nunca antes en la historia de la humanidad un grupo tan reducido de personas había poseído tanta riqueza.
Nunca antes en la historia de humanidad había existido una desigualdad de ingresos y riqueza de esta magnitud.
Nunca antes en la historia de humanidad se había producido una concentración de la propiedad tan extrema.
Nunca antes en la historia de humanidad la élite de los milmillonarios había disfrutado de tanto poder político.
Y nunca antes en la historia de la humanidad habíamos presenciado este nivel sin precedentes de avaricia, arrogancia e irresponsabilidad por parte de la clase dirigente.
En Estados Unidos, hay tres personas que poseen más riqueza que la mitad de la población con menores ingresos, mientras que el 60 % de las personas trabajadoras vive al día.
A pesar del enorme aumento de la productividad de la fuerza laboral y del boom tecnológico, los salarios semanales reales del trabajador o trabajadora estadounidense promedio son más bajos que hace 50 años.” (Bernie Sanders, Senador del Partido Demócrata de EEUU)
Nada distinto ha pasado en nuestro país, los salarios y la masa salarial son menores que en 1970, la concentración de la riqueza y la multiplicación de la pobreza se han disparado.
Antes de salir a desmentir que no haremos nada contra la propiedad ni aumentaremos impuestos, debemos afirmar: primero los más débiles, nuestro compromiso con la vida, con los que trabajan, con los más necesitados.
Los Partidos Tradicionales se preocupan por la propiedad y los impuestos, ¿de quienes en realidad?
De los poderosos, de los parásitos que viven del trabajo ajeno, del 1% que son dueños del 99% de las empresas. A ellos los defienden.
“Desde 2020, la riqueza conjunta de los cinco hombres más ricos del mundo se ha duplicado. Durante el mismo período, la riqueza acumulada de cerca de 5000 millones de personas a nivel global se ha reducido.”
(OXFAM, Enero/2024)
Hay una organización vecinal en Montevideo, LaVidaVale.uy, que nos recuerda constantemente cuales son los problemas: el alimento, la vivienda, la salud, la educación. Pero, además esta comunidad surgió tras el asesinato de dos jóvenes, por balas perdidas, por la tremenda inseguridad existente. Ellos nos dicen: queremos sentir “el ruido de los niños, no de las balas”.
En cambio para otros, Vale más la Propiedad y el Lucro, que la Vida. Y lo han demostrado en estos 4 años de gobierno blanco. Quieren engañarnos. Desde la izquierda no se plantea quitar la propiedad ni cobrar más impuestos al 90% que apenas sobrevive con su trabajo -mienten compulsivamente para meter miedo-, mientras ellos si defienden la propiedad y las ganancias del gran capital nacional y extranjero, que acumula riqueza sin importarle la pobreza y la indigencia que provoca.
No solo no debemos suponer que el capital va a triunfar, sino que también debemos darnos cuenta de que es un momento en el que quienes tienen otras ideas para reorganizar la economía, para reorganizar la política, deben dar un paso al frente y luchar por lo que creen. (El neoliberalismo se desmorona)
No hay nada que impida pensar en otra organización de la sociedad para lograr los fines que “todos” reconocen como objetivos generales, es decir bienestar y felicidad de toda la población. Sino veamos, hoy en campaña electoral, lo que afirma cada uno de los candidatos a gobernar -es decir a administrar los recursos de la sociedad-, ninguno dice que va ha generar más pobreza y desocupación, menos viviendas, salud, educación.
Los bienes son producto del trabajo de toda la sociedad, ¿por que unos nadan en la abundancia y otros (los más), condenados a la pobreza y la indigencia?
Hay otra forma de administrar los recursos, formas democráticas, donde acatando las mayorías, se nombra a quienes gestionen los recursos de modo que quienes trabajan tengan derecho a una vida digna, salario, alimento, vivienda dignas.
No un Estado (paternal, benefactor, asistencialista, clientelista), que reparta, asigne partidas a la población, sino un Gobierno que administre, facilite y promueva medidas para que cada familia tenga acceso a un trabajo. Que además asegure el derecho a participar en la gestión del Estado y la economía, a los trabajadores, los productores directos, a la comunidad, donde se podrá debatir, planificar, dirigir y controlar a quienes gobiernan en las distintas instancias nacionales y locales.
Recurrimos a estas palabras que expresan con claridad lo que pensamos:
“El objetivo socialista de garantizar vivienda, tiempo libre y bienestar económico consiste en crear una base sobre la que todos puedan perseguir sus sueños, curiosidades y ambiciones, sin tener que preocuparse constantemente por su mera supervivencia.”
Nuestra concepción “son los medios colectivos a través de los cuales cada persona puede pasar menos tiempo simplemente ocupándose de la vida y más tiempo viviéndola realmente.” (No hay que temerle al «colectivismo»)
Por otro lado hay que decir claramente:
No admitimos,
“la premisa incorrecta de que colectivismo e individualismo son necesariamente opuestos”,
que se ha trasmitido en base a repetir la mentira mil veces para convertirla en verdad.
Por el contrario, nuestra propuesta es producir los bienes necesarios para la vida en solidaridad, y gozarlos con el más pleno desarrollo de la individualidad, en total libertad.
“Profundizar la democracia es que cada vez más personas se sientan partícipes y no testigos aislados o espectadores de un mundo que los poderosos quieren que nos parezca ajeno para que a ellos les parezca cada vez más solo de ellos. La historia demuestra que más allá de los obstáculos e incertidumbres podemos construir un mundo mejor entre todos.” (César Barretto Luchini-Independientes con Carolina)
