«Luchar contra la injusticia es, pues, el modo primario y fundamental de lograr la paz» Liber Seregni
Ruben López
El Chasque
29/04/2025
No debemos olvidar nunca que el terrorismo instalado en el país, no fue un simple desvarío, sino un plan llevado a cabo fríamente por quienes ostentaban -y ostentan hoy- el poder económico, llevados por el profundo temor a perder sus privilegios.(El Chasque)
El 29 de abril de 1972 el General Seregni pronuncia un discurso, en apenas 15 días el país había dado un salto brusco, un punto de inflexión, se producía un gran viraje. Se detiene el proceso de acumulación de fuerzas de los sectores populares, los hechos de abril permitieron a las fuerzas del fascismo tomar la iniciativa. Estado de Guerra aprobado por el parlamento, represión sin límites sobre todo el movimiento popular, terrorismo de Estado, en el prólogo de lo que sería el golpe del 27 de junio de 1973, que la lucha de trabajadores y pueblo no pudo impedir.
Así lo manifestaba el General:
«Pero hoy todo el país, y nosotros por ende, se aboca a un nuevo tiempo, con nuevos y graves problemas. Lo que debíamos enfrentar ayer era una agresión permanente a los derechos populares. Hoy, en un proceso acelerado, nos encontramos ante un estado de guerra declarada. Es un profundo cambio cualitativo.«
Los acontecimientos del pasado y las respuestas que se dieron son una fuente de enseñanza, en la medida que evitemos el dogmatismo y sepamos diferenciar los tiempos históricos.
He aquí que estas palabras nos ayudan a pensar, decía Seregni:
«No podemos dejar que el curso de los acontecimientos se despliegue al margen de nuestras decisiones, de nuestra capacidad de influencia. Si el peso acumulado de los hechos determina a los hombres, los hombres pueden modificar el curso de los hechos en la medida que sus decisiones se hagan colectivas, que interpreten las necesidades del pueblo.«
Tengamos presente.
Dos elementos esenciales del pensamiento del Frente Amplio desde su nacimiento y por ende de Liber Seregni: la participación, el protagonismo popular, las «decisiones colectivas» y un programa de soluciones a «las necesidades del pueblo».
Si en aquellos difíciles momentos, ante el avance del fascismo los pusimos como condición para una salida democrática, hoy siendo la primera fuerza del país y en el gobierno por cuarta vez, debemos reafirmarlo: «Si el peso acumulado de los hechos determina a los hombres, los hombres pueden modificar el curso de los hechos»
¿Y que se proponía en aquel momento?:
«¿Por qué sostuvimos el 26 de marzo del año pasado que éramos la única fuerza que podía asegurar la pacificación que todos ansiábamos? Porque proponíamos una dinámica al país, porque enfrentábamos y luchábamos por cambios estructurales en la configuración del Uruguay actual.«
Ayer no fueron escuchadas las palabra de paz y la lógica de los hechos condujo al golpe y al terrorismo de Estado.
Hoy con el FA en el gobierno son posibles los «cambios estructurales», «nos proponíamos los cambios estructurales básicos para sacar al país del estancamiento económico y la opresión social»
Estas palabras pronunciadas hace 53 años nos hacen reflexionar sobre como proceder ante las grandes disyuntivas. Se planteaba con total claridad cuales eran los caminos, cambios para la paz o la profundización de la violencia.
Hoy hay otro tipo de violencia, instalada en la sociedad a partir de la inmensa disparidad social, mucho más pronunciada que hace 50 años. Las mafias, el narcotráfico, la violencia se cobran vidas diariamente, la inseguridad es permanente.
Pero, ayer y hoy, el enemigo es el mismo, identificado claramente por Seregni:
«…hay que comprender el verdadero significado de la violencia, las verdaderas causas de la misma, sus profundas raíces en nuestra economía, en nuestra sociedad. Existen estructuras que oprimen e impiden todo desarrollo y mejora del bienestar de la población.»
«…no hay pacificación verdadera si no se buscan los caminos del bienestar del pueblo«
Es la Oligarquía, es el imperialismo, que con su insana persecución de la ganancia y la acumulación de riqueza, condenan a la gran mayoría de la población.
Por tanto, para superar esta situación, hay que derrotarlos en la práctica, en la resolución de las necesidades básicas, con el esfuerzo colectivo, la comunidad, cooperativas, pequeñas empresas, empresas públicas, ganando en eficiencia, rendimiento, la gestión de los recursos, protección del ambiente.
«...las grandes transformaciones que el país reclama sólo podrán lograrse mediante la lucha y la movilización de las masas, porque seguirnos considerando que el pueblo organizado democráticamente es el protagonista del proceso histórico.«
«..No se puede seguir esperando que la espontaneidad de una economía en crisis sea capaz de crear más trabajo y posibilidades de vivir decorosamente a miles de orientales.
Debemos eliminar pues, los diques de, contención de una estructura retrógrada que impiden hoy el trabajo productivo y la mejor distribución de sus frutos.»
«.. y queremos la paz no para dejar tranquilos a quienes explotan y comercian con la riqueza del pueblo. Queremos la paz para romper con sus privilegios, encarando los cambios que todo el pueblo necesita, porque ya está demostrado que sin ellos nada de lo que el pueblo ha conquistado en el pasado puede tan siquiera mantenerse.
Luchar contra la injusticia es, pues, el modo primario y fundamental de lograr la paz.»
Conclusión:
El Frente Amplio (FA) debe dar, en primer término, la batalla económica: la disputa por el excedente frente a la oligarquía y los conglomerados multinacionales. Debatiendo solo en el plano político e ideológico —sin luchar por la soberanía económica— y quedando a la espera de los dueños del capital, nos deja inermes ante su poder. Como sostuvo Seregni: «No se puede seguir esperando que la espontaneidad de una economía en crisis sea capaz de crear más trabajo y posibilidades de vivir decorosamente para miles de orientales». Esta afirmación fue tan cierta en 1972 como lo es en 2025.
Las palabras de Seregni tienen la virtud de advertirnos sobre un hecho esencial: lo determinante, en última instancia, son las condiciones materiales. Sobre ellas se sustentan las ideas y las organizaciones cuando dirimen sus intereses en la sociedad.
Si desde la izquierda cedemos a la clase dominante la dirección de la economía —o lo que es lo mismo, al mercado—, no podemos esperar una vida digna para la mayoría de los orientales.
Hoy debemos ir más allá: la comunidad organizada debe apropiarse de los espacios públicos, de los servicios esenciales y garantizar las condiciones mínimas de vida: alimentación, vivienda, salud, educación, formación y un trabajo que permita a cada ciudadano satisfacer sus necesidades. Como planteó Artigas en el Reglamento de Tierras: «Que los más infelices sean los más privilegiados», y que, «con su trabajo y hombría de bien, propenden a su felicidad y a la de la Provincia».
Liber Seregni. Discurso 29 de abril de 1972– El Chasque 111
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13 de abril de 1972
14 de abril de 1972
15 de abril de 1972
16 de abril de 1972
17 de abril de 1972
Uruguay: 70 años de acumulación de fuerzas alumbran un cuarto gobierno del Frente Amplio
