Gonzalo Alsina
El Chasque 195
18/07/2025
Hace más de tres años que hay una guerra proxi en Ucrania, de la OTAN contra Rusia.
O sea, quien la provocó fue la OTAN, de 32 países, liderada por el imperialismo yanqui- este es el principal peligro de la paz mundial-.
El imperialismo necesita la guerra y el saqueo para conquistar recursos estratégicos y así mantener la tasa de ganancia, que es el leitmotiv del capitalismo.
Esa es la razón por la cual los gastos militares de USA siempre subieron de 1914 a la fecha. Ahora, a puro chantaje, le hacen –y con el cuco ruso- subir el gasto militar a los 32 países de la OTAN, del 1% al 5% del PBI, para que le compren armas o componentes principales, al complejo militar-industrial de EE.UU.
Desde antes de 2014, pero sobre todo desde el golpe de Estado en Ucrania de ese año, se conformó un régimen de fuerte inspiración neonazi y antiruso, que se expresó en la prohibición del idioma ruso en toda Ucrania y en la persecución de la religión cristiano ortodoxa rusa. Esto llevó a que el pueblo del Donbás se sublevara y enfrentara a través de milicias populares a las tropas de Ucrania, en una guerra que empezó en 2014.
Hubo dos acuerdos –Minsk I y II- para evitar que siguiera la guerra- donde participaron Alemania, Francia, Rusia, Bielorrusia, Ucrania y los representantes de las autoproclamadas repúblicas del Donbás-.
Estos dos acuerdos fueron incumplidos por Ucrania. Según, la ex canciller alemana Merkel y el ex presidente francés Hollande; no se cumplieron, para que Ucrania se preparara para la guerra contra Rusia.
Hoy se sabe con más claridad que la OTAN, dirigida por EE.UU, preparó esta guerra proxi en Ucrania contra Rusia. Hasta la bestia de Trump lo reconoce, cuando miente y dice que ésta no es su guerra y la sigue apoyando.
Ante la crisis estructural y final del imperialismo, esta guerra provocada para destruir a Rusia y someterla y fraccionarla; es una guerra de carácter geoestratégico. Si rompo a Rusia golpeó a los Brics y por lo tanto al otro enemigo existencial según USA, que es China.
Es fácil de entender. Lo dicen sin tapujo.
Rusia finalmente decidió la Operación Militar Especial, después de que cuatro provincias -oblast- ucranianas, a saber: Lugansk, Donetsk, Zaporozhie y Jerson; decidieran vía referéndum la incorporación a la Federación Rusa. Esto, más que Zelenski manifestó su interés de ingreso a la OTAN, desencadenó las operaciones militares rusas, contra Kiev en febrero de 2022.
Esto trajo como consecuencia los acuerdos de Estambul en marzo de ese año, que Ucrania firmó y luego negó por presiones de la OTAN, a través del primer ministro británico, Johnson.
Ucrania con apoyo en equipo y tropas de la OTAN camufladas como mercenarios, realizaron una ofensiva sobre el Donbás, basada en la doctrina de guerra de maniobras. Esta ofensiva fue frenada en el oblast de Zaporozhie a mediados del 2023.
Este fue el punto de inflexión; se pasó de una guerra de maniobras a una guerra de desgaste. Así como en la Primera Guerra Mundial, el punto de inflexión fue la batalla del rio Somme, en la Segunda Guerra Mundial fue la batalla de Kursk, en Ucrania el punto de inflexión fue cuando los rusos derrotaron la ofensiva OTAN-Ucrania en Zaporozhie.
Acá Rusia empieza a imponer una guerra de desgaste, en la cual gana, el que se desgasta menos, hasta que se llega un momento, en que se producirá el colapso estratégico.
No hay ningún pantano; sino que pacientemente y día a día se ve que los rusos avanzan inexorablemente en esa dirección. Esto no lo ve gente que ve fuentes occidentales que siguen con la doctrina de la OTAN. Y repiten la musiquita del imperio. Y no se dan cuenta…
Rusia tiene preparada su industria para una guerra de desgaste, y la OTAN no. Esto a pesar de que las diferencias de dinero invertido son abismales a favor de la OTAN.
¿Quién se está desgastando en esta guerra especial?
Por los apuros por el alto al fuego, que no es buscar la paz, es evidente que es Ucrania y la OTAN, los que quieren ganar tiempo para reponerse de la paliza diaria en pequeños “cortes” –la teoría de los 1000 cortes- que los rusos les están dando a diario.
EE.UU y la OTAN con sus mejores mercenarios, mejores tanques, drones y misiles, con miles de soldados y oficiales ucranianos, basados en la doctrina OTAN de guerra de maniobras rápidas, fueron e invadieron el oblast ruso de Kursk, con el objetivo de tomar la capital del mismo nombre y chantajear a Rusia con la toma de la central nuclear.
Pero perdieron con el cerco operativo ruso y la posterior derrota que le infligieron en el mismo Oblast donde los soviéticos le ganaron la guerra a Hitler. En ese lugar ruso en cada familia hay un asesinado por los nazis. Los imperialistas se creen tan superiores que subestimaron a los rusos. Ahí les mataron 70.000 soldados y oficiales ucranianos y miles de “mercenarios” de la OTAN, le destruyeron sus equipos militares y en la desbandada se apoderaron de excelente material militar.
¿Por qué fracasó la guerra de maniobras en el caso de Kursk?
La guerra de maniobras para tener éxito necesita dos factores: sorpresa y velocidad. A pesar del enorme movimiento de tropas y equipos lograron con el factor sorpresa penetrar en Kursk, pero fallaron en la velocidad de las maniobras.
Con las tecnologías de hoy es muy difícil la sorpresa y casi imposible el avance rápido. Que fue lo que ocurrió. Terminaron rodeados por tres flancos y el cerco operativo permitió en guerra de desgaste, en seis meses llegar a la batalla de Sudzha.
Tan de desgaste que perdieron la flor y nata de las tropas otanazis. Y eso no se recupera fácil.
En una guerra de maniobras el tiempo es oro. Todo rápido para lograr el objetivo. Ganar una guerra en una batalla. Así preparan a los marines los yanquis.
En cambio, en una guerra de desgaste el tiempo importa menos. Porque para lograr los objetivos político-militares se necesita tiempo. Porque para lograrlo hay que desgastar de a poco al enemigo. Y eso está haciendo Rusia. Está agotando las reservas del enemigo. Y Rusia tiene ventaja estratégica en tropas –por cantidad y calidad- y por sus equipos que se adaptan para este tipo de guerra.
No se olviden que están venciendo el potencial militar de más de 30 países.
Si se estudian las tendencias tácticas, operacionales y estratégicas, es indudable que la guerra hace buen rato la viene ganando la Federación Rusa.
Rusia busca vencer a la OTAN. Ésta ha permitido y maniobrado el uso de misiles de mediano y largo alcance atacando inclusive a la capital moscovita.
Como esto es posible y ya lo han hecho, ahora Rusia seguirá la guerra hasta asegurarse un colchón o zona de seguridad para evitar futuros ataques misilísticos y con drones. Si algo, además, ha demostrado el gobierno presidido por Putin, es el de tener paciencia estratégica.
Incluso sabiendo quienes fueron realmente los que atacaron dentro de Rusia dos aeródromos estratégicos, Rusia de manera responsable ha evitado una guerra nuclear. Porque la OTAN ha cruzado casi todas las líneas rojas. Y esto es una demostración de desesperación, porque saben que están perdiendo la guerra. Ellos están en un pantano que provocaron. Por eso el apuro del alto al fuego sin aceptar las condiciones rusas.
En el fondo es un problema de doctrina político-militar. Mientras los yanquis y la OTAN tienen una doctrina imperialista y de conquista, que para ahorrar recursos utilizan armamento de gran calidad –que sale carísimo porque es un negocio privado del complejo militar industrial-, para arrasar en poco tiempo al que quieren conquistar.
La doctrina rusa es defensa de la patria y no es una doctrina imperialista. Además como es una guerra de desgaste adecuada a su producción, sus armas son más baratas por ser estatales las empresas que las hacen, y priorizan la cantidad a la calidad. Por lo tanto son más eficaces para una guerra de desgaste que dura mucho tiempo, y la guerra les sale, comparativamente más barata.
Los rusos leyeron bien a Zun Tzu que plantea que un pensamiento cohesionador es un factor estratégico. La doctrina rusa, siguiendo al antiguo estratega chino, “…hace que el pueblo esté en armonía con su gobernante…”
Hasta Larry Johnson admite que Rusia, sí tiene, una estrategia de defensa nacional y que Rusia no es una potencia militar imperial. Por eso no tiene 700 bases esparcidas por todo el mundo como el imperialismo yanqui. Agrega que “Su ejército –por el ruso- ha sido estructurado para defender la patria, no para atacar ni a USA ni a la UE.”
Scott Ritter –comandante de marines en la primera guerra del Golfo- agrega que ni USA, ni la OTAN pueden revertir la tendencia de que la guerra en Ucrania está perdida. Que Ucrania no podrá defenderse y que Rusia seguirá avanzando – ocurre a diario-.
Ni los Patriot podrán. Porque tienen pocos, son de confección larga y muy costosa. Y no son tan eficaces para la guerra de desgaste –fueron pensados para derribar aviones- Son fácilmente saturables esos miles ante los enjambres de drones y no pueden parar los misiles hipersónicos rusos.
La artillería en todas sus variantes sigue siendo determinante. Los rusos producen más municiones que toda la OTAN, y además de eficaces son mucho más baratas. A eso hay que agregar las limitaciones logísticas del bando que pierde la guerra.
La guerra cambió. Por ejemplo, los Patriot fueron pensados básicamente para derribar aviones de combate, no para derribar misiles hipersónicos y drones. Los drones hacen mucho daño y son mucho más baratos que los aviones. Un dron, de 10.000 dólares, puede destruir un Patriot de 18.000.000 de dólares. Y podríamos seguir poniendo ejemplos.
Mientras los rusos están en una guerra existencial, la OTAN no.
La Federación Rusa tiene todos las ventajas, filosóficas, políticas y militares para ganar esta guerra que marcará un antes y un después para toda la humanidad.
El objetivo estratégico de la OTAN, que es destruir a Rusia, no se va a cumplir. Los objetivos estratégicos rusos, muchos se están cumpliendo, y se van a cumplir todos.
Es tema para el próximo artículo.
