17 de Setiembre, 2020
Las elecciones departamentales y las tareas que vendrán.
¿Que FA necesitamos?
Hacia las elecciones departamentales y municipales
Estamos a 10 día de otra instancia electoral trascendente
¿Que se juega? ¿Son simples administraciones locales? La coalición derecha-ultraderecha ha hecho un tremendo esfuerzo para concurrir bajo un lema (PI) y derrotar al FA en Montevideo.
Pero también es importante cada departamento, cada edil y cada Municipio en todo el país.
Estamos ante una nueva batalla política e ideológica donde lo que se juega son proyectos de vida con la excusa de un proceso político-electoral.
¿O se profundiza el dominio del Capital a través de la Coalición Multicolor o avanzan los sectores populares con el FA, para detener la ola restauradora?
La cuestión no es entre Economía o Salud, en tiempos del Covid, sino tener o no tener para «parar la olla», mientras se cuida la salud.
El programa del FA de Montevideo plantea:
«Promover una profunda democratización de la vida social, política y económica…basada en una activa participación de los vecinos, fortaleciendo la democracia participativa.»
La cuestión sigue siendo si siguen pagando los más humildes o se tocan los grandes intereses económicos dominantes.
* El mundo se debate en una profunda crisis, no provocada por el Coronavirus, éste no es la causa, sino el efecto de la depredación de la naturaleza y la propia sociedad, en beneficio de unos pocos, Hoy 2153 milmillonarios acumulan igual riqueza que 4,600 millones de personas.
Michael Roberts explica como el «mercado» no puede asegurar el bienestar general: «Existe una tendencia secular a que la tasa de ganancia caiga bajo el capitalismo» [1]. En 1870 ésta era más del 40%, en 2007 fue menor al 20%.
Esta ley, enunciada, por Marx, frena el crecimiento económico y cuestiona, en el largo plazo, la supervivencia del sistema. Es una contradicción insuperable; cada vez más equipos, máquinas, robots, software, innovación, acumulación de Capital, que desplaza mano de obra.
El trabajo acumulado, sustituye al trabajo vivo. El capital constante, al capital variable.
Mayor inversión, más productividad, más productos con menor trabajo, cae la ganancia en relación con el capital invertido -mientras crece la cantidad de dinero, que no tiene lugar rentable en la producción y se vuelca a la especulación- generando las burbujas financieras a través de ese gran Casino universal que son las Bolsas. El otro motor de las crisis es el desplazamiento de la fuerza de trabajo, menos salario, menor empleo, caída del consumo, una gran masa de mercanciás que no se realizan en el mercado. Es la tormenta perfecta.
*En Uruguay. A pesar de los discursos oficiales llenos de preocupación por la pobreza, de interés por la educación, niños y adolescentes, las medidas paliativas no se ven y el presupuesto trae recortes para la educación, salud, vivienda, políticas sociales, etc. Las pautas anuncian seguras pérdidas en el salario público y privado (del 3 al 6% en 2021) y promesas de recuperación (si aumenta el PBI y la recaudación fiscal) para 2024.
Debemos insistir en estos momentos dramáticos para el mundo, en la importancia de contar con sectores populares organizados. Tomar conciencia: si se puede vivir de otra manera.
¿Que Frente Amplio necesitamos?
El papel del FA, como venimos reiterando desde este espacio, es esencial, con la comunidad, los trabajadores, en cada lugar, no aislados y lejos, sino en medio de la lucha popular por «parar la olla», por cada una de las necesidades insatisfechas.
Hay que bucear en nuestra historia, los elementos que lo hicieron posible, que le dieron vida, después crecer, resistir los embates del Fascismo, sostenerse, renacer nuevamente en los jóvenes, cada día.
Necesitamos, en todos los ámbitos, de la vida y del FA, recuperar el protagonismo popular
La participación en las decisiones, que el pueblo decida. Comenzando por los lugares donde vive y trabaja, con la Comunidad. Revertir la falta de participación, que se ha naturalizado en la sociedad. Miles de años de hábito, costumbres, han matrizado en la mente de miles de millones de hombres y mujeres: alguien debe mandar, ellos obedecer, alguien debe ser propietario, ellos esclavos.
La tarea del FA es combatir ese «sentido común» que además de justificar a los dueños de la propiedad, se apropia de la mente.
No hay que temer a ser críticos, a reclamar el protagonismo, a romper con una forma de hacer las cosas, a buscar otra forma de hacer política, que no es nada más que reconocer el simple hecho de que todos hacemos política, todos somos filósofos -como decía Gramsci-, no sólo quienes dirigen.
Confrontar con las ideas dominantes, que alejan al pueblo de las decisiones, con la dirección del FA, si es necesario, pues nuestra fuerza es una fuerza viva y pujante, con aciertos, y errores que superará seguramente con la participación de todos.
En el programa del FA en Montevideo se dice:
«Fortalecer las Rendiciones de Cuentas públicas»
Esta frase tiene un significado tremendo, una revolución, nuevas formas, necesitan un pueblo atento, informado y formado, conciente, crítico, organizado y con fuerza para exigir a quienes dirigen.
Necesitamos profundizar la Democracia, frenar el Fascismo.
Mientras nos dedicamos a librar la batalla política en torno al acceso a ciertas posiciones de gobierno, no olvidemos, sino que incorporemos, la lucha por la vida en cada lugar, de gente que necesita más que nunca en medio de la pandemia, apoyo en un mundo a la deriva. A la deriva para el 90%, más de 6.000 millones de personas que sufren las consecuencias de un sistema que les propone: ustedes pueden, si lo quieren, es sólo voluntad, esfuerzo personal, estudiar y prepararse. La ciencia y el avance técnico son una oportunidad, la riqueza o la miseria es responsabilidad de cada uno.
Pentecostales y otras religiones o Cabildo Abierto, místicos o paternalistas, ofrecen esperanza, seguridad, confianza a quienes no tienen o temen perder su bienestar.
¡¡Nada tiene que ver que 26 personas tengan la misma riqueza que la mitad de la humanidad!! Que unos pocos gocen de todos los bienes terrenales, mientras miles millones esperan el prometido paraíso celestial.
Es un peligro que neoliberales y progresistas coincidan, tratando de conciliar los intereses del Gran Capital con la solución a necesidades vitales de la población. Siembra confusión y abre el camino a propuestas demagógicas de la ultraderecha.
Así lo plantean en España:
«..el neoliberalismo hegemónico (hizo) el campo orégano a la extrema derecha y favorecieron su penetración en sectores populares cada vez mas desprotegidos»
«la mejor manera de combatir a la extrema derecha es hablar de las cuestiones materiales» (Miguel Urban. España) «..20 o 30 años de política neoliberales …que no sólo ha supuesto una pérdida de derechos para las clases populares, sino que han construido un sentimiento de escasez, de ‘no hay para todos’.
«Cuestionar realmente el reparto de los recursos es lo que no ha hecho la izquierda y lo que ha abonado a la extrema derecha (Urban) «Hay que volver a hablar de la nacionalización de los sectores estratégicos, del control de lo común, del control ecológico de la economía y de un elemento central que es el cambio del modelo productivo.» (Brecha. 14/08/2020-Pag.8)
CASI LA MITAD DE LA POBLACIÓN MUNDIAL (3400 MILLONES DE PERSONAS) VIVE CON MENOS DE 5,50 dólares al día. PESE A ELLO, HAY MÁS MILMILLONARIOS QUE NUNCA. (Oxfam 2019)
Hoy el mundo produce alimentos para satisfacer las necesidades de 12,000 millones de personas, el hambre no es un problema de producción sino de contar con los ingresos para adquirirlos.
Perder la esperanza puede ser mucho peor, a veces, que perder salario, derechos, algunas batallas puntuales.
Al fin del día, lo que realmente vale no es un Alcalde o el Programa, que si importan y mucho, sino cuanto se avanzó en comprensión. Si el pueblo entiende que es el protagonista de la historia, de su historia, si tiene conciencia de su fuerza, si supo que su fuerza es su unidad y organización, si aprendió que su organización no son los dirigentes, ni los diputados, ni el Presidente, si está dispuesto a que nadie le diga desde el púlpito que hacer. Si supo que «política» no es una mala palabra, entonces, tomó conciencia: también es un político, un filósofo, capaz de dirigir y decidir su vida con sus iguales. Y podrá designar a quienes sean necesarios para administrar las cosas, construir casas y puentes, producir alimentos y otros productos, brindar servicios de salud, educación, cultura, deporte, entretenimiento, etc. Pero él decidirá que, como, cuando, donde, quien. En ese momento, un nuevo orden social estará naciendo.
Esto es lo que quedará: la conciencia, la organización para construir un futuro promisorio, la unidad, la fuerza, la confianza en si mismo para emprender un camino propio, que derrote el egoísmo, el «no se puede», al «sálvese quien pueda». Es la derrota de quienes lo difunden, quienes necesitan que lo creamos para mantener sus privilegios y seguir acumulando riqueza, a costa de quienes la producen con su trabajo.
A estos «Malla Oro» -así designados por el Presidente- no se los toca, pues son los motores para la «nueva normalidad». «Cuentos, nos duermen con cuentos» …estos señores no reconocen (por que si lo saben) que quienes sacan las castañas del fuego, los que sin su concurso nada existiría, son los trabajadores, los que cada día, llueva, truene, con pandemia o guerras fratricidas, producen lo necesario para la vida (y el lucro de algunos señores). (La pandemia actual se ha encargado de demostrarlo nuevamente, blanco sobre negro ha quedado grabado en el mundo entero, al decretar la cuarentena, que sin fuerza de trabajo nada se mueve.)
Necesitamos un Frente Amplio, para:
Asegurar la expresión y la toma de decisiones por parte de los sectores populares.
La gente debe sentirse parte, con espíritu crítico, participando en las decisiones que hacen a su vida.
El FA son sus Comités de Base, cuyo eje son las necesidades de la gente, como nos reclamara Seregni en 1972: en «un llamado a la iniciativa, a la imaginación de cada organismo de base» haciendo «punta en la solución de los problemas» en cada lugar, donde la gente vive y trabaja.
En las Instrucciones del Año XIII está la impronta de una democracia radical, donde el Conductor es conducido, respondiendo a los reclamos y necesidades de su pueblo.
Un FA en el centro de La Comunidad organizada
Promover «la apropiación democrática de parcelas de poder» en todas las esferas de la vida ciudadana, en cada lucha social, en cada lugar, barrio, localidad, centro de trabajo y estudio.
Un FA, inmerso en el movimiento obrero y popular.
Elevar el Papel de los trabajadores, al que jugaron en el proceso que llevó a la unidad de la clase obrera, a la unidad política de la izquierda en el FA.
Una organización política es un «contrato» que liga a las personas que lo integran y que se unen con un fin común, aceptan un conjunto de derechos y obligaciones.
Ese objetivo común son las transformaciones profundas que se acordaron como necesarias para el país, donde la esencia es que el pueblo sea el principal protagonista de esos cambios y la idea central es «llevar el pueblo a gobernar» como reclamara Seregni.
[1] Michael Roberts. Una tasa de ganancia mundial: un nuevo enfoque.
