Elecciones departamentales: Cambios internos y reflujos

Gustavo Guerrero
29/09/2020

Al escribir estas líneas estamos en un 40 % de votos escrutados a nivel nacional pero me voy a permitir hacer un par de consideraciones antes de terminar la jornada. El contexto de estas elecciones departamentales no son como las últimas que hemos vivido, no solo por la aparición del COVID 19 sino por la fuerte incidencia que ha tenido el poder ejecutivo en la campaña. Un ejemplo de esto es la fuerte apuesta del presidente de la República en incidir en la campaña de Salto el cual fracasó con total éxito al igual que los ataques a la candidata ganadora en Montevideo.

Sobre los reflujos
El Frente Amplio llegaba a esta elección con 6 intendencias: Canelones, Montevideo,
Paysandú, Río Negro, Rocha y Salto, pero también llegaba con una caida enla votación en el Interior del país en la última elección nacional, ya que por más que fué la fuerza más votada en Canelones y Montevideo sufrio una derrota electoral. Rompiendo con el viejo mito que decía que quien gana Canelones gana las elecciones. En estas elecciones parece confirmarse esta tendencia de reflujo a nivel nacional , ya que el Frente Amplio retiene Montevideo Salto y Canelones pero parece inamovible la tendencia de que el Partido Nacional gana en Río Negro, Rocha y Paysandú. Esto nos habla de la necesidad que tiene la fuerza política de analizar cuales son los motivos que le lleva a tener estos resultados en las departamentales y no haber llegado al 40% a nivel nacional que hace que le cueste el gobierno. Es muy difícil que se vuelva a enamorar a la ciudadanía sino hacemos análisis pormenorizado de lo que le pasó al Frente Amplio y sobre todo discutir con su base social la cual es la profundidad de la pública felicidad que predicamos.
No hay que olvidar que si queremos llevar al Frente Amplio a la victoria en otros
departamentos que no sean Montevideo o Canelones debemos entender que es lo que interpela a la ciudadanía, sea urbana o rural. Cosa que a veces nos cuesta desde la capital.

¿Cambios internos?
Está claro que no todas son pálidas para el Frente Amplio en las elecciones, ya que logra retener al primer, segundo y cuarto departamentos más votados del país. En un país donde los primeros dos departamentos concentran más del 52 % de la población, que una fuerza política gane indiscutidamente por más de 50% habla de la representatividad que tiene. En particular en los centros urbanos.
Como decíamos más arriba, el Frente Amplio retiene Canelones con casi el 53 % de los votos, consolidando a su Intendente Yamandú Orsi no solo como figura departamental, sino como una figura nacional, con posibilidades de pensar en ser un presidenciable del FA en el 2024 con un MPP en el que todo apunta a que su máximo referente se retiraría no por falta de capital político sino por tiempos biológicos.
Por otro lado, hoy se consolidó una tendencia impensada a principios de este año, el
desplome de Daniel Martinez: el ex candidato presidencial que iba por su reelección en Montevideo pasó de ir primero en todas las encuestas a salir tercero en las elecciones. Esto se debió a distintos factores: el primero es que se enfrentó a dos muy buenos candidatos en la interna Frentista. Una Carolina Cosse que supo aprovechar tras su candidatura a muchos sectores con una capilaridad importante dentro del departamento y por otro lado defendiendo su gestión en Antel en momentos que el gobierno neoliberal busca por todos los medios atacar a la empresa estatal de telecomunicaciones. Y un Alvaro Villar que de ser un casi desconocido de la política partidaria logró posicionarse como un candidato competitivo.
El segundo factor es el desgaste de la figura de Martinez en el electorado Frentista, sería contrafáctico afirmar que con otro candidato a presidente el frente hubiera ganado las elecciones nacionales, pero no son pocos lo que piensan que el desempeño de Martinez en la carrera a la presidencia dejó gusto a poco. Esto podrá tener un sustento fáctico o no, pero el sentido común no se construye solo con empiria.

Y el tercer factor se podría tomar como una proyección, que es la recomposición de fuerzas a la interna de la fuerza política, los sectores derrotados electoralmente tanto en noviembre como ahora son los que estuvieron en el centro de la política económica de los gobiernos frenteamplistas. Los cuales mientras se agudizaba los efectos de la crisis originada en la caída de los precios de las materias primas, apostaron a mantener los números macroeconómicos a costa de menor aumento de salarios y menor inversión pública y no aumentar el espacio fiscal reduciendo las exoneraciones fiscales al gran capital.

Al final se terminó horadando la base social del Frente Amplio mientras los grandes grupos económicos terminaron financiando la campaña de Lacalle Pou.
Este sector representado por el astorismo fue uno de los que apuntaló la candidatura de Martinez apostando a que sea la renovación del Frente cuando el mismo candidato expresaba públicamente que se iba a dedicar a criar a sus nietos.
Esta recomposición se expresa en cómo se reorganiza el campo popular en el contexto del nuevo gobierno y su avanzada contra los logros alcanzados en los últimos 15 años, en la lucha contra la LUC, sintiéndose interpelada por los abusos policiales y reaccionando a un oficialismo que chorrea conservadurismo.

Es por eso que este resultado electoral en Montevideo demuestra que al recambio en el Frente Amplio no hay que generarlo, que está ahí, militando, transformando, organizándose y que no va a manejar lo mismo discursos e inquietudes que las generaciones anteriores, porque el mundo cambia y por lo tanto también la forma que disputamos otro mundo posible.

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