Argentina. Libertarios: ¿quién financia a Milei y Laje?

Matías Yer
Artículo en www.izquierdadiario.com
24/08/2023

Vamos a profundizar en los lazos financieros que tienen estos intelectuales de la “nueva” derecha con Atlas Network, una ONG financiada por nada más y nada menos que el departamento de Estado de Estados Unidos, el “ministerio de asuntos exteriores” por decirlo en criollo.

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La libertad de los libertarianos

Fernando Lizárraga.
Nota publicada en Hemisferio Izquierdo 5/8/2021

Alguien dijo alguna vez que las religiones pueden tolerar a los ateos, pero nunca a los herejes. Para comprender el fenómeno de los libertarianos o libertaristas hay que mirar el asunto como si se tratara de una disputa entre fanáticos y heresiarcas. La religión de la que hablamos es, en realidad, la doctrina o la familia de doctrinas que conforman el liberalismo. Hay un liberalismo clásico, cuya formulación más rica e interesante fue planteada por John Stuart Mill a mediados del siglo XIX; hay quienes ven las raíces de esta ideología en la obra de John Locke, quien en el siglo XVII elaboró una de las más famosas justificaciones de la libertad como derecho a poseer propiedad privada; y están quienes con buenas razones reivindican la versión pluralista de Isaiah Berlin, acuñada a mediados del siglo pasado. Como sea, a principios de los años 1970 surgió una corriente liberal, encabezada por John Rawls, la cual recibió el nombre de liberalismo igualitario o, más correctamente, igualitarismo liberal. Reclamándose heredero del liberalismo clásico –de la libertad de los modernos, a decir de Benjamin Constant– en su libro Teoría de la Justicia (1971), Rawls intentó, con gran repercusión, conciliar un sistema de libertades con una concepción fuerte de la igualdad social, aplicada la estructura básica de la sociedad, esto es, a sus instituciones fundamentales. En busca de una fórmula aceptable para una sociedad justa, Rawls propuso un esquema de principios que incluye, además de las obvias libertades iguales, fuertes restricciones a la desigualdades permitidas (Principio de Diferencia), una decidida intervención pública –no necesariamente estatal– para que exista una efectiva y no sólo formal igualdad de oportunidades, y una concepción de la fraternidad que implica que no es correcto que algunos salgan ganando sin beneficiar al mismo tiempo a los que están peor. A estos elementos radicalmente igualitarios, Rawls añadió una concepción claramente antimeritocrática.

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