Chile: “No es tan claro que la derecha pase a segunda vuelta”

El Siglo. Chile
22/05/2021

«Por delante hay que tener efectivamente esa justeza entre los convencionales que van a ir a materializar los sueños y aspiraciones populares, y también el pueblo que no crea que por el sólo hecho de elegir los convencionales hay que confiar en ellos. No. No hay que confiar en ellos. La única forma en que los representantes, los delegados hagan lo correcto es que el pueblo esté encima de ellos. Hoy más que nunca se va a requerir que el pueblo en las comunas, en las regiones donde fueron elegidos estos convencionales, el pueblo esté con los ojos muy abiertos, porque la derecha va a recurrir a todo con tal de querer seducir, corromper o coaptar a algún convencional para llegar a tener el tercio que necesitan para ser obstáculo»

Equipo “El Siglo”. 20/05/2021. El martes 18 de mayo, a las 19 horas, se efectuó otra edición del programa “Debates de El Siglo”, donde se analizó el resultado de la megaelección del 15 y 16 de mayo y se trazaron líneas de lo que vendrá. Faltaban 24 horas para la inscripción de las primarias, con todo el episodio vivido, pero hubo apreciaciones que superaron la contingencia del 19 de mayo y fueron válidas como reflexión más allá de acontecimientos puntuales.

En este debate participaron el académico de la Universidad de Chile y columnista de varios medios de prensa, Ernesto Águila, y el convencional electo por el Partido Comunista y abogado de derechos humanos, Hugo Gutiérrez. La conducción estuvo a cargo del periodista y director de El Siglo, Hugo Guzmán. La siguiente es la transcripción del programa, cuyo contenido es valioso para el análisis de la coyuntura y proyecciones del debate político.

Que tal Hugo Gutiérrez. Tú ya eres un convencional electo por el Partido Comunista. ¿Cómo estás viendo tu incorporación a la Convención y cómo ves el resultado que tuvo el partido comunista que elevó al doble su votación, ganó alcaldías como Santiago, dobló la cantidad de concejales?

Creo que al final, todos somos consecuencia del estallido social. Nosotros logramos desvincularnos en el momento preciso de la institucionalidad en que nos habíamos metido. El consenso neoliberal que se fraguó en los tiempos de la dictadura y generó un Estado neoliberal con una Constitución neoliberal. Y esa Constitución generó una institucionalidad que era la que al final del día fue repudiada por la ciudadanía el 18 de octubre de 2019. Hay algunos que no entendieron el mensaje ciudadano. Creo que hoy el estallido social comienza a tomar forma. Hay que recordar que muchos que hoy nos acompañan en estos acuerdos políticos electorales, fueron parte también de esa mesa de negociación del 15 de noviembre, pero que alcanzaron a darse cuenta que al final del día habían sido un salvavidas para (Sebastián) Piñera, y que hoy entienden que eso no era el camino correcto. Nosotros lo entendimos en su momento y oportunidad y por eso es que hemos recibido el premio ciudadano. Premio a nuestra coherencia, a nuestro compromiso, porque en definitiva es lo que la ciudadanía ha premiado.

Hoy empieza a tomar forma el estallido en una Convención y no me cabe duda que también va a tomar forma en un Parlamento que viene por delante. Y es el estallido social que se expresó de manera inorgánica de la forma que todos sabemos, y que ahora comienza a tomar un cuerpo que lo estamos viendo en la Convención, que era donde debía manifestarse. Y empieza a materializarse un poco más lentamente en lo que son las gobernaciones, los municipios y los concejos municipales. Ahí va a tardar un poquito en que se pueda materializar con mayor firmeza las posturas que dieron cuenta el 18 de octubre.

El 18 de octubre es el inicio del fin de la transición democrática en Chile, y hoy estamos asistiendo a cómo ese estallido social se está materializando en estructuras que se está dando el pueblo, de a poco. Creo que el congreso chileno empezaba ya a tomar una forma distinta, pero esta forma del estallido es simplemente brillante. Creo que el pueblo chileno ha actuado con una solemnidad de respeto al estallido social, de respeto a todos los jóvenes que están privados de libertad, los jóvenes que perdieron sus ojitos, que perdieron la vida, a los miles de jóvenes encarcelados que estuvieron privados de su libertad después del estallido social. A todas las violaciones de derechos humanos. El pueblo ha actuado con brillantez y es encomiable y por supuesto uno no puede estar más que agradecido.

Respecto al tema mío que es secundario. Lo mío es producto de lo mismo. El 18 de octubre de 2019 me encontró prácticamente en la calle. Si me inculparon posteriormente de haber quemado un regimiento, es justamente porque estaba en esa marcha que pasó por el lado de un regimiento y pasó lo que pasó. Me inculparon de haber sido el autor material de esa marcha y que haya pasado por fuera del regimiento y que haya pasado lo que ocurrió. Y después todos los estragos de arrastrarme al Tribunal Constitucional, de querer destituirme, las varias veces que me llevaron a la Comisión de Ética (Parlamento) para sancionarme después de la persecución que he sufrido todo este tiempo por decir con claridad que las autoridades militares y las FFAA tienen que estar subordinadas al poder civil. Que el pueblo es lo prioritario y no los milicos con armas.

Todo eso la ciudadanía lo premió porque una persona como yo, con la irreverencia, con la rebeldía, con la resistencia que expresé permanentemente, gané en todas las urnas en Tarapacá. ¿Cómo se explica que un sujeto como yo gane todo? Y lo gano no por los últimos días, lo gano justamente porque, creo humildemente, por la coherencia que demostré durante todo este tiempo, durante el estallido social, y también, por la coherencia que demostré cuando yo era diputado, nunca voté ninguna ley en contra de mi pueblo para ser sancionado. Al contrario, yo fui de aquellos que se opuso a todo tipo de legislación penal que pueda sancionar al pueblo, aunque sea con una multa. Eso el pueblo lo ha valorado y por eso me ha dado este espectacular triunfo en la región de Tarapacá.

Con el resultado de la elección de convencionales ¿está garantizado o se avanzó mucho en garantizar una real nueva Constitución?

Lo que se ha obtenido era mucho más allá de lo esperado. Así como yo tampoco esperaba el resultado que obtuve, que de verdad es inesperado. Objetivamente gané en todas las urnas. Había una dispersión gigante de votos, pero tuvimos una victoria increíble. Me alegra que hayan ganado tantos independientes. Eso también es una posibilidad de llegar a una Constitución que el día de mañana sea una Constitución legitimada por el pueblo.

A mí lo que me interesa es que este proceso no se vea truncado porque ustedes saben que tiene una espada de Damocles sobre la cabeza, que si no logramos obtener una Constitución aprobada por el pueblo y que va a ser con voto obligatorio, queda vigente la constitución de la dictadura. Y eso es inaceptable. En consecuencia acá tenemos que hacer una Constitución que cuando el pueblo la vaya a ratificar, el pueblo la vote favorablemente.

La votación que obtuvieron muchos independientes, y también partidos políticos como el nuestro y el Frente Amplio, también hay cierta garantía de que avancemos hacia una Constitución que dé cuenta de la democracia y justicia social que queremos para el país.

Nueva representación política en el país y la izquierda

Ernesto. Durante el día sábado y parte del domingo hubo mucha tensión y nerviosismo de que la gente no iba a votar, se instaló una suerte de pesimismo de expectativas. A qué atribuyes tú la alta votación del Frente Amplio, la alta votación del Partido Comunista y también la alta votación de la Lista del Pueblo y los independientes?

Efectivamente el sábado y domingo todos pasamos por distintos estados de ánimo. Antes de la elección bastante esperanzado pero mientras transcurría el sábado y domingo lo que se observaba era una baja participación y eso generaba un nerviosismo de que tan legitimado podía estar el proceso. Y además la idea de que una baja votación podía favorecer más a la derecha. Se empezó a ver el sábado que había un sesgo social y de clase en los lugares de votación. Creo que todos pasamos ahí por distintos estados de ánimo, preocupación e incluso pesimismo. Pero creo que el pueblo ha demostrado una sabiduría que va por delante de los analistas y de los partidos. El 18 de octubre fue muy sabio, el 25 de octubre cuando sale ese millón y tanto de personas le da un respaldo a lo que ocurrió el 18 de octubre, muy masivo, multitudinario. Y luego, no sé a cuántas reuniones fui en que se decía que íbamos a ganar el Apruebo a la Nueva Constitución el 25 de octubre en el plebiscito, pero que iba a estar estrecho si era Comisión Mixta o era una Convención íntegramente elegida. Y nada, fue más votación incluso en la manera en que debía redactarse. O sea, siempre ha habido una capacidad de no equivocarse de la ciudadanía y del pueblo y creo que eso también quedó claro el 15 y 16.

¿Por qué ciertos actores políticos resistieron mejor esta crisis al sistema de partidos y otros lo han resistido peor? Creo que tiene que ver con que efectivamente el Frente Amplio, el Partido Comunista y agregaré sectores socialistas dispersos, que existen, han tratado de sintonizar con el 18 de octubre, han tratado de estar ahí, presente en las movilizaciones, de entender lo que está ocurriendo y de participar. Creo que la Lista del Apruebo Dignidad fue la única lista que hizo un esfuerzo genuino por intentar conectar a movimientos sociales con actores políticos y eso fue premiado por la ciudadanía. Es bastante notable que la votación que obtuvo el pacto Apruebo Dignidad, y creo que la ciudadanía hizo una diferencia. En estos momentos hay un cuestionamiento general a los partidos. Hay una cierta tendencia anti política, pero creo que la ciudadanía hizo una diferencia con la lista Apruebo Dignidad y se expresó allí.

Por otro lado, es evidente que hay fuerzas nuevas que se vieron ya en el 18 de octubre y que impugnan en general sistema de partidos y el sistema político. Eso se expresó en la gran votación de la Lista del Pueblo y de otros grupos de independientes de distinto tipo. Está en ciernes un nuevo sistema de representación política. Eso es lo que está naciendo y creo que además el otro resultado significativo es que la derecha no alcanza el tercio para vetar. Y ahí hay una tremenda sabiduría popular porque una de las cosas que hacían malos augurios en relación a la Convención Constituyente y la posibilidad de una nueva Constitución efectivamente democrática, progresista y de avanzada, era la posibilidad de que la derecha llegara al tercio. Pero no llegó, llegó a 15 escaños por lo menos y por lo tanto hay una posibilidad bastante cierta, que no estaba clara el día antes de la votación de que podamos darnos una nueva constitución tal y cual lo quiere la mayoría del país y que está hoy día expresada en la Convención Constituyente. Y esa posibilidad de que no sea una Constitución sometida a los vetos de la derecha, creo que es algo que no estaba tan claro y es una gran oportunidad.

Comparto bastante el análisis de Hugo y las persecuciones que ha sufrido, pero creo que lo que hace avanzar la causa popular es una sabia combinación entre calle e institucionalidad. Eso es como el núcleo del pensamiento y la acción de Allende. Allende nunca dejó de organizar un movimiento popular, de transformar al pueblo en un sujeto político, pero siempre trato de ir consolidando todo aquello y haciendo avanzar por las vías institucionales. En la nueva Convención Constitucional hay una posibilidad de expresar la calle con mucha robustez y bastante fidelidad. Eso, al menos para mí no estaba claro antes del 15 y 16 y se abre una oportunidad histórica en Chile.

Van ocurriendo cosas que van cambiando las percepciones. O sea, si tú ya elegiste una Convención Constitucional, paritaria, con escaños reservados para pueblos originarios, no puedes a fin de año elegir un Parlamento que no tenga esas mismas condiciones. Se van colocando ciertos pies forzados a partir de los hechos políticos que se van constituyendo. La Convención va a ir con su funcionamiento, con sus actores y voces que empiezan a aparecer, cambiando a Chile. Eso no implica que la discusión o el debate constituyente se encierre en las paredes de los 155 electos, si no que tiene que ser un proceso ampliamente participativo en todos sus momentos, y ese es un desafío. Yo confío por las personas que están ahí, que van a hacer un esfuerzo para que sea un proceso que involucre al conjunto de la sociedad en todas sus etapas.

Garantías para una real nueva Constitución

¿Tú crees Hugo que ahora son mejores las condiciones para que la ciudadanía pueda participar en torno de la Convención Constitucional, los cabildos y asambleas?

Tengo confianza de que todos los convencionales constituyentes que hayan sido elegidos procuren junto con el poder comunal, donde se tenga el alcalde con los concejales, se pueda generar condiciones para hacer cabildos que recojan la reflexión y el debate de la calle, del ciudadano. Creo que vamos a tener que generar algún tipo de encuentro donde el poder comunal que es de donde tiene que empezar a hacerse la reflexión, humildemente, desde la base. Yo trataré de juntarme con los alcaldes de mi Región, y si no se puede con los alcaldes, porque tengo varios de derecha aquí, juntarme con concejales que sí tenemos en todas las comunas y junto con ellos organizar a la ciudadanía desde la base. Para que todos ellos vayan entregando sus insumos para que cuando uno vaya al debate en la convención, vaya nutrido de la opinión ciudadana. Ese es nuestro deber, organizar a la ciudadanía para que entregue sus insumos que uno va a llevar a la Convención. No se trata de ser solo una autoridad, que por supuesto no me lo creí antes cuando fui diputado por tres períodos, menos ahora en que me creo una persona en la que delegan, me envían a la Convención para representar a la Región de Tarapacá en sus reivindicaciones históricas de descentralización, de empoderamiento territorial, regional y comunal, de tantas necesidades y precariedades que hemos tenido las regiones extremas.

Ese es nuestro deber hoy y voy a intentar responder de la mejor forma a ese deber de organizar a la ciudadanía. Y en muchas partes ya están organizados. De hecho en mi Región existieron los cabildos, ya tienen los insumos. Ahora lo importante es seguir contribuyendo a que esos insumos sean recibidos por uno.

Ahora que a derecha no alcanzó el tercio y no va a poder vetar, ¿se mantiene la idea de cambiar los dos tercios y otras cuestiones que se habían planteado?

Uno de los grandes derrotados fue (Pablo) Longueira (ex parlamentario de la ultraderechista Unión Demócrata Independiente) que me siento muy orgulloso de haber sido quien se querelló contra él y que lo tenía acusado y le impidió ser candidato a convencional. Justamente una querella mía por el tema SQM lo tenía acusado y fue el obstáculo para presentarse como convencional. Pero la estrategia de este delincuente, de Longueira, era la que estaba en juego y creo que esa fue la que se derrotó; la estrategia de llegar a 53 convencionales para tener posibilidad de obstaculizar las transformaciones que el pueblo quería instalar dentro de Constitución democrática basada en la soberanía popular. Y esa estrategia derrotada es la que va a llevar a la derecha a buscar alternativas distintas. Es ahí donde hay que estar muy atento y ahí donde el pueblo cumple un rol destacado. No sólo en lo que es entregar insumos a sus convencionales, si no que estar atentos como fiscalizadores de que el día de mañana el convencional no aparezca con un departamento en Viña del Mar o una linda parcela en Villarrica o Pucón. Eso daría cuenta que empezó a operar lo que a todos nos duele tanto como es la corrupción. La derecha económica recurrió permanentemente a esa forma de obtener las complicidades para asegurar el saqueo de Chile, y hoy no va a temer en seguir haciendo lo mismo. Un rol destacado de nuestro pueblo, vigilante, estando sobre sus convencionales para que den cuenta de los requerimientos, reivindicaciones y aspiraciones que tienen.

Por delante hay que tener efectivamente esa justeza entre los convencionales que van a ir a materializar los sueños y aspiraciones populares, y también el pueblo que no crea que por el sólo hecho de elegir los convencionales hay que confiar en ellos. No. No hay que confiar en ellos. La única forma en que los representantes, los delegados hagan lo correcto es que el pueblo esté encima de ellos. Hoy más que nunca se va a requerir que el pueblo en las comunas, en las regiones donde fueron elegidos estos convencionales, el pueblo esté con los ojos muy abiertos, porque la derecha va a recurrir a todo con tal de querer seducir, corromper o coaptar a algún convencional para llegar a tener el tercio que necesitan para ser obstáculo. Ellos parten de la base de que tienen treinta y siete, les faltan dieciséis. Hay que ver quiénes van a estar disponibles para darle su voto a esta derecha genocida que tenemos en este país, que sin querer hacer una caricatura es una de las peores derechas en el mundo, que no trepida en nada con tal de mantener sus privilegios y prebendas. Aquí se requiere un protagonismo permanente de quien es el actor principal; el pueblo de Chile.

Reconectar a la izquierda política y social y a este mundo antineoliberal

Ernesto, ¿tú crees que se puede proyectar el resultado de las elecciones de este fin de semana a lo que pueden ser el resultado de las elecciones parlamentarias e inclusive la presidencial de noviembre?

Como decía, estamos en presencia de un proceso refundacional de la representación política en Chile. El 18 de octubre no es solamente una reivindicación de tipo económica y social de la concepción de un acuerdo social para una sociedad más justa. Un rol del Estado garante de derechos. Creo que el 18 de octubre expresó que había una comunidad política que estaba rota. Lo que hemos estado viviendo en este tiempo es la conformación de nuevas formas de representación política. Esto ha ocurrido en muchas partes del mundo y en algunas partes se ha caído el sistema de partidos completo. Han emergido a veces nuevos sistema de partidos, a veces opciones mucho más individualistas o caudillistas. En otros casos han sobrevivido partidos más tradicionales, han emergido otros nuevos y se han conformado nuevos sistemas políticos, de partidos y de representación. En el caso chileno va a haber una situación mixta. Veo que buena parte de la izquierda logra instalarse en las nuevas lógicas sociales, pero también veo que pueden emerger nuevos actores políticos que hoy día están expresados básicamente como movimientos sociales. Para uno la política es la representación de una conflictividad social, por lo tanto los actores emergen a partir de representar conflictos sociales reales. Cuando dejan de representar conflictos sociales reales se transforman en una suerte de clase política, que es en parte lo que ocurrió en Chile.

Observo que hay una izquierda, la que se agrupó en Apruebo Dignidad que ha tenido una capacidad de leer, de interpretar, de estar allí en las nuevas lógicas que nacen de la sociedad, de su rabia, de su protesta, pero también veo que esa izquierda no es capaz de dar cuenta de todo lo que está ocurriendo en términos de movimiento social. Ahí veo que pueden emerger nuevos actores. Pero veo que esto sí debiera irse proyectando hacia el conjunto del sistema político. Por lo tanto, levanto la hipótesis que probablemente el nuevo parlamento se parezca más a la convención constituyente actual que al parlamento que hoy día existe que nace el 20016 previo al estallido de octubre.

Esto podría llevar a que pensemos que van a haber primarias del sector antineoliberal; del PC, Frente Amplio, etc. Pero ¿tú crees que se instala la posibilidad de que haya un presidente que represente a los sectores antineoliberales y de izquierda?

Creo que fue un error no darle un par de semanas a la inscripción de las primarias para procesar mejor el resultado del 15 y 16. Pero estamos donde estamos y eso no tiene mucho sentido. Lo más probable es que va a haber una primaria que se va a inscribir mañana antes de las doce, de Apruebo Dignidad. Sería interesante que en esa primaria concurriera el PS y la candidata del PS.

Tú la estas sacando de la primaria de Unidad Constituyente.

Pienso que la candidatura de Paula Narváez está en una alianza equivocada. El Partido Socialista no se desfondó completamente en las elecciones, pero bajó mucho su votación. Pero lo que fracasó estrepitosamente es la alianza en la que está inserta, los aliados con los cuales concurrió a la Convención Constitucional se desplomaron; la DC tiene uno o dos constituyentes, el PPD tres. Es evidente que el PS actual está tanto por su historia como por lo que pasó el 15 y 16, metido en una alianza y primaria equivocada. Y lo que correspondería sería tratar de armar de aquí a mañana una primaria en que hubiera PC, FA, PS y de alguna manera comprometer en esa primaria a la Lista del Pueblo, a Unidad social, a un conjunto de actores sociales que no están constituidos como actores políticos, y esa sería una primaria muy potente que podría generar una candidatura que pase a segunda vuelta -creo que vamos a tener una segunda vuelta- y que derrote a la derecha. Incluso, voy a señalar una hipótesis: no es tan claro en este escenario que la derecha pase a segunda vuelta. No está escrito en ninguna parte. Por eso digo que hay que procesar más lo que ocurrió. Pero si miras la elección de la gobernación de la Región Metropolitana, la derecha llegó cuarta, y con una candidata que yo diría que era una buena candidata para el sector al que pertenece. Si la derecha se mantiene en este 24% de la constituyente, o en el 20% del Rechazo, puede ser una candidatura totalmente desfondada en la elección presidencial.

Creo que todavía nos esperan varias sorpresas, pero creo que la izquierda tiene que hacer su primaria, tiene que consolidar un liderazgo, un programa, un proyecto, ojalá con los movimientos sociales. Eso es súper importante, reconectar lo social y lo político. Reconectar a la izquierda política y social y a este mundo antineoliberal. Y eso presentarlo como una alternativa y competir en la primera vuelta presidencial.

No sé si Unidad Constituyente va a lograr inscribir una primaria mañana, porque después de los resultados qué sentido tiene para la gente una primaria con esos actores. Algo que quedó expresado en la elección del 15 y 16 es que la gente no quiere votar por el mal menor. Prefiere abstenerse o buscar alternativas que conoce no demasiado, o confiar en la izquierda nuevamente. La sociedad le dio una segunda oportunidad al Frente Amplio, o se la está dando y está el avance del Partido Comunista. Se hablaba mucho de la crisis terminal del Frente Amplio y creo que se le dio una segunda oportunidad. Es el momento de confiar más en las fuerzas de la izquierda. Ojalá concurran más sectores de los que se están perfilando para la primaria, que concurran los movimientos y actores sociales y que se constituya ahí una alternativa. Creo que eso es lo que el país está esperando, es lo que expresó el 15 y 16 y creo que no corresponde defraudar eso. La gente no está votando por el mal menor. Mucha gente me comentó que estaba contenta por votar por quienes efectivamente quería votar. Porque tenía candidatura que efectivamente me representaban, y no tener que estar votando como ocurrió durante los últimos treinta años por opciones que te las presentaban como el mal menor, había que elegir entre eso o la derecha.

El avance del Partido Comunista

Hugo, ¿qué significa la votación del Partido Comunista? ¿Cómo queda el PC después de este fin de semana?

Después de este fin de semana al menos aquí en la Región y creo que también se puede extrapolar para todo el país; quedamos como la principal fuerza política. En la Región Metropolitana eso es mucho más ostensible. Somos el partido que más concejales sacó. Es el partido que ya tenía el mayor número de parlamentarios y parlamentarias. Es decir; hoy es la fuerza política más contundente que hay en este país y por supuesto eso como todo tipo de cosas, cuando te premian, es de dulce y de agraz. Te produce un contento porque te da el apoyo ciudadano, pero también te pone en una alta responsabilidad. La ciudadanía a nosotros no nos castigó, castigó duramente a los otros partidos. El PS siempre se salva porque tiene esta capacidad de renovación de cuadros, de coaptación de cuadros de diversos lugares y tienen la subvención permanente de Salvador Allende. Ellos viven de una figura emblemática que la ciudadanía termina reconociéndola. Este partido, por un lado me alegra que no hayan sido castigados de la forma en que yo creo merecen ser castigados. Pero nuestro partido hoy por hoy pasamos de un 5% a tener sobre 9% de votación. Imagínate, prácticamente doblar la votación que habíamos tenido en las elecciones pasadas, sin duda hay una confianza de nuestro pueblo, pero creo que dimos el palo al gato cuando le dijimos a la gente “Sin Miedo”, la gente hizo el esfuerzo y superó el anticomunismo porque vivimos extorsionados. Eso que recién hablábamos del mal menor, no era más que la extorsión permanente sobre el elector para no volver a la dictadura. Siempre se nos decía que si pasa esto vamos a volver. La transición está construida sobre el miedo a lo militar, el miedo al golpe de Estado, el miedo a la bota. Es tan elocuente como la situación que me pasó como ejemplo, que da cuenta que la gente le tiene miedo a lo militar y eso ha sido la permanente extorsión. Por eso cuando levantamos la consigna “Sin miedo”, claro, pero sin miedo a los comunistas que era sobre la cual se construye esta transición democrática. Creo que esta transición democrática tenía una cultura neoliberal, y esa construcción cultural diseñada durante todos estos año va a costar mucho demoler, porque es la cultura de que lo principal es trabajar, consumir, competir con el otro. Todas esas construcciones simbólicas del neoliberalismo tenían un componente anticomunista muy duro y eso se está demoliendo.

El “Sin miedo” que levantamos como Partido Comunista dio cuenta que en la sociedad había un elemento que para avanzar había que necesariamente echar abajo. Lo que pasó en esta elección es eso, que la gente le perdió el miedo a los comunistas. Eso fue lo que abrió este dique que contenía el apoyo ciudadano. Eso pasó con los ciudadanos en la calles con las consignas, las canciones eran las canciones de Víctor Jara, un militante del Partido, en que estaban la consigna “Lucha como Gladys”, Pedro Lemebel, Violeta Parra y figuras emblemáticas del Partido Comunista hacen que la ciudadanía le pierda el miedo al partido. ¿Cómo se explica que un fulano como yo con lo irreverente y reactivo que soy alcance la primera mayoría en una Región compleja? Yo estoy en Tarapacá donde históricamente las Fuerzas Armadas han hecho una construcción anticomunista muy dura. Acá nació el Partido Comunista de Chile, pero justamente las principales autoridades o eran de derecha o eran figuras anticomunistas. Acá los grandes liderazgos son anticomunistas. Pero ahora, mira como el pueblo me transforma en un líder de la Región de Tarapacá siendo un comunista y uno que no duda en decir las cosas. Van y me eligen igual. No obstante la persecución, de que estaba prófugo, que estaba ad portas de meterme a la cárcel y aun así la gente votó por mí. Eso me llena de alegría pero no es una satisfacción personal, es una satisfacción porque esa parte dura de la cultura neoliberal del anticomunismo, se está derrumbando.

Hugo Guzmán: Para quienes nos están escuchando queremos decirle que teníamos invitada a Gael Yeomans, diputada de Convergencia Social. Se ha comunicado con nosotros y todavía está en reuniones en el Parlamento, en Comisiones y no pudo estar con nosotros.

Queremos agradecer a Ernesto Águila académico de la Universidad de Chile, columnista de varios medios de comunicación, a Hugo Gutiérrez electo convencional en el Distrito 2 por el Partido Comunista, abogado de derechos humanos y ex diputado del Partido Comunista, que hayan estado esta noche intercambiando opiniones y miradas sobre lo que pasó el fin de semana y lo que viene.

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