Plebiscito, Reforma de la Seguridad Social y el Proyecto de País

El Chasque 100
25/08/2023

Debemos preguntarnos sobre la Ley de Seguridad Social votada por el gobierno, sobre sus consecuencias negativas para los sectores populares y finalmente la forma más adecuada para modificarla, de acuerdo a un nuevo orden social puesto al servicio de los ciudadanos, no de un supuesto mercado.

Ley de Seguridad Social.
En primer lugar, como se ha reiterado, sólo es una reforma jubilatoria.
2º Toda la carga recae sobre los trabajadores, no se toca al capital
3º El avance científico, técnico, las mejoras en la productividad del trabajo, sólo benefician a los dueños del capital, por tanto es lógico pedirle un aporte. No hay quien lo niegue, el capital (que es trabajo acumulado), desplaza mano de obra, luego, menos trabajadores, menos aportes.
4º La Seguridad Social implica mucho más que jubilaciones y pensiones: Atender la Infancia y Adolescencia para educar hombres y mujeres libres, con capacidad para decidir sobre su vida y desarrollar un trabajo digno, un Sistema Nacional de Cuidados (menores, discapacitados, adultos mayores), atención a la Salud y acceso a una vivienda.

La izquierda debate como enfrentar la ley de Seguridad Social. ¿Plebiscito?
No se ha debatido suficiente sobre qué Seguridad Social queremos.
En el FA no hay acuerdo. Tras 15 años en el gobierno, hubo algunas reformas, hubo aumentos reales a las jubilaciones mínimas, pero no cambios de fondo que impidieran el lucro en el sistema.

Hoy se propone, para después de ganar el gobierno, llamar a debatir a todos los sectores, pero no hay propuestas concretas.
¿Se le pide un cheque en blanco a los ciudadanos? ¿Quien va a resolver? No es más cristalino y democrático incluir en el Programa del FA los puntos esenciales, con el que los electos -gobierno y parlamentarios- se comprometan.

DEBATE- La Reforma jubilatoria y el mecanismo del Plebiscito como forma de frenar el lucro en la Seguridad Social

En el MPP creen que se trata de una ley que “no abarca todos los temas que debe abarcar la seguridad social”, y además “es regresiva, y nos obligan a trabajar más para cobrar menos”, creen “inconveniente” derogarla mediante un plebiscito constitucional, adelantó Sánchez.

.. primero “el Frente Amplio tiene que ser gobierno en las elecciones que vienen” y luego “convocar un diálogo social el 2 de marzo para cambiar esta ley, hacerlo con mucho debate con los empresarios, los trabajadores y la academia”.

“No nos parece que utilizar el mecanismo de plebiscito constitucional pueda aportar elementos para cambiar una ley, las leyes se cambian por referéndum, pero evidentemente las leyes de seguridad social no pueden ir a referéndum, por tanto lo que hay que hacer es cambiarlo con otra ley”.

….El proceso de diálogo propuesto por el MPP -y por el FA, según se votó en el último Plenario Nacional de la fuerza- deberá “analizar y poner sobre la mesa sus diferentes sistemas de financiación” y así evaluar “la posibilidad de estudiar cómo obtener recursos y cómo hacer un uso efectivo de los mismos”, al tiempo que se deberá “consagrar un sistema de seguridad social sin lucro y que respete los principios de solidaridad, amplia cobertura y suficiencia de las prestaciones”. (La Diaria)

CSP (Convocatoria Seregnista Progresista) .. apuesta a “continuar desarrollando la estrategia del FA donde en las próximas elecciones se priorice el debate de dos visiones de país contrapuestas”.
En ese marco, “el FA presentará un programa de gobierno con el firme propósito de recuperar los retrocesos en el bienestar de la ciudadanía generados por el gobierno de coalición multicolor” para transitar “un nuevo ciclo de transformaciones progresistas”.

Para eso, el camino que ven los seregnistas es el de “privilegiar el debate integral y en diálogo con toda la ciudadanía en la próxima instancia electoral”, por lo que no creen “que el mecanismo de reforma constitucional sea el más adecuado para resolver los desafíos de una nueva matriz de protección social en nuestro país”, menos si mediante el plebiscito se busca “incorporar en la Constitución algunos parámetros que, entendemos, no deberían ser definidos de forma rígida y con características permanentes”. (La Diaria 7/08/2023)

Lista 939 FA – Javier Rodriguez
“Este plebiscito debe ser sobre dos modelos de país. Por un lado, el país de los privilegios y los privilegiados. Y por otro el país del trabajo y la solidaridad. Este gran plebiscito debe ser en las Elecciones Nacionales. Y que el pueblo uruguayo defina si hay otro futuro posible”
…….“cualquier cosa que desvíe la atención de la gente sobre que acá está en juego mucho más que una reforma jubilatoria, no solamente es inconveniente”

Ante estos argumentos nos preguntamos:
¿Una norma constitucional está por encima de la Ley?
Se sabe que no se puede recurrir una Ley que sea privativa del PE, como esta que tratamos.

Ahora, ¿se puede introducir en la constitución un artículo que diga por ejemplo, la Seguridad Social debe ser brindada por el Estado, no puede ser privada y perseguir el lucro? ¿O que la edad mínima para jubilarse es de 60 años?
Y en caso que se pueda, ¿que pasa si hay una ley anterior que autoriza la administración privada (AFAP) y fija un limite mínimo en 65 años?

¿Dicha ley no queda derogada automáticamente?

Esto sobre la forma, pero sobre el fondo y lo táctico, rumbo a “otro proyecto de país”.
Podríamos decir negro sobre blanco:

LA SEGURIDAD SOCIAL ES UN DERECHO HUMANO, NO UNA MERCANCÍA.

Con los puntos que resolvió el PIT CNT (u otros que se consideren):
1) Derogación de AFAP o un sistema sin fines de lucro,
2) edad de retiro 60 años o más (a elección de las personas)
3) una Jubilación mínima (que podría ser el SMN u otro que asegure un aumento real)

Porque aquí se está definiendo también, “el otro proyecto de país”.
Si no hay acuerdo y se tira para adelante, se corre el riesgo de no cambiar nada, con otra frustración para los sectores populares, en un tema esencial para el país y para la calidad de vida de la gente.

Si no hay acuerdo se debe resolver en un Congreso del FA o en el Plenario Nacional, tras una amplia y democrática discusión entre los frenteamplistas en sus Comités de Base, también en el movimiento obrero y organizaciones sociales y con toda la ciudadanía, en cada Comunidad, barrio, pueblo, ciudad. Ese es el ámbito natural, involucrando a la ciudadanía. No desde una cúpula, alejando al pueblo de la toma de decisiones, pues se termina vaciando la democracia. Después, los técnicos llevarán a lenguaje adecuado las decisiones políticas, estratégicas, tomadas por el pueblo soberano.

Nos dicen que un plebiscito va a desviar la atención de lo importante, que son las elecciones.

¿Acaso la instancia electoral no es mucho más que elegir Presidente y Parlamento?
¿No se dice que es la oportunidad para optar entre dos Proyectos de País?
¿Y que es la Seguridad Social? sino una parte sustancial de ese proyecto, abarcando en un sentido amplio, toda la vida, desde el nacimiento.
¿No es parte del país que queremos construir?, ¿de la estrategia para lograrlo?, ¿del programa, de la política económica y social?
¿No es lógico que estos temas sean resueltos por el pueblo, debatidos y decididos por el pueblo reunido, en su comunidad, desde su lugar de trabajo o estudio, en su organización política?

Si realmente queremos otro país, -y no es un eslogan-, debe ser enunciado fuerte y claro, debatido con los trabajadores, con el pueblo todo, pues sus problemas y necesidades son o deben ser los de la Fuerza Política, y hay que trabajar -todos juntos – para resolverlos. No desde la altura de una minoría esclarecida.

Y no estamos planteando que no se necesiten dirigentes, cuadros, militantes. Por el contrario, si que se necesitan. Es necesario construir una organización fuerte, para la batalla contra el poder económico más poderoso que ha existido. Dirigentes fortalecidos con el apoyo conciente y organizado del pueblo. Y esto es sólo posible con un pueblo conciente, organizado, movilizado, participando en la toma de decisiones.

Debemos establecer con claridad, sin ambigüedades, que la batalla por resolver las necesidades de la gente, del 90%, no es ganar al centro. Podríamos decir, como los que pretenden desvincular los problemas económicos y sociales de la política: no es de izquierda o derecha.

Pero si es, cómo se resuelvan las necesidades, en cada barrio, localidad, pueblo, ciudad, con la participación protagónica del pueblo, de la Comunidad organizada para hacer saber sus necesidades, discutir como resolverlas y su derecho a ser parte en la toma de decisiones.

La participación se da de mil formas, se manifiesta en la calle cuando desbordan los problemas, cuando por miles se reúnen regularmente para, en comunidad, tratar sus necesidades mas sentidas, ya sea por la inseguridad que trae la violencia cotidiana, los robos, las balas perdidas o la violencia de género, ya sea por la falta de alimentos, la vivienda, la salud y la educación para la infancia.

Esa Comunidad organizada, ha visto que la violencia no es sólo física, que violencias hay muchas, violencia también es la falta de atención a la salud, a la educación, es la vivienda de 5×5 donde conviven media docena de personas, es no tener un baño decente, agua, electricidad, un lugar para que el niño o joven cumpla con sus tareas escolares, o simplemente tenga un lugar para jugar.

Y cientos de miles de personas se sienten solas y abandonadas por un sistema que no deja de dar diagnósticos, repetidos mil veces, pero no brinda soluciones. Y tampoco da participación, transformando a las personas en objetos, sin pensarlos que como “sujetos”, con apoyo y solidaridad esas personas son la verdadera solución.

Así, muchos ciudadanos llegan a la triste conclusión: “son todos iguales”, los “políticos” vienen a pedir el voto y después desaparecen.
Pasan los años y no tienen una mejora real, palpable, quienes habitan determinados barrios. En cambio se habla de la pobreza medida por el ingreso, que bajó si, pero no resolvió las necesidades, sólo las oculta. Con 3 o 5 mil pesos más “ya no son pobres” -para las estadísticas-, pero las condiciones de vida son las mismas que el mes o el año anterior, la misma vivienda por donde cuela el frío y el calor, el mismo tugurio donde se amontona la familia, la misma violencia en la calle o en la casa, la falta de alimentos adecuados, de salud, la misma dificultad para llegar a la escuela, al liceo, para estudiar en un ambiente adecuado, ni que hablar de conseguir un trabajo (viniendo del “barrio tal”), etc.

¿Hay solución?
Si.
Sólo con TRABAJO. Trabajo que permita una vida digna a toda la familia. Quizás se podría resumir en esto, si.

Pero, no se resuelve en un día. Se necesita la participación de todos los involucrados, una Comunidad organizada que se reúna, piense soluciones para lo básico, el alimento, un techo, la salud, la educación y los cuidados desde el primer día de vida. Las instituciones del Estado al servicio de los ciudadanos, con apoyo, promoción, ayuda material, técnica para el desarrollo de la comunidad, para desde allí encontrar formas para la producción de alimentos, hacer o reparar viviendas, el cuidado mutuo, emprendimientos conjuntos para crear fuentes de trabajo, formación, educación, cultura y todo lo que la imaginación popular pueda proponer y hacer.

Una COMUNIDAD ORGANIZADA. Con la intención de satisfacer sus necesidades, con justicia social, con solidaridad.
SI. ES POSIBLE

Deja un comentario