“Cierro los ojos y me hago la muerta”

(Comentario de una niña uruguaya en 1942)

Julio Castillo
El Chasque 130
22/03/2024

Alguien dijo: “no es un mundo para traer niños”, sentimiento totalmente diferente a la canción Gurisito” de Daniel Viglietti, “y aunque nazcas pobre, te traigo también, se precisan niños para amanecer”… un deseo impregnado por el optimismo de aquellos viejos tiempos cargados de esperanzas.

Quizás estemos viviendo la antesala al desastre total y sin retorno, quizás fue lo que vivió y sintió aquella humanidad ante el asenso del nazismo y el fascismo en los años posteriores al 30.

Tiempo atrás una persona me contaba que en su infancia, durante la 2ªGuerra Mundial, su hermana la asustaba y la perseguía por toda la casa con una foto de un avión de la Luftwaffe lanzando bombas, publicada en la famosa revista Life, la misma Luftwaffe que bombardeó a la ciudad vasca de Guernica. Hoy, esa ciudad vuelve a ser noticias en las redes sociales por las demostraciones performáticas masivas contra la masacre del pueblo palestino en Gaza a manos del Estado de Israel, trayendo al presente aquella otra matanza realizada por el franquismo y la ayuda nazi contra el pueblo vasco. Y esa niña que tenía terror con el avión y escuchaba a los adultos hablar de la guerra, de Hitler y los nazis, soñaba angustiada en las noches como haría para evitar que la vieran los nazis si llegaban a su pequeño pueblo en el interior de Uruguay, y se decía a sí mismo: “cierro los ojos y me hago la muerta”. Los niños palestinos no pueden conjurar el miedo cerrando los ojos y haciéndose los muertos, por el contrario ellos simplemente mueren frente a los ojos de todo el mundo y con la indiferencia o cobardía política de gobiernos y personas. Pero no satisfechos con lanzar toneladas de TNT sobre el pueblo palestino, le suman el hambre como arma, llevando al límite, condenando a la agonía lenta y terrible de la muerte por inanición.

Ayer fue la no intervención declarada por Francia e Inglaterra que entregó a la República española a manos del franquismo y la Falange fascista, monárquica y ultracatólica. Hoy se repite esa actitud en la incapacidad y vaciamiento de las instituciones internacionales bloqueadas por EEUU que hacen imposible frenar la matanza o en el cinismo de gobiernos que se lavan las manos o votan, como Uruguay, contra el alto al fuego. Así lo dice, muy suelto de cuerpo, sin ningún pudor moral o ético, el cocinero Puglia, director de cultura del Partido Nacional, devenido a opinólogo; las muertes en Gaza son un daño colateral al derecho de Israel a defenderse. ¿Se escuchará al regresar a su hogar? ¿Tendrá algún vestigio de racionalidad para entender que lo que dijo es terrible? Con este tipo de argumentos y excusas se alimentó el nazismo y el fascismo allá por los años 30.

¿Lo de Israel es un acto de venganza y por lo tanto le asiste la razón? Con esta lógica que justifica la matanza nos preguntamos ¿qué tendrían que hacer los pueblos invadidos a lo largo de la historia por EEUU? Por ejemplo: ¿qué precio debería pagar EEUU por los miles de muertos en Vietnam, Hiroshima y Nagasaki?

El pensador marxista húngaro Georg Lukács desarrolló en su ensayo “El asalto a la razón” el argumento de cómo la filosofía burguesa rompió con la racionalidad de la Ilustración, fue haciéndose más y más reaccionaria, más y más mediocre, hasta que terminó cayendo en brazos del fascismo. Podemos entender a Luckás tratando de encontrar una explicación al avance del fascismo y el nazismo por primera vez, que por su discurso y accionar rompía toda “racionalidad” burguesa, todo sentido común, toda capacidad de asombro y que hoy vuelve a repetirse nuevamente con argumentos raciales, sumados a discursos de odio, homofóbicos, antifeministas, contra los inmigrantes, contra los pobres, etc. George W. Bush habló del eje del mal cuando invadió Irak y convenció a los americanos que dios los apoyaba. Laura Richardson, comandante del comando sur de los EEUU vuelve a reiterar la idea del eje del mal, pero en este caso está integrado por Nicaragua, Venezuela y Cuba. Israel sionista difunde el derecho a la tierra prometida por ser el pueblo elegido de dios y por lo tanto eso justifica hacerse de ese territorio llamado Palestina a cualquier costo.

Estamos convencidos que la 2ª Guerra Mundial significó una inflexión por su envergadura y por la bestialidad desatada pero no coincidimos que en ese momento significó la ruptura con la racionalidad de la Ilustración. Es probable que superara nuestra capacidad de asombro, de ver hasta donde podíamos llegar en nuestra condición humana.

La ideología burguesa no es racional del momento que su “racionalidad” se soporta en admitir como “racional” la explotación del hombre por el hombre. De que la única forma de obtener ganancias depende de explotar (apropiarse del trabajo ajeno)a los trabajadores. Es real que el fascismo y el nazismo nacidos en el vientre del capitalismo y de la ideología burguesa mostraron la cara mas violenta, absurda y despiadada del capital para defender sus intereses.

No existe irracionalidad en lo que está haciendo Israel con el pueblo palestino de Gaza. No es resultado de unos loquitos sueltos. La brutalidad y las muertes indiscriminadas son parte del mensaje y del objetivo final que responde a un argumento “racional” que es erradicar al pueblo palestino de esas tierras. El capitalismo es violento por naturaleza, nace con las manos ensangrentadas sobre la vida de miles de esclavos y su comercio, la colonización y explotación de los recursos de los territorios ocupados a sangre y fuego.

Nadie puede ubicar a Macron como una figura irracional, sin embargo sus últimos discursos hablan del envío de tropas a Ucrania junto a otros que levantan la idea de que Rusia va a invadir a Europa o la posibilidad de llevar adelante una guerra nuclear controlada. Ese ruido de sables y de redoblar de tambores responde a la necesidad de encontrar una salida a la crisis que vive el sistema capitalista, tal es así que son capaces de actuar irracionalmente creyendo que es posible una confrontación nuclear controlada.

Hay miles de ejemplos para mostrar que la esencia y el ADN del capitalismo es la irracionalidad y principalmente en su producción de bienes y mercancías, promotora de las crisis que derivaron en guerras buscando reconfigurar nuevos mercados y comenzar otra vez su ciclo de reproducción. Actualmente la crisis estructural del sistema capitalista, el cuestionamiento y el debilitamiento de la hegemonía de EEUU a nivel mundial presionan en la dirección de la confrontación y justifica y construye “razones” para instalar un clima de guerra. Ese clima tiene sus límites y la amenaza de cruzarlo anuncia una nueva hecatombe, pero esta vez, de ser así, no habría posibilidad alguna de sobrevivir.

Ayer fue Guernica, Hiroshima, Nagasaki, luego fue Vietnam, hoy es Gaza.

Las guerras para el capitalismo son como el oxígeno para los humanos. Sin ella se asfixia. Por lo tanto, el único camino para enfrentar el neofascismo y su pretensión exterminadora es impulsar la lucha y unidad de los pueblo por la paz.

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