La cuestión es entre el capital y el trabajo.
El Chasque 141
7/06/2024
“Por su diseño, la corporación no es una empresa democrática. Su gestión es jerárquica, sus imperativos son el crecimiento y el beneficio, y su estructura es un sistema de clases de facto de propietarios, directivos y trabajadores. Se podría argumentar que en los primeros tiempos del capitalismo existía algo parecido al concepto de libre empresa: empresas de diversos tamaños competían entre sí, e incluso las más grandes eran empequeñecidas en tamaño e influencia por la mayoría de los Estados nación. En la actualidad, las empresas más grandes del mundo no sólo ejercen un poder monopolístico y una influencia política considerable, sino que en muchos casos su capitalización bursátil supera el PIB de países enteros.
Una razón de peso: si muchas empresas multinacionales fueran realmente países, serían dictaduras autoritarias más despiadadamente eficientes que cualquiera de las existentes.” El camino capitalista hacia la servidumbre
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