Oddone, Ministro de Economía del Frente Amplio y el proceso de cambios

Ruben López
El Chasque 159
11/10/2024

“Los hombres de la clase alta reconocían que la situación de los siervos dejaba mucho que desear, pero no proponía para mejorarla sino medidas que no comprometieran seriamente sus rentas. Hoy los privilegiados piensan también que la situación de los obreros es digna de inspirar lástima, pero proponen para modificarla únicamente reformas insuficientes que no amenacen disminuir las comodidades del régimen de vida a que están acostumbrados.” (La Esclavitud Moderna- Pag. 49 –Leon Tolstoi -1909)

Lo que Tolstoi tenía claro a principios del Siglo XX, (un hombre proveniente de la nobleza rusa), produce dudas en dirigentes provenientes de la izquierda uruguaya. Nada hará que la clase poseedora apoye reformas (mínimas) “que amenacen disminuir las comodidades …a que están acostumbrados”

Es más, ciertos renovadores afirman que “el mundo ha cambiado tanto” … pero parece que algunas cosas no cambian, como ser las pretensiones, el apetito y la ideología de la clase dominante que justifique su derecho inalienable a su “régimen de vida”.

“La próxima crisis bancaria provocará probablemente una crisis del dólar, ya que EEUU no puede aumentar significativamente el tipo de interés para salvar el dólar sin hundir la economía, y no puede reducir significativamente el tipo de interés para salvar la economía sin destruir el dólar.” Observatorio Crisis

Pero es cierto, el mundo ha cambiado mucho, se ve cada día con más claridad el “colapso económico”, en primer lugar de Estados Unidos, como señala el artículo que citamos.

Y “cada recuperación de una recesión ha comenzado con un nivel de deuda mayor”, que ha llegado al “máximo de su capacidad de endeudamiento y no podrá recuperarse”
no sólo los Estados están endeudados, también los asalariados, las empresas, las ciudades.
“las economías neoliberales” piensan que las fortunas “se hacen con dinero, no con inversiones industriales tangibles”. (Michael Hudson)

Se alimentan de los que producen bienes tangibles, se apropian del excedente generado, en una cultura rentista que supera todo lo visto hasta ahora.

Y nuestros renovadores, “seregnistas”, o partidarios del “capitalismo más humano”, insisten en promover las grandes inversiones privadas, mientras ellos sólo miran por su “tasa de ganancia”.

Esto nos muestra como la Democracia no es compatible con el Capitalismo. O que en el Capitalismo no se puede desarrollar la Democracia, con el pueblo en un lugar protagónico.

La organización internacional, OXFAM, ha hecho un llamamiento a los Gobiernos a:
– Invertir en servicios públicos gratuitos y universales, como la educación o la sanidad.
– Distribuir el esfuerzo fiscal de forma justa y equitativa, trasladando la carga tributaria del trabajo y el consumo al patrimonio, el capital y las rentas.”(www.oxfam.org)

Mientras estudios serios recomiendan fortalecer las política sociales y trasladar la carga tributaria hacia los más ricos, los sectores renovadores, progresistas, (que pretenden llamarse “seregnistas”), insisten en seguirlos estimulando, como impulso al desarrollo, el bienestar general y la generación de trabajo.

Nos hablan permanentemente de “cambios”, sobre las diferencias con 1960 o 1900, lo atrasado de pensar “en clases sociales”, lo moderno de una sociedad ideal, sin “izquierdas ni derechas”, “sin grieta”, dónde todos tendrán las “mismas oportunidades”. ¿Están mirando el mundo real, o solamente ven por un ojo de la cerradura?

Seamos serios. ¿Realmente alguien cree que existe la igualdad de oportunidades?
Miremos lo que dice Tolstoi en 1909 o, reiteramos las estadísticas de Oxfam del Siglo XXI.

Observemos la situación de nuestro país, la extensión de la pobreza y la indigencia, los bajos salarios, la violencia cotidiana, los problemas de convivencia, la infancia y la vejez maltratadas, una sociedad que se vuelve indiferente ante la terrible realidad, que no logra comprender.

¿Y que solución que nos brinda el “sistema”?
El, sálvese quien pueda, solos “en contra de”, nunca “con todos”. No la salida solidaria, “humana”, que interpreta Baglietto en una memorable síntesis:

para ganar, ¿de que sirve ganar?
si no ganan conmigo
los que vienen detrás.
Juan Carlos Baglietto

Aunque nos pese, la negación de la realidad conduce a la mayor de las frustraciones para el pueblo trabajador, a la vez que ayuda a los actuales dueños del mundo, ese 1% que tiene la misma riqueza que el 95%, ese 20% de uruguayos que tuvo mayores ingresos (de 2019 a 2023) mientra el 80% los redujo.

La lucha de clases, donde se enfrentan los intereses de los propietarios y no propietarios de los medios de producción, explica las contradicciones de la sociedad, y los cambios -que los hay, todo cambia- son en el sentido opuesto, pues el mundo (y Uruguay) es mucho más desigual hoy que hace 60 años. Miremos donde miremos. La producción a crecido mucho más que la población, la burbuja financiera mucho más que la producción, y la acumulación y concentración de la riqueza, multiplicada en esa burbuja.

¿Y que solución que nos brinda un sector del progresismo, hoy dominante?

Cuando Yamandú Orsi dice:
“Debemos mantener el marco fiscal y normativo que hoy rige» 19/09/2024
Y unos días después propone como Ministro de Economía a Gabriel Oddone, conocido referente de las ideas dominantes, partidario de que el “mercado”, el afán de lucro, la ganancia, la competencia sean quienes fijen las reglas y determinen la vida de los actores sociales.

¿Piensan que estas reglas ordenarán la sociedad, con arreglo a los méritos de cada uno?

¿Piensan en el “espacio Fiscal” y fijar “el escenario”, como los ejes de la política económica? Serán los grandes capitales quienes dirijan la economía, con el solo fin de acumular más riqueza.

Es una utopía reaccionaria, que ha llevado entre otras cosas, a que los ingresos de 4.000 millones de seres humanos sean inferiores a 7 dólares en el mundo.

Ya sabemos como funciona “el libre mercado”: los grandes capitales “libres” van de un lugar a otro, se instalan donde obtienen más ganancias, y cuando no les resulta suficiente, como dice Michael Roberts, hacen una “huelga de inversiones”, hasta que un gobierno (de aquí o de allá) cede a sus exigencias. En cambio, los trabajadores “libres”, deben aceptar salarios y condiciones de trabajo que les ofrezcan, o morirse de hambre o emigrar (para ser explotados en otro país).

Así es la Democracia y la Libertad en el capitalismo. Sólo la denuncia permanente, la lucha contra tal flagrante injusticia, nos hará verdaderamente libres.

En nuestro país las exoneraciones fiscales alcanzaron más de 5,000 millones de dólares en 2023.

¿Se podría utilizar, con una parte al menos, para la infancia, la seguridad social, inversión pública y social?

Pero. No elegimos el gobierno. Al aceptar las reglas de juego, los gobiernos ceden sus potestades a los grandes capitales, a organismos internacionales FMI -BM y calificadoras de riesgo, intereses ajenos al pueblo trabajador.

Y no será con medias tintas que se resolverán las necesidades de la población. Más de 300.000 en la pobreza, de los cuales 30.000 en la indigencia; 170.000 desocupados, más de 500.000 con ingresos menores a $25.000. ¿Cuantas viviendas en ruinas, cuantos sin una alimentación diaria, cuantos sin atención a su salud, cuantos sin un centro educativo?

El Frente Amplio debe escuchar a la gente del pueblo que sufre, angustiada por las dificultades materiales para llegar a fin de mes, pero también por la inseguridad, la delincuencia organizada, producto también de esa regresiva distribución de la riqueza y los ingresos, promovida por la clase poseedora.

No hay que hacerse los distraídos, las personas no van a arriesgar su vida, su libertad, su seguridad y la de sus hijos, si tuvieran una oportunidad para, con su esfuerzo y trabajo, tener una vida digna. No se nace “delincuente”, son las circunstancias que llevan a hombres y mujeres a ubicarse por fuera de la sociedad, a romper las normas de convivencia mas elementales.

El Frente amplio no puede seguir promoviendo la acumulación de capital privado, como elemento fundamental para el desarrollo, el crecimiento, y al final un poco de asistencialismo para los más pobres.

NO. Hay que promover distintas formas de propiedad y gestión social, que le den protagonismo a la gente, herramientas, para desarrollar su vida con el esfuerzo de su trabajo. Emulando lo que hizo Artigas en 1815 con el reparto de tierras, hay que encontrar formas para que la Comunidad desarrolle nuevas formas de organización y resolver los temas más acuciantes. Pequeños emprendimientos hasta el desarrollo de Plataformas con participación de las nuevas tecnologías, ciencia, trabajadores, comunidades para el desarrollo de un trabajo liberador, en conjunto, solidario, con apoyo institucional, desde municipio, Intendencia, el Estado central, Empresas Públicas, Universidad, distintos centros educativos.

Debemos preguntamos: ¿dónde está el “otro proyecto de país”?
Este debe estar asentado en el bienestar general, en satisfacer las necesidades humanas (primero los más pobres como decía López Obrador), en nuestro caso, además, primero la infancia y la adolescencia. Con esta premisa, se verá la política económica, social, ecológica, para llega al objetivo.

“El interés material individual era el arma capitalista por excelencia y hoy se pretende elevar a la categoría de palanca de desarrollo” criticaba el “Che”, cuando se quería construir la nueva sociedad con los “viejos” conceptos del sistema que se quería dejar atrás.

Nuestra tarea es la misma, crear conciencia de la necesidad de un nuevo orden social, nuevas formas de poder popular, superadoras de la vieja sociedad, que podrida por dentro, aún mantiene un gran poder económico, militar e ideológico. Y es en esto último que venimos perdiendo, al dejar de concebir la necesidad y posibilidad de un mundo nuevo.

Es necesario renovar la esperanza, fortalecer la lucha, la movilización, apelar a la solidaridad, mirar la realidad de un sistema que justifica la riqueza, la explotación, la avaricia y la violencia sin límites, sin ver (o sin querer ver) que la multiplicación de la pobreza y la indigencia es su otra cara, que no existiría ésta sin aquella.

En abril de 2004, meses antes del triunfo del FA, decíamos en quehacer.com.uy:

“De ninguna manera debe confundirse y creer que puede hacerse todo en soledad.
(Pero) …eso no debe significar que para conseguir mayorías o determinados consensos, se pase a aplicar el programa de quienes han hundido el país en los últimos decenios. Ya hay quienes -analistas y otros- aconsejan alianzas a cualquier costo, dejando el programa por el camino.” (Ver Artículo)

“Si se elabora un programa revolucionario, con todas las erres, es probable que sea muy bonito, pero no reuniremos fuerzas suficientes.
Si se eliminan del programa hasta los elementos menos punzantes, el peligro es parecerse tanto a lo que se quiere cambiar, que se lo confunda con ellos. Y realizar la tarea que por siglos hizo la burguesía, no vale la pena, ellos lo han hecho bien y lo seguirán haciendo mejor, defendiendo sus intereses, seguramente.”(Ver Artículo)

Estamos a menos de un mes de las elecciones. Como en todo este siglo, la alternativa parece estar entre el Partido Nacional con su coalición conservadora y el Frente Amplio.

Los 5 años de Lacalle Pou han sido de retroceso para los sectores populares y se han afirmado más los grandes capitales nacionales y extranjeros.

Sólo dos datos para mostrar esta realidad, que la buena campaña publicitaria del presidente, ha logrado empañar para muchos distraídos:

“Sólo los hogares más ricos lograron un promedio de ingresos mayor al que tenían en 2019”
Sólo el 20% más rico aumentó sus ingresos y el que más perdió fue el 20% más pobre: -2,4%.
“Entre 2019 y 2023, hubo una transferencia desde las y los trabajadores hacia el capital de una cifra enorme: 7.440 millones de dólares.”

Estas cifras son una muestra más de lo que venimos afirmando, en el capitalismo sólo van a triunfar los poderosos, sea cual sea el gobierno.

El FA tiene otra oportunidad, es necesario y posible dar pasos hacia una redistribución de la riqueza y los ingresos, con la participación protagónica del pueblo, un llamado a los colectivos para la más amplia participación. Poner en pie de lucha a los frenteamplistas, esperamos cambios que erradiquen la pobreza, la indigencia, primero los niños. Y que premie a quienes con su trabajo, crean la riqueza, para una vida digna y un país donde nadie quede atrás, donde ganemos todos (aunque ésto para muchos parezca ridículo).

Quiero decir que no me representa esta forma de encarar los problemas de la sociedad, la protección de la naturaleza, el cuidado “de los más infelices”. Debemos bregar por un nuevo orden social, nuevas formas de poder popular, de acuerdo a las circunstancias, claro, pero con el protagonismo popular, la participación como eje en la toma de decisiones, la comunidad en el territorio, en el centro de trabajo, de estudio, y también en la fuerza política.

No debemos avalar la forma en que se toman las decisiones importantes, estratégicas, determinantes para el futuro gobierno y la fuerza política, con un carpetazo, entre cuatro paredes, mientras nos vanagloriamos por la participación de miles de frenteamplistas en la elaboración del programa.

No es la forma democrática que necesitamos (el concepto está muy manoseado), que es la forma como la derecha ejerce su dominio. Hay que incorporar al pueblo a la lucha, a su participación activa, tras amplios debates se tomen las decisiones, donde al fin, pueda opinar sobre su destino,.

Ello implica que las estructuras del FA tengan una participación decisiva, en la fijación de estrategias, en la toma de decisiones también, desde el Plenario Nacional hasta sus Comités de Base.

Hoy, uno o varios iluminados, parecen creer que con astucia, inteligencia o algunas maniobras podrán derrotar, engañar, sortear al poder económico dominante. O lo creen así y están en un gran error (volvamos a las estadísticas internacionales o nacionales), o simplemente han olvidado el origen del Frente Amplio, que nació para cambiar el país, en favor de los trabajadores y el pueblo, enfrentando a la Oligarquía que era y es el freno.

Fuerzas oligárquicas, las mismas que traicionaron a Artigas, que hundieron al país en la crisis de la posguerra (1950-1970), que gobernaron con Pacheco Areco decretando la muerte del viejo Uruguay, y por supuesto estuvieron detrás de la dictadura terrorista y sangrienta que masacró a los trabajadores y al pueblo, que lucharon orgullosamente en defensa de la democracia.

Por todo esto pensamos que el nombramiento de Oddone como Ministro de Economía, nos aleja delos cambios necesarios y posibles. Por supuesto que no es por la persona, a quien no conocemos, sino por su pensamiento, más alineado a las ideas dominantes que a los principios que han movido al FA desde su origen. Y, está claro que ha sido designado por el futuro presidente y aceptado por la dirección del FA, lo cual es un tema a debatir, no puede quedar cerrado, pues compromete la estrategia para los cambios, como señalamos más arriba.

Por eso queremos recordar lo que advertía Seregni, ya en su primer discurso el 26 de marzo de 1971.

Se refería a dos momentos en la historia del país que se frustraron:
«con características distintas, con enfoques distintos, no lograron renovar y movilizar creativamente al país.”
«las masas urbanas participaron de un nivel de vida que llenaba sus necesidades mínimas.»
«No parecía vital entonces profundizar la lucha.”
Y esencialmente, no se enfrentó el «obstáculo decisivo para el desarrollo nacional», «que es la oligarquía»

Nuevamente se dan condiciones para superar las trabas al “desarrollo nacional”, en favor de los trabajadores, los sectores populares, promoviendo nuevas formas de propiedad y gestión social, para lo cual se cuenta con la mayoría de la población, necesitada de trabajo, vivienda, salud, educación, de huir de la pobreza, la indigencia, sobre todo la infancia, los jubilados, pero también los pequeños propietarios de la ciudad y del campo. El 90% son víctimas del enriquecimiento del 1%.

Debemos preguntarnos:
¿Viviremos una tercera etapa de frustración?
O tomaremos medidas para enfrentar el obstáculo decisivo: LA OLIGARQUÍA

Construir el futuro: tal es nuestra vocación y nuestro deber.

“No debemos engañarnos afirmando que se trata de una tarea fácil. En cada encrucijada histórica siempre están los que optan por el mal menor, por la seguridad mediocre, por el camino del medio, que no lleva a ningún lado. Pero también están presentes quienes no se resignan a sufrir la historia, sino que están dispuestos a crearla. Son los que convierten en posible lo imposible, son los que logran demostrar que, en ciertas circunstancias, resignarse equivale a traicionar” . (Seregni, 1971)

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Otros Artículo que refieren al tema:

La economía del primer ciclo progresista. Un análisis político.

Uruguay en la Coyuntura IV – El Pensamiento del Gral. Seregni y la “Consolidación Fiscal” –

Fuerza política, gobierno, trabajadores y organizaciones sociales

Uruguay: ¡Qué podemos esperar de un próximo gobierno progresista!