Eduardo Lorier: “China está en un proceso general de transición del capitalismo al socialismo”

Lucía Ubal Llanes
El Chasque 168
27/12/2024

¿Cómo caracterizas el proceso político de China?

La primer gran definición que te daría, es que China está ante un proceso general de transición del capitalismo al socialismo. Es una transición compleja, contradictoria, llena de peligros, nada lineal, con zig zags. Hoy se está en una etapa que comienza en el año 1978 y que tiene similitudes, en cuanto a experiencias previas, a la Nueva Política Económica (NEP) de Lenin. La NEP es el nombre de un conjunto de políticas que se aplicaron en la Rusia Soviética en el año 1921. Son las políticas que vienen después de la aplicación del sistema de “comunismo de guerra”, sistema que Lenin definió como una necesidad ante la invasión de 14 potencias extranjeras, sumadas a la guerra civil interna, y se aplicaron por necesidad de supervivencia.

La NEP se implementó por etapas, no fue de entrada algo elaborado. Comenzó por eliminar la “contingentación”, que era el impuesto que tenían que pagar los campesinos de forma obligatoria, para alimentar durante la guerra al Ejército Rojo y a las ciudades. A su vez, Lenin implementa políticas para atraer capital extranjero, ya que el capital ruso había huido y era necesario atraer capitales para desarrollar las fuerzas productivas. Un tratado muy interesante que se firma en ese marco es el Tratado de Rapallo con Alemania, en el año 1922. Alemania había salido perdidosa de la primera guerra mundial, el Tratado de Versalles la exprime y le imposibilita desarrollar la industria armamentística. La URSS acuerda con Alemania la posibilidad de que desarrolle su industria armamentística en Rusia. Aviones, motores de aviones, partes de tanques, y varias piezas más, las desarrollan en la URSS y son las que luego utilizaron para defenderse de esa misma Alemania en la Segunda Guerra mundial.

¿Cómo se da este proceso en China?

China, luego de la revolución de 1949, desarrolla una política de estatización que tiene dos hechos muy importantes: “El gran salto adelante” de 1959, y la “Revolución cultural” de 1966. Son hechos que podríamos decir parecidos a las políticas del “comunismo de guerra”. Se produjo una estatización muy fuerte con planes muy ambiciosos que no lograron cuajar, se intentó recomponer el espíritu revolucionario, pero se retrocedió en el proceso productivo. Luego de eso aparece una persona muy interesante y poco estudiada, Deng Xiao Ping.

Deng impulsó durante años muchas transformaciones al proceso chino. Dio batallas que lo llevaron a estar muchas veces exiliado, es la historia de un hombre muy resiliente, que tuvo una gran capacidad para superar los ostracismos que se le aplicaron. En el 1978 logra consolidar la aplicación de un proceso que no se puede obviar para analizar la China actual, el proceso de “reforma y apertura”, que a mi entender tiene gran similitud con la NEP de Lenin.

En el año 1926 fue a estudiar a la URSS en pleno auge de la NEP. Estudió en la Universidad “Sun Yat Sen” de Moscú. Esta universidad había sido creada para atender e ilustrar sobre el proceso revolucionario soviético, a todos los miembros de los nuevos Partidos Comunistas de los pueblos de oriente. Lenin fue de los primeros en visualizar la importancia que tendrían a futuro las revoluciones en China, India, Vietnam, y otros pueblos de Asia. El pasaje de Deng por esta universidad en esos años en particular tiene, desde mi punto de vista, que haber permeado en la visión de Deng.

¿Cuáles fueron las principales características de ese proceso de reforma y apertura?

Lo que impulsa a esta nueva reforma es el hecho de que no se lograban desarrollar las fuerzas productivas. Se produce en el período que va desde el año 1980 al año 1984 y tiene como una de sus características el permitir las relaciones capitalistas en China. Se instalan 4 zonas económicas especiales, la primera de ellas en las cercanías de Hong Kong, y comienza un proceso de llegada de inversión extranjera, pero con condiciones peculiares, como el mismo Lenin las quería para la URSS. Es decir, contratos muy acotados, el 50% para el inversor y el 50% para el Estado. Por ejemplo, la Volkswagen fue a producir vehículos a China, pero debió transferir su tecnología. Ese fue un elemento muy importante. Al mismo tiempo el Estado chino se reservó para sí los sectores fundamentales, estratégicos, tanto de la industria como de las materias primas claves. Esto produjo un salto en calidad y dio comienzo a una verdadera revolución desde el punto de vista productivo. En ese momento era un país de 900 millones de personas, recuerdo que Fidel dijo que se tenía que saludar a un país que hace una reforma que puede garantizar las 4 comidas de su población.

Para empresas como Volkswagen, las mayores ventas no son a Alemania, son a China. El mercado interno chino comienza a crecer junto con los ingresos de los trabajadores de los distintos sectores. Se mejoran los salarios y se abre nuevos sectores productivos. Se desarrolla la ciencia, la tecnología y la investigación. Comienza a haber cada vez más ingenieros. Los 3 secretarios generales posteriores a Deng Xiao Ping fueron ingenieros.

¿Cómo ves hoy el proceso dirigido por Xi Xinping?

Para mi gusto, la llegada de Xi Xinping en el 2012, es la otra fecha importante del proceso. En los 20 años que separan la salida de Deng y la llegada de Xi, se dieron fenómenos, lógicos y naturales, que se dan cuando aparecen las relaciones capitalistas. El capitalismo no desarrolla las fuerzas productivas sin desarrollar al mismo tiempo la corrupción. No se perdió el rumbo, no se privatizaron las empresas públicas, pero hubo fenómenos de corrupción. Evidentemente la aparición de grandes grupos económicos genera contradicciones en países que están en transición al socialismo. Son peligrosos. Habían comenzado a desarrollar vínculos con directores estatales a través de sobornos, abusos de poder, inclusive en el ejército se podía encontrar este fenómeno. No hay que idealizar, estas cosas ocurrieron, pero es importante saber que se las está combatiendo.

En el año 2012, Xi establece como política central la lucha contra la corrupción. Desde su llegada hasta el día de hoy se ha llevado una intensa, científica y necesaria campaña anti corrupción. La llaman “contra tigres y moscas”, y se da en toda la sociedad, inclusive dentro del partido y las fuerzas armadas. Se formó una comisión establecida y aprobada por la asamblea nacional de poder popular, con independencia propia, con equipos que analizan los libros contables y se te presentan sorpresivamente en empresas al azar. Su objetivo es el control sistemático y permanente de los ingresos y registros de todo lo que sucede en el Estado y las empresas chinas. Hay dos casos paradigmáticos que ejemplarizan esta campaña. Por un lado, el jefe de las Fuerzas Armadas, designado por Xi en el último Congreso, fue destituido por tener vínculos con empresas proveedoras en la compra de armamentos para el ejército. Lo mismo pasó con el ministro de Relaciones Exteriores. Son dos casos importantes.

Otro fenómeno que hay que recalcar es la eliminación de la pobreza. En los últimos años 800 millones de chinos salieron de la pobreza. China es muy montañosa, y la pobreza estaba muy asentada en las zonas más aisladas, en aldeas escondidas. Se destinaron 700 mil cuadros del Partido para la llegada a esas aldeas y el suministro de servicios de salud, vivienda, y alimentos. A su vez se implementaron políticas para lograr que los mismos aldeanos valorizaran productos que tenían en la zona y que otros sectores del país podían llegar a consumir. Productos artesanales comenzaron a tener colocación. Se comenzó a dar el retorno de los hijos de los campesinos, que se habían ido a la ciudad, y ahora están volviendo al campo.

¿Qué rol juegan las empresas estatales?

Un documento del Departamento de Estado de EEUU dice que en China hay 140 mil empresas públicas, alrededor 50 mil pertenecen al gobierno central, y el resto a gobiernos locales o provinciales. Las empresas estatales representan entre el 30 y el 40% del PBI y aproximadamente el 20% del empleo de China. Se pueden encontrar desde el turismo hasta la industria pesada.

Lo que nosotros tenemos que evaluar es a dónde van las ganancias que esas empresas generan. En China las ganancias de las empresas se utilizan para eliminar la pobreza, en cambio en EEUU y en la Unión Europea casi no existen empresas públicas de ese tamaño y las ganancias se las llevan los dueños de las empresas privadas. A su vez hay que tener en cuenta que hay células del Partido Comunista en todas las empresas estatales, también en las empresas privadas. Es una de las quejas que hacen los capitalistas cuando van a invertir allá.

También se está avanzando, a un ritmo muy grande, en la cooperativización de la tierra. Hoy en día la propiedad de la tierra es de los campesinos, pero la cooperativización se está fomentando para atender los problemas de seguridad y soberanía alimentaria. Acompañada también de la incorporación de tecnología a la producción agrícola.

La pandemia golpeó fuerte su economía, como a todo el mundo. ¿Qué políticas especiales están implementando para superar sus efectos?

Impulsan reformas para apuntalar su economía a través de dos ejes puntales que la encaminan a un nuevo modelo de desarrollo. Ellos llaman a esos dos ejes puntales: la circulación dual y las nuevas fuerzas productivas. La circulación dual tiene que ver con incrementar el papel del mercado interno, cubrir la oferta de superproducción que hoy colocan en el exterior. Es dual porque atiende al mercado interno y al externo. Las nuevas fuerzas productivas de alta calidad tienen que ver, desde un punto de vista marxista, con el desarrollo de la productividad del trabajo, de la plusvalía relativa. Cuando vos aumentas la introducción de ciencia y tecnología en los procesos productivos, estas aumentando la productividad por hora. Por ejemplo, si antes producías 100 productos en una hora, hoy cuando introducís ciencia y tecnología vas a producir 200 o 300 por hora. Se trata de ese desarrollo, que está muy vinculado a las nuevas tecnologías.

En el plano internacional. ¿Cómo ves el vínculo de China con el mundo?

Ellos manejan toda una terminología para analizar la realidad mundial. Hablan de un nuevo multilateralismo inclusivo, opuesto al unilateralismo. Están queriendo decir que se oponen al hegemonismo yanqui y a un mundo unipolar y que buscan un nuevo multilateralismo inclusivo. A su vez hablan de un nuevo modelo de desarrollo estratégico. Impulsar una política internacional a través de la iniciativa para el desarrollo global, centrada en la seguridad energética, alimentaria y sanitaria. Luego, junto con la iniciativa para el desarrollo global, manejan el concepto de iniciativa para la seguridad global. Un concepto que surge un año después del conflicto entre Rusia y Ucrania y que está vinculado al papel que China se atribuye respecto a la paz mundial. Con estas dos estrategias ellos se preparan para llegar al año 2030 con un cumplimiento entorno a los objetivos del desarrollo sostenible.

La Resolución del XX Congreso del PCCH dice: “Xi impulsará su política exterior en su tercer mandato, en torno a: 1) La iniciativa de la Franja y de la Ruta. 2) La iniciativa de la civilización global. 3) La iniciativa para el desarrollo global. 4) La iniciativa para la seguridad global. 5) El banco de desarrollo. Estas iniciativas forman el eje central de la llamada comunidad de futuro compartido de la humanidad.”

En lo más concreto tenemos, la Nueva Ruta de la Seda, que es un proyecto que arranca con Xi en el 2014 y tuvo una enorme capacidad de financiamiento de mega obras en todo el mundo. América Latina recién ahora está recibiendo alguna inversión importante de esta naturaleza, pero en Asia y África ha habido infinidad de financiamientos (trenes, puertos, puentes). El imperialismo siempre ha atacado estas inversiones, los nombra como “deuda odiosa”. Lo que no dicen, es que son deudas que no tienen condicionamientos, que tienen tasas de interés mucho más bajas que las que da el Banco Mundial, EEUU o la Unión Europea, y tienen plazos muy largos para pagarlas.

En Perú se inauguró un puerto que tiene una gran significación desde el punto de vista económico y político, porque tiene 18 metros de profundidad y recibe barcos mega cargueros. Este puerto disminuye en 10 días los viajes desde Shanghái a Chancay (Perú). Esto abarata costos logísticos y transforma a ese puerto de Perú en el centro logístico más importante de América Latina. Antes, para ir a China, desde la zona de Chile, Perú, Colombia, etc. vos tenías que pasar por un puerto en California o en México, y luego desde ahí el barco viajaba a China. Ahora se hace directo desde Perú. El puerto logra también la conexión de Perú con Brasil vía terrestre, y de ahí a China.

EEUU los tiene entre ceja y ceja

EEUU dice en sus documentos oficiales que el enemigo mortal de su nación es China. Lo dicen abiertamente. Lo que ha logrado EEUU con Biden, era un sueño para nosotros en la década del ‘50 y el ‘60, la hermandad entre la URSS y China. La complementariedad que tienen. Lograron estrechar una alianza con Rusia, el país con las mayores riquezas naturales del mundo, y China necesita de eso, a su vez se comunican territorialmente. Se forjó una alianza que es militar y económica.

¿Qué política china consideras como la más importante a tener en cuenta para nuestro proceso de autodeterminación nacional?

Lo que nosotros deberíamos aplicar acá tiene que ver con el papel del estado en el desarrollo económico y social. El estado determinando las áreas estratégicas claves, dejando jugar al sector privado, pero dando la orientación de trabajar hacia las fuerzas productivas de nueva calidad, como lo estableció Xi Xinping para China. Todo lo que es la industria de la robotización, de la inteligencia artificial, de las nuevas energías (son líderes mundiales). Ese papel es fundamental, lo resumiría en la inteligencia de utilizar el capital para construir el socialismo. Todas las empresas esenciales en manos del Estado.