FA: EL OBJETIVO CENTRAL DE LA ETAPA ES SALVAR EL PROYECTO POLÍTICO, FORTALECERLO Y POTENCIARLO.

Juan Gómez, 7 de agosto 2020

Parto de la base de que nadie es dueño de la verdad, que la construcción política de izquierda fue, es y será colectiva, y en lo que a mí respecta estoy convencido de que lo más importante en esta etapa, momento político, o como lo queramos llamar es salvar el proyecto político, y que todas demás cuestiones son de menor relevancia. Esta discusión es ineludible, y el centro de mi planteo no es generar un foro de debate sobre el balance de lo actuado de cualquier manera ni por los medios, ni por las redes, etc. Ello debe hacerse, por los ámbitos que correspondan, pero si o si debe hacerse.

Por qué quiero plantearlo de todas maneras aquí y ahora? A escasos dos meses de las elecciones de setiembre? Porque entiendo que dicha elección, o mejor dicho su resultado aunque sea positivo no debiera llevarnos a confusión, a creernos que «vamos bien». Porque podemos correr el riesgo de confundirnos y pensar que porque tenemos aún una gran base social y política, ello de por sí, es condición suficiente para seguir adelante , sin revisar, sin rectificar.

Reitero, la discusión de fondo, de evaluación de lo actuado tanto a nivel de gobierno, como de fuerza política no es para darla de la manera cómo creo la están dando equivocadamente algunos compañeros. Pero es vital hacerla, sin estridencias, con pasión sin duda, con datos, números, hechos, no para herir a nadie, sino hacerla con fundamentos y orientada a poner por encima de todo el proyecto político.

En otro orden, considero que la «agenda» generalmente «impuesta» por otros nos tiene a mal traer. Sin duda que hay que saber separar la arena de los guijarros, y es necesario accionar y/ o responder en temas que tengan significación para la democracia o para los intereses de la mayoría de los ciudadanos. Aun así, hay otros temas entiendo no hay que seguir insistiendo, cómo por ejemplo si la coalición gobernante tiene mucha o poca vida. Esso no es un tema nuestro, nuestro es hacer cosas para seguir haciendo músculo, para fortalecer el proceso de acumulación de fuerzas que entre otras cosas nos llevó por primera vez al gobierno nacional en octubre de 2004.

Insisto, considero trascendente analizar las causas de nuestra derrota en octubre pasado, sabiendo que es multifactorial, multicausal, pero sobre la base de que perdimos nosotros. Hacerlo con el gran objetivo de salvar el proyecto, fortalecerlo, potenciarlo, y eso que parece tan de perogrullo y que debiera estar por encima de toda discusión de sectores, de listas, de candidatos, de cargos, a veces no parece reflejarse en el accionar político cotidiano. Una parte central de fortalecer el proyecto político para el presente y para el futuro implica tener la modestia de analizar porque perdimos, ya que ello permitirá mínimamente no cometer esos errores.

La bandera del FA flameando al viento es todo un símbolo, y más allá de todos los sectores y listas que lo conformamos, existe esa fuerza que no la sé describir en toda su dimensión que es una «gran cobija» que nos contiene y que me atrevo a decir que podría también albergar a otras ideas que andan por ahí y que no sienten hasta ahora que el FA los pueda cobijar. Por eso, lo del principio, lo bueno y lo malo del quehacer cotidiano no debe enmascarar la necesidad de preservar y hacer crecer el proyecto que objetivamente defiende los intereses de las grandes mayorías nacionales.

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