15 Docentes sancionados… Ya que hablan de libertad.

El Chasque Nº 65. Especial
27/02/2020

La mayor parte de las fuerzas que componen la coalición gobernante se autoproclaman liberales, al tiempo que aplican un programa de neto corte neoliberal de duras consecuencias para la clase trabajadora y el conjunto del pueblo uruguayo, que se ha ensañado en particular con la educación pública. La ley de Urgente Consideración recorta la participación y la democracia interna en la ANEP -ya bastante limitada de por sí-, sustituye consejos por direcciones generales con una clara orientación tecnocrática, deja de hablar de Sistema Nacional de Educación Pública y deroga el artículo de la Ley de Educación anterior que rechazaba los procesos mercantilizadores. Pero además recorta horas y, por tanto, cargo docentes, dejando a muchos docentes sin grupos o subempleados y aumentando el número de estudiantes por grupo en un contexto que habría que reducirlos.

Liberalismo político y neoliberalismo se han demostrado difícilmente compatibles en América Latina. Los ajustes neoliberales -que suponen que todo el peso de la crisis recaiga sobre los trabajadores, además de una brutal redistribución de la riqueza a favor de los más ricos- solo se ha podido imponer con ajustes represivos, con políticas autoritarias y retrocesos democráticos. El caso más extremo de este fenómeno fueron las dictaduras de los 70 y 80 en América Latina: los Chicago Boys solo pudieron desembarcar en Chile, Argentina y Uruguay de la mano de las dictaduras militares y el Plan Cóndor.

Viejas recetas: El autoritarismo y la represión en la educación.

Pero ahora desencajonan una denuncia extemporánea para criminalizar militantes sindicales con un claro espíritu revanchista: la reforma represiva que ellos quisieron aprobar fue rechazada por el pueblo uruguayo, cuestión que nunca terminaron de aceptar cuando reintrodujeron, LUC mediante, muchas de las medidas que el pueblo le dijo NO en las urnas. Los docentes sindicalizados, como parte del PIT CNT, participaron en la campaña contra la reforma represiva, como hace cinco años habían participado por el No a la Baja. Si algo es claro para el movimiento de trabajadores uruguayos, y en particular para los docentes sindicalizados, es que los problemas de seguridad no se solucionan con más represión y gatillo fácil, sino con educación y cambios profundos para construir una sociedad más justa.

Con esta decisión secundaria nos hace recordar a las peores épocas del pachecato, que también se ensañó con la educación pública, como también lo hizo el gobierno de Bordaberry con la ley Sanguinetti 14101, y ni que hablar de la dictadura. El camino que adoptan las autoridades educativas es claramente arbitrario y antidemocrático, ¿están verdaderamente comprometidas las autoridades y el gobierno con la democracia y las libertades? Si lo están, tienen la posibilidad de demostrarlo desandando esta resolución. Si mantienen estas medidas de persecución sindical e ideológica, se encontrarán no solo con el rechazo de los trabajadores de la educación, sino también de toda la clase trabajadora, que sabrá responder como siempre hizo cuando de defender la democracia y las libertades se trataba.

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