GRAVE, MUY GRAVE.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).
Jorge Aniceto Molinari
El Chasque 129
15/03/2024

El capitalismo, modo de producción predominante en todo el planeta; recordemos que el anterior modo de producción predominante, -el feudalismo- fue derrotado por el libre comercio y su relación con el nacimiento del modo empresarial de producción basado en la rentabilidad a través de empresas. Dentro de las cuales se destacaron los Estados (también el modo de producción predominante los transformó en eso), aún llegando a su forma imperialista, que caracterizó a un largo periodo de la historia moderna.

Lenin advertía en 1916 que los complejos empresariales multinacionales y en pugna por la rentabilidad, iban a hacerse del gobierno mundial de la economía. Es lo que estamos viviendo.

Marx, años antes había advertido que este modo de producción predominante movido por la constante búsqueda de la rentabilidad, inexorablemente iba a perecer con el agotamiento de esta. Keynes al final de la segunda guerra mundial hablaba de la necesidad de la eutanasia del rentista.

No son pocos los sabios economistas que en miles de trabajos, notas, libros, artículos periodísticos han negado esto. Serrat lo dice en la ironía de su canción: “Marx, está muerto y enterrado”.

La realidad es porfiada como decía Seregni que decía su abuelita. En todo el planeta los Estados entran en crisis, fiel a la evolución de su contenido empresarial, salvo aquellos en los cuales el capitalismo aún se desarrolla, en la zona de libre comercio más grande de la historia con dos Estados en los cuales gobiernan partidos comunistas: China y Vietnam.

Distinta es la crisis por ejemplo en Francia, en EE.UU., Argentina o aquí en Uruguay, casi sin excepciones la pobreza crece como una contraposición a la concentración de la riqueza. Aún cada Estado partiendo en su desarrollo de situaciones totalmente diferentes.

Alguien pecando de ingenuidad, podría decir: ¿y si repartimos algo?, pero a no olvidar que el modo de producción nace y se desarrolla en la competencia, y ningún Estado por separado –lo vigila el Fondo Monetario Internacional- podría desafiarlo, como el de aplicar impuestos, por ejemplo sobre el giro del dinero, como lo insinuó Mujica en la ONU y luego lo “olvidó”, hoy habla, también él de “atraso cambiario”.

A ello y por si fuera poco, hay que agregar que hoy la principal industria,-los mejores y mejor pagos técnicos del planeta- es la guerra y todas sus ramas en la sociedad humana.

Ahí están Macron, Sánchez, Biden, Trump, Milei, Bolsonaro, Lula, Bukele, Putin, etc. etc. y acá Lacalle, y en el futuro casi con seguridad: Cosse u Orsi; todos envueltos por la crisis. Unos acentuando la atención social, otros tratando de limitarla.

Ahora Uds. hubieran imaginado el gobierno de un Lacalle, con Sindicato policial y funcionando un Ministerio de desarrollo social, ¿verdad que no?, cosas vedere Sancho.

Es más, tampoco se podría imaginar un gobierno como el de Milei sin que las fuerzas armadas intervinieran ante el desbarajuste que está provocando. Pero ahora eso ya no podría suceder; luego del golpe de Estado que mantuvo por horas fuera de su cargo el presidente constitucional de Venezuela: Comandante Hugo Chávez; se ha intentado hacerlo como en Bolivia, pero la realidad muestra su cambio. Ahora se recurre al poder de los medios. Al rol inclinado a la derecha de la justicia, y lo más importante: la izquierda en el mundo no tiene programa.

Entonces hay que alarmarse por la falta de respuesta política, además –y es gravísimo- también la de los distintos sectores científicos, intelectuales.

Hay quienes hablan de salidas nacionales. La derecha ya no aspira a ello, porque su objetivo es preservar sus negocios, parte de ello es por ejemplo el trato que la derecha ha dado al puerto de Montevideo; recordemos que el Frente en su momento propuso un puerto de aguas profundas en Rocha; en este negocio juegan con la falta de la posibilidad de otro proyecto, y un ejemplo llamativo fue la respuesta del Senador General Manini a esto, aduciendo que lo apoyaba porque se había asegurado de que si Katoen Natie se transformaba y vendía su regalía a China no lo podía hacer sin consultar al Estado uruguayo???

El peso del negocio internacional, con sus implicancias internas que induce a pensar en irregularidades, ¡son 60 años!, y un monopolio en lo que fue el origen de este “nuestro Estado”, lo siempre se impone a lo que podrían ser planes nacionales. Así pasó con las papeleras que el Frente heredó. Con los aeropuertos, pero también con las computadoras para que cada niño y estudiante tuviera una; el Presidente Vázquez tuvo la genialidad de instrumentarlas con el apoyo de Negroponte, no imaginable en un programa del Frente. Va a pasar con los proyectos de Hidrógeno Verde en que se viene trabajando. Somos receptores de decisiones que se toman en lo ecuménico con implicancia directa en el cotidiano.

Todo ocurre en el mundo, y las soluciones posibles no podrían tener otro escenario.

El compañero Dr. Mario Bergara, habla de devaluar, no sé si hay consenso para este avance sobre el nivel de vida de la gente, en el Frente, pero me parece grave, muy grave.

Porque no se habla de un nuevo sistema impositivo, que el país no podría aplicar fuera de los marcos del FMI, se recurre al análisis del “atraso cambiario”, para terminar proponiendo bajar el poder adquisitivo de la moneda nacional frente al peso de la moneda que los dueños de la producción utilizan para sus transacciones.

Es cierto, Danilo Astori, trabajó el tema en el marco de los lineamientos del Fondo Monetario, bajó por ejemplo el aporte patronal a la seguridad social, a cambio del ingreso a la formalidad a un importante sector empresarial; fue beneficioso aún cuando planteaba un fuerte desafío para el futuro, teniendo en cuenta que los países que compiten con Uruguay en la exportación, tienen una estructura de informalidad para la cual la política del Fondo no solo no ofrece salidas, si las contempla como parte de la realidad.

Hoy ya no hay margen, hay que hacer un planteo para que el Fondo Monetario Internacional transforme su política, nos va la vida de nuestras naciones.

Debe preocuparnos esta situación, porque inexorablemente vamos a ser cada vez más dependientes del mercado mundial, y solos es imposible cambiar esta realidad, se necesita programa, ideas, buscar acuerdos internacionales de gobiernos, partidos, organizaciones sociales como proponía Rodney Arismendi en los años 80.

Lo hemos expresado de mil maneras. No nos cambia nuestra decisión de votar al Frente Amplio, por lo que significa como proyecto político, pero no votaremos en su interna, a la vez nos redobla en la comprensión de que es necesario un programa que debe apuntar a la realidad del mundo. El Frente no lo tiene, de que valdría entonces privilegiar a un candidato por sobre las posibilidades de otros, si al otro día de la elección tendremos que abordar lo grave, lo muy grave de la realidad.

Y no porque no existan soluciones, que son simples y sencillas, sino porque no se ha construido la voluntad política en lo nacional y en el mundo de abordarlas. Bastaría con una ley ecuménica de que ninguna transacción sea válida sino está debidamente registrada donde la sociedad democráticamente lo determine, para terminar con el lavado de dinero y la financiación que hoy se hace de todas las lacras sociales.

Convoquemos y usemos con el apoyo de los pueblos dos herramientas: la moneda y los impuestos, para ayudar a la predominancia del modo de producción capitalista a morir en paz, y dar muerte a los paraísos fiscales y a los sistemas impositivos basados en el consumo, los salarios y las pensiones.

Montevideo, 12 de marzo de 2024.

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