(Abordando eso gris, que parece la teoría)
Jorge Aniceto Molinari
El Chasque 134
19/04/2024
Un apreciado compañero “batllista de los antes”, me decía fraternalmente: “vos confías mucho, tal vez demasiado en la tecnología”, y la noticia que recibíamos ayer me recordaba esas conversaciones.
Los chinos, los queridos chinos, con el Partido Comunista más grande de la humanidad, han avanzado en la utilización del sodio para las baterías de la industria automotora, con grandes ventajas económicas con respecto a las de litio –un mineral no tan abundante como el sodio-.
La humanidad está en condiciones de dar un salto gigantesco. Para ello tiene que pasar a dominar las fuerzas ciegas de la economía.
Tiene dos instrumentos para ello: la moneda y los impuestos.
El capitalismo en su desarrollo transformó el concepto de nacionalidad en nacionalismo, y tras de ello la constitución de Estados como empresas para la competencia en el mercado.
En la medida que se agosta la rentabilidad general del sistema, las viejas burocracias estatales se abroquelan en las viejas estructuras, y eso cruje por todos lados.
Los yanquis que construyeron su Estado, heredando toda la estructura del capitalismo ingles, hoy retroceden apelando a las emisiones monetarias sin respaldo y a la industria de la guerra para equilibrar sus presupuestos.
Como diría un relator de un partido de fútbol en los minutos finales: esto se termina señores.
No hay programa de gobierno en el mundo válido si no analiza esta realidad y se proponga avanzar en ella; para eso tiene que tener definiciones sobre la moneda y los impuestos.
Milei en Argentina habló de dolarizar, que para la gente significa que la moneda que mide la producción sea la misma con la cual se paga el trabajo. Juntó muchos votos, ahora junta puteadas porque los burgueses no se lo dejan hacer y él se debe a ellos.
La gente como en Venezuela, va exigir que su trabajo se pague en dólares, y no porque esta sea una moneda confiable, sino porque es con la cual los dueños de la producción cotizan sus productos. No descartemos que para el futuro tenga que ser otra la moneda, en ese interior hacia la moneda única y universal.
Esto del litio y el sodio, reacomoda muchos esquemas porque es una revolución dentro de la revolución tecnológica que vive la humanidad. Los costos además se hacen sentir.
Montevideo, 16 de abril de 2024
El Chasque 