8 de Marzo 2020
Día Internacional de la Mujer
¡Las mujeres han dicho basta y echado a andar!
Desde hace un tiempo a esta parte, la fecha del 8 de marzo ha cobrado nuevo significado en el contexto de la crisis del capitalismo. Con una larga trayectoria en su historia, el movimiento femenino ha tenido importancia fundamental en el proceso de emancipación de la mujer respecto al lugar que socialmente se le ha asignado y que hoy se insiste mantener por los sectores ultra conservadores y ultra religiosos. No podemos abordar las múltiples caras de este movimiento porque es muy vasto, pero si podemos señalar que llegó para no irse. Su característica principal se inscribe en la lucha por sus derechos y la liberación de todo sometimiento patriarcal y machista. El derecho a decidir sobre sus cuerpos, a la igualdad salarial con el hombre, a ocupar cargos o responsabilidades relevantes con las mismas oportunidades que los hombres, la lucha sostenida contra la violencia de género, son algunos de los temas que promueve el movimiento femenino en el SXXI. En la era de la globalización, este movimiento no tiene fronteras y se expresa en todos los países con mayor o menor profundidad, con particularidades de su contexto local, pero se expresa y cada vez con más fuerza. En la historia han conquistado grandes logros para acercarnos a una sociedad de iguales, más humana, solidaria y justa. Es larga la lista de luchadoras que cayeron en ese combate. Y como izquierda debemos reconocer el aporte que hacen al proceso de liberación y de construcción de otro mundo colocando en el banquillo de los acusados al sistema capitalista como promotor del patriarcado y su modo de dominación y reproducción. Por lo tanto, su lucha es nuestra lucha. Es una batalla concreta por los derechos de la mujer y también es de corte cultural e ideológico.
Es así que debemos apoyar e impulsar desde los diferentes espacios las reivindicaciones concretas así como confrontar los planteos patriarcales y machistas.
Los desvelos del General
El viejo cuento de la crisis de valores, de la descomposición de la sociedad, la falta de respeto a la autoridad, la corrupción de los niños en las escuelas con la educación sexual tiene para los ultraconservadores un origen: La izquierda, el movimiento feminista y los colectivos LGBT.
Recientemente Manini Ríos hizo comentarios que intentan construir una idea falsa sobre la situación demográfica del país, culpando a la Ley de Despenalización del Aborto y a la comunidad LGBT por la falta de población.
Tenemos que tener claro que no lo dice de burro, todo lo contrario. Es un estilo (provocativo) para introducir un tema y construir enemigos contra el cual dirigir su accionar, y sobre esa base, acumular fuerzas, principalmente en sectores atrasados de la sociedad y ultra religiosos. Este tipo de declaraciones promueve a su vez el odio de género y las amenazas fascistas nostálgicas e inquisidoras. Es la intención de crear opinión pública contraria a los derechos conquistados por la mujer y otros colectivos en los 15 años que gobernó el FA y avanzar para instalar en la sociedad una visión arcaica, retrógrada y decimonónica del papel y lugar que debe de tener la mujer: la servidumbre y el sometimiento en su tarea reproductora. Esta cruzada moralizadora, al igual que las Cruzadas a tierras sagradas se sintetiza en su grito de guerra. ¡Se acabó el recreo!
Sabemos a lo que nos enfrentamos y es determinante organizarse a nivel de la Comunidad, en cada barrio, en cada lugar de trabajo y de estudio para desarmar los argumentos mentirosos de estos personajes. Es imprescindible desarrollar el Comité de Base para actuar y defender lo conquistado y no ceder terreno a las fuerzas de restauración de las clases poderosas.
Salvando la distancia y los tiempos históricos, Engels desentraña la situación
de la mujer y su liberación en el siguiente texto de El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado:
“La situación no es mejor en lo concerniente a la igualdad jurídica entre el hombre y la mujer en el matrimonio. Su desigualdad legal, que hemos heredado de condiciones sociales anteriores, no es causa, sino efecto, de la opresión económica de la mujer…
Las cosas cambiaron con la familia patriarcal y todavía más con la familia individual monogámica. El gobierno del hogar perdió su carácter social. La sociedad ya no tuvo nada que ver con ello. El gobierno del hogar se transformó en servicio privado y la mujer se convirtió en la criada principal, sin tomar ya parte en la producción social…. La familia individual moderna se funda en la esclavitud doméstica, franca o más o menos disimulada, de la mujer…
La liberación de la mujer exige, como primera condición, la reincorporación de todo el sexo femenino a la producción social, lo que a su vez requiere que se suprima la familia individual como unidad económica de la sociedad.”
Lo cierto es que hoy el movimiento feminista pone en cuestión al mismísimo sistema capitalista y su moral patriarcal, hipócrita y burguesa, y eso, golpea en la línea de flotación de estos señores que se persignan ante la cruz.
Carlos Marx, un viejo conocido y no muy popular entre ellos, reflexionaba así en La Sagrada Familia:
» La evolución de una época histórica está determinada por la relación entre el progreso de la mujer y la libertad, ya que, de las relaciones entre el hombre y la mujer, se desprende claramente el triunfo de la naturaleza humana sobre la bestialidad. El grado de emancipación femenina determina naturalmente la emancipación general…”
Como frenteamplistas debemos ser parte de este movimiento libertario, y ser parte de él, implica la responsabilidad de construir la perspectiva real para conquistar definitivamente una sociedad sin desigualdades de género y de ningún tipo.
A todas las mujeres en su día ¡salud!
El Chasque 