“Mi autoridad emana de vosotros y cesa ante vuestra presencia soberana” (José Artigas, Primer Jefe de los Orientales)
Ruben López
El Chasque
12/07/2025
1. Contexto internacional y autocrítica
El documento parte de un diagnóstico global marcado por la incertidumbre, la concentración de riqueza sin precedentes, el cambio climático y el avance de movimientos conservadores que amenazan las conquistas sociales. A nivel nacional, el Frente Amplio (FA) reconoce los avances logrados durante sus 15 años de gobierno —mejoras en la calidad de vida, ampliación de derechos y distribución de la riqueza—, pero también asume autocríticas:
-Debilitamiento del vínculo con los movimientos sociales: El alejamiento progresivo de las bases sociales y la falta de retroalimentación afectaron la construcción de hegemonía cultural.
– Dificultades en la articulación de alianzas: No se consolidaron acuerdos estratégicos para defender las reformas alcanzadas frente a la ofensiva de la derecha.
“Debemos ser conscientes de esta cuestión: si la gente no es protagonista de los procesos, es lógico que no se sienta representada con nuestras políticas”,
“los éxitos electorales nos hicieron creer que los cambios se iban a sostener por sí solos”.
Se asumió que las transformaciones se sostendrían sin generar suficiente conciencia política en la ciudadanía.
2. Principales ejes programáticos
El plan propone un proyecto de país basado en principios artiguistas —libertad, igualdad, justicia social y soberanía— adaptados a los desafíos del siglo XXI. Los ejes centrales son:
Democracia participativa y construcción colectiva: Priorizar la participación ciudadana en la elaboración, gestión y control de políticas públicas, fortaleciendo mecanismos como el FA te Escucha.
Desarrollo económico con justicia social:
– Impulsar sectores estratégicos (agroindustria, biotecnología, TIC) con enfoque sustentable.
– Combatir la inflación, promover empleo digno y redistribución de la riqueza.
– Retomar la inserción internacional diversificando mercados y productos.
– Universalizar los cuidados con corresponsabilidad de género.
– Erradicar la pobreza infantil y garantizar acceso a salud, educación y vivienda.
– Reformar el sistema de seguridad social para revertir medidas regresivas.
– Soberanía e integración regional: Profundizar el MERCOSUR y promover la articulación latinoamericana frente al avance de las derechas.
– Memoria, verdad y justicia: Continuar la búsqueda de detenidos desaparecidos y fortalecer políticas de derechos humanos.
3. Fortalecimiento organizativo
Una nueva concepción de la política
“ninguno de esos militantes estaba dispuesto a abandonar sus banderas, a entregarlas a representantes para que estos actuaran separados del pueblo.” (Germán Wettstein López. Liber Seregni. La autoridad del Pueblo. Mayo 1982)
El plan destaca la necesidad de revitalizar al FA como herramienta política:
– Militancia activa y descentralizada:
– Fortalecer comités de base y vínculos territoriales.
– Involucrar a adherentes en decisiones, encontrar estrategias para su participación creciente.
– Capacitar dirigentes y promover la renovación generacional.
– Comunicación y transparencia:
– Modernizar la identidad visual y las plataformas digitales.
– Mejorar el flujo de información entre bases y dirección.
– Finanzas sostenibles:
– Evitar la dependencia de aportes gubernamentales y fomentar la cotización militante.
Se rescata la concepción de unidad crítica planteada por Liber Seregni: «No es una unidad silenciosa …no encontrarnos fallas,… la nuestra es una unidad crítica, que sepa discernir todas nuestras insuficiencias». (18/12/1971)
4. Desafíos y tensiones no resueltas
El documento evidencia contradicciones que requieren mayor claridad:
-¿Qué proyectos de país están en disputa?
Se menciona la pugna entre dos modelos, pero no se explicitan:
¿Un Uruguay neoliberal versus otro con mayor justicia social? ¿O con una visión que cuestiona el capitalismo como posibilidad de desarrollo sustentable?
Esta ambigüedad dificulta la construcción de una alternativa popular.
– ¿Cómo superar el estancamiento, que se destaca en el texto?
Se nos plantean dos vías en tensión:
1. Negociación parlamentaria: Dada la falta de mayorías, se propone dialogar con la oposición para aprobar leyes. Buscar el consenso y políticas de Estado con la oposición.
Gobernabilidad, ceder ante los reclamos del capital, aceptar el sistema como un dato de la realidad, y que la estrategia es tratar de ganar o no perder el “Centro”, como proponen los politólogos hoy, olvidando las necesidades reales de la gente.
2. Por otro lado, se dice que los cambios se darán en “el marco de grandes acuerdos sociales”:
“…instalar un debate de ideas a nivel de toda la sociedad que contribuya a la generación de consensos sociales y la concreción de alianzas imprescindibles para avanzar en un proyecto colectivo”
“consensos sociales”, “alianzas … para avanzar en un proyecto colectivo”, con el 90% (agregamos), no en un tira y afloja con el 1%, la oligarquía, representada por la coalición blanqui-colorada.
No implica que no va ha haber negociaciones políticas, sino que estas no se deben dar con los postulados que nos impone la clase dominante.
Debe partir de los derechos, a la salud, educación, vivienda, trabajo digno, garantizados por la constitución. Derechos humanos, no mercancías.
Sin embargo, no se define cuál es la prioridad ni cómo se articularán ambas estrategias.
– Adscribimos lo planteado en el Plan, construir grandes confluencias sociales:
“enmarcados en el documento de relacionamiento “»FUERZA POLÍTICA, GOBIERNO, TRABAJADORES Y ORGANIZACIONES SOCIALES», aprobado por el Plenario Nacional el 19 de abril de 2004 y ratificado en 2021 por el Congreso “50 años de Unidad”, es necesario analizar el rol del Frente Amplio en la etapa que se avecina.
“.. construir grandes confluencias sociales .. para asegurar .. los cambios necesarios para un país de bienestar para todas y todos, de inclusión y justicia social,…La participación ciudadana como derecho fundamental y pilar del fortalecimiento de la democracia”.
“..la democracia es un proceso permanente de participación y construcción colectiva”
Esto significa dar poder de decisión al pueblo organizado, a la militancia y adherentes del FA, significa Pueblo movilizado, conciente que es su vida lo que está en juego.
Significa un claro programa económico, social, político, a desarrollar para y con el pueblo trabajador, con el FA y todas sus instancias a la cabeza de la lucha para resolver las necesidades.
El FA en la primera línea, movilizado junto a trabajadores, organizaciones sociales y ciudadanía, en la comunidad para generar consensos desde la base de la sociedad, donde están los problemas reales de la gente.
Esta es la forma de superar el estancamiento.
5. Algunas omisiones y aspectos a profundizar
– En el análisis no se examinan, la pérdida de votos en Montevideo y Canelones, ni las consecuencias de la libertad de acción que se dio para el plebiscito sobre seguridad social.
– En lo económico, no hay claridad sobre cómo enfrentar al poder cada vez concentrado, la riqueza del 1%, regulación de monopolios, rol del Estado en sectores estratégicos, la necesidad de inversión pública y de fortalecer las empresas estatales como motor del desarrollo.
– Participación real o simbólica: Si bien se promueve la democracia participativa, no se especifican mecanismos concretos para transferir poder de decisión a la ciudadanía y en el propio FA.
– Relación FA-Gobierno:
El texto cita el Documento de Relacionamiento (2004, ratificado en 2021), que exige evaluar permanentemente al gobierno desde la fuerza política. No obstante, no aborda formas de superar las continuas contradicciones con el Poder Ejecutivo por la aplicación del programa y principios largamente defendidos por el FA, especialmente en economía y política exterior. No es un tema menor, es muy delicado, pero no puede ser ignorado.
6. Propuestas para un proyecto transformador
Profundo debate para clarificar el proyecto de país, priorizando las organizaciones populares como motor del cambio, retomando el legado de Seregni:
«Desplazar del poder a la oligarquía y llevar el pueblo al gobierno».
– El plan 2025-2026 avanza en autocrítica y propuestas programáticas, pero debe superar ambigüedades para consolidarse como hoja de ruta:
– Definir el proyecto alternativo: Explicitarlo como anti-oligárquico y antiimperialista, con soberanía económica y justicia social.
– Movilización popular: Priorizar acuerdos con ese 90% de la población que sufre las consecuencias de las crisis (trabajadores, sectores medios, población vulnerable), por sobre negociaciones con la derecha (ya ha demostrado que para ellos el consenso deber ser con sus postulados), que sólo pretenden frenar cualquier solución que limite los privilegios del capital.
– Desarrollo productivo, si, promover la propiedad y la gestión social de los recursos, por el Estado, trabajadores, cooperativas, incluso micro, pequeñas y medianas empresas de la ciudad y del campo; conglomerados liderados por las empresas estatales y recuperar la riqueza generada por el trabajo, para quienes producen y para el pueblo todo.
– Control del gobierno: cumplir con el programa del FA, mecanismos de rendición de cuentas de todos los cargos electivos (Ejecutivos y parlamentarios) ante el Plenario Nacional y los órganos correspondientes en cada territorio.
– El Plenario Nacional debe cumplir su rol de Dirección cotidiana del FA y reuniéndose cada 60 días, como marcan los estatutos. Asumir su rol de dirección y control, profundizar la democracia a través de la participación de todos los frenteamplistas en el debate y la toma de decisiones.
– Formación ideológica: Combatir la hegemonía cultural neoliberal con educación política en bases y sociedad.
La movilización política, la imaginación, trabajo de masas, la conciencia…
“Nuestra movilización tiene que ser, por sobre todas las cosas, movilización a nivel de bases. La movilización es por sobre todas una labor descentralizada. Cada Comité de Base la tiene que instrumentar, en el campo de su actividad específica; porque, para insertarnos en la masa lo que tenemos que hacer es comprender realmente cuales son los problemas que están presentes en la masa que nos rodea, darles o buscarles solución y levantar eso como bandera. Y eso tiene que ser hecho de acuerdo con las características sociales de cada zona o de cada actividad por cada organismo de base. Es un llamado a la iniciativa, a la imaginación de cada organismo de Base.
No se pueden dar recetas; y vaya si ustedes tienen experiencia y capacidad; lo que hay que hacer es aplicarla ahora. Ver cuales son los problemas del barrio, no pura y exclusivamente los problemas que tienen que ver con lo municipal, no pura y exclusivamente los problema que tienen que ver con arreglar una calle, limpiar un basural, arregla una canilla o poner un expendio, sino los problemas que tienen que ver con el barrio como un conjunto desde el punto de vista socioeconómico: con el problema de la carestía, con el problema de la escasez, con el problema de la especulación, con los problemas laborales que estén presentes en un barrio determinado. Ese es el tipo de tarea que tenemos que hacer; levantar esos problemas, darles solución y hacer punta en la solución de esos problemas. Eso es el criterio del trabajo de masas en el momento actual. Por eso, un poco para definirlo, y ustedes lo comprendan perfectamente, no es un trabajo proselitista, no está urgido por la búsqueda del voto. La concientización que buscamos ahora es más profunda y va a dar un trabajo más largo, no tiene plazo.» (Seregni. 28/05/1972)
Como señaló Seregni en 1971:
«La disyuntiva es clara: o la oligarquía liquida al pueblo oriental, o el pueblo termina con la oligarquía».
El desafío del FA hoy, es construir poder popular.
Participar, Debatir, Decidir democráticamente.
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El Chasque 
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